Público
Público

La progresía mediática y el Tribunal Constitucional: "Es un golpe a la democracia, hay que acatarlo"

Manu Levin en La Base
Manu Levin en La Base.

Vamos a repasar brevemente qué están diciendo los poderes mediáticos sobre este golpe de la derecha judicial. La derecha mediática, como viene haciendo desde hace días, sigue jaleando con sus enfoques a la derecha judicial para que se eche al monte.

El Mundo, os leo algunas frases: "El Estado de derecho se impone. El Tribunal Constitucional ha actuado conforme a la ley. El Tribunal Constitucional frena el plan de Sánchez para controlarlo. Accede por primera vez a paralizar una ley en trámite en defensa de la minoría parlamentaria."

ABC: "La oposición celebra el triunfo del Estado de derecho tras la decisión del Constitucional. Opinión: Sánchez recula pero sale manchado. Acabaremos peor que la Venezuela socialista, con los Bolaños quemando constituciones. Editorial: El Tribunal Constitucional frena a Sánchez. No es ningún golpe de Estado de jueces contra el Gobierno del progreso y el bienestar. No es ningún 'golpe blando' a la democracia. Y no es un tribunal declarado en rebeldía frente a decisiones del Parlamento".

La Razón. Editorial: "Seis hombres buenos en defensa de la ley". "Sobre los seis magistrados del Tribunal Constitucional que han frenado la deriva autoritaria del Gobierno de la Nación caerán ahora todos los males del infierno mediático y político que sólo la izquierda española es capaz de desatar contra aquellos, que con la razón y la ley en la mano, se atreven a levantar la voz de la Justicia".

Pues la progresía mediática, de nuevo, utiliza palabras duras para calificar la acción antidemocrática de la derecha. Angels Barceló la mañana del martes en la SER:

"Ataque, intromisión, irrupción, gravedad extrema, jueces fuera de la ley, brazo judicial del PP", dice Barceló, que a continuación pide "una respuesta", aunque no aclara cuál debe ser en su opinión. Pero algunos diarios de la progresía mediática, que también se escandalizan mucho y emplean palabras gruesas para calificar lo que está pasando, sí ponen sobre la mesa cuál debe ser la respuesta: acatar la decisión y dar una respuesta jurídica más que política.

Ignacio Escolar en eldiario.es: "Mientras la derecha se salta la Constitución, es la izquierda quien debe evitar que el tren democrático descarrile en su totalidad. Este lunes por la noche, la presidenta del Congreso, el presidente del Senado y el ministro de Presidencia han salido a dejar claro que acatarán la decisión, a pesar de criticarla duramente. ¡Qué remedio! Porque no hacerlo sería condenar a este país a un desastre aún mayor. Siempre es la izquierda –también por la correlación de fuerzas en la Justicia; ellos no se librarían de una condena– quien tiene que evitar el choque frontal y velar por el interés general".

Editorial de El País: "El pleno del sabotaje. La mayoría conservadora del Constitucional sitúa a España ante una intromisión inédita en el poder legislativo. Entramos en terreno desconocido con una intromisión inédita del Constitucional en la autonomía parlamentaria de las Cortes españolas. Quienes adujeron en los últimos cuatro años que la estrategia del poder judicial no era jurídica sino política pueden decir hoy, lamentablemente, que la razón de los hechos les ampara". 

Y ahora el giro de guion. Dice El País: "Llegados a este punto, al Gobierno y a las Cortes solo les cabe acatar la decisión del Tribunal Constitucional y utilizar los procedimientos de la democracia —y de la mejor y más impecable técnica jurídica— para hacer cumplir la Constitución y la voluntad de los legisladores ahora cercenada".

Como si lo que nos estuviéramos jugando aquí fueran disquisiciones sobre técnica jurídica en un texto legal y no la defensa misma de la democracia y de sus normas de funcionamiento, como el propio diario El País reconoce.

Eso sí, hay que decir que ahora al menos reconocen que el secuestro del tercer poder del Estado por parte de la derecha genera una situación de absoluta excepcionalidad democrática, y eso es emplear un término muy suave. Es de agradecer que al menos ahora se escandalicen, porque habría que recordar lo que decía esta misma gente de la progresía cuando al entonces vicepresidente Iglesias se le ocurrió decir eso mismo, que "en España no había una situación de plena normalidad democrática".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias