BARCELONA.- La ponencia política del XIII congreso del PSC propone "reinventar" el partido ante la "crisis del proyecto estratégico del socialismo catalán" y sugiere la articulación de una "alianza catalana de progreso" en la que colaboren las fuerzas de izquierda en el Parlament para hacer posible el "cambio".

En el documento congresual los socialistas consideran "fundamental articular la gran mayoría progresista y catalanista que existe en Catalunya". "Una alternativa de izquierda que no puede basarse sólo en una alianza política, siempre frágil y al azar de los tacticismos partidarios, sino que reclama una mayoría social madura y consolidada, capaz de seguir críticamente tanto la obra de gobierno como el comportamiento político de unos y otros y de exigirles coherencia estratégica", señala.

El texto recuerda la experiencia de los gobiernos tripartitos, con el PSC, ERC e ICV-EUiA, que comandaron la Generalitat de 2003 a 2010, y que adolecieron de la "falta de este seguimiento social y de esta exigencia", lo que "propició un grave déficit de cohesión interna". Según el PSC, "tanto las izquierdas que hundimos nuestras raíces en el pasado colectivo como las izquierdas de más reciente formación hemos de hacer nuestra esta responsabilidad sin conservadurismos partidistas".

Por ello, señala, "proponemos la más estrecha colaboración posible entre las fuerzas de izquierdas presentes en el Parlament", sin especificar si el llamamiento va dirigido sólo a la confluencia de Catalunya Sí que es Pot o podría ser extensible a los independentistas de ERC y la CUP.

Sí puntualizan los socialistas que se opondrán a "las pretendidas estrategias nacionales que esconden intereses exclusivamente partidistas y que pretenden suplantar la nación", como el "nacionalismo, siempre instrumental, de la derecha catalana y de la derecha española". Proponen, así, la "colaboración de las fuerzas parlamentarias que reivindiquen el catalanismo para alcanzar el mayor entendimiento posible al servicio de Catalunya".

El PSC, cuyo apoyo electoral ha ido declinando desde los 42 escaños en el Parlament conseguidos por Pasqual Maragall en 2003 hasta los 16 actuales, quiere dejar atrás "la etapa más dura y difícil", por lo que está dispuesto a "repensarse y a reformarse". "Ha llegado la hora de volvernos a reinventar. De tener de nuevo la inteligencia, la audacia y la generosidad de replantear nuestra estrategia y la naturaleza del propio instrumento-partido, para ser fieles a nuestros principios socialistas", apunta el documento.

Los socialistas creen que hay que "hacer frente a los peligros" que se ciernen sobre la sociedad: "el cinismo egoísta e insolidario, los populismos nacionalistas enfrentados, los radicalismos utópicos que tienden al absolutismo". Se definen como "demócratas", "de izquierdas" y catalanistas y apuestan por una agenda de prioridades que incluya una "salida justa de la crisis económica", la "superación del grave callejón sin salida en que se encuentra Cataluña y la "regeneración democrática".

De cara al XIII congreso del PSC, que se celebrará del 4 al 6 de noviembre, se abrirá del 19 al 21 de septiembre un plazo de presentación de precandidaturas para los puestos de dirección, que culminará el 29 de septiembre con la proclamación de aquellas que hayan conseguido los avales necesarios. El 15 de octubre se celebrará la jornada de votación del primer secretario del PSC, cargo que aspira a renovar Miquel Iceta.