El Ministerio del Interior ve "éticamente reprochable" que el extitular de esta cartera, diputado en el Congreso y dirigente del PP, Juan Ignacio Zoido, se sirva de las instalaciones de la Asociación Pro-Huérfanos de la Guardia Civil sin ser del Cuerpo, pero no cree que esté incumpliendo la normativa de este centro.

Fuentes del Ministerio que hoy encabeza Fernando Grande-Marlaska trasladan a Público que, visto el reglamento del Colegio Residencia Infanta María Teresa, no consideran contrario a la normativa que el actual presidente del Comité Electoral Nacional del PP se beneficie de una habitación doble a apenas 60 euros la noche, desayuno incluido, en un centro que teóricamente está principalmente destinado a los huérfanos de la Benemérita, y seguidamente al resto de agentes de la Guardia Civil. De hecho, fue el propio Zoido el que inauguró esta residencia, afirmando que serviría "para satisfacer las necesidades sociales de los miembros del Cuerpo".

El reglamento, publicado en la web de la Asociación, establece además que, al no ser del Cuerpo, el exministro tiene carácter de "invitado extraordinario", y por tanto sólo puede alojarse en esta residencia "excepcionalmente". No obstante, en Interior insisten: más allá del "reproche ético", ya criticado por el propio Marlaska hace mes y medio, el uso que hace Zoido del centro aparece contemplado en su reglamento. Según esta normativa, su caso aparece marcado como el menos prioritario, pero el exministro se ha beneficiado de este alojamiento en varias ocasiones.

Por su parte, después de que este diario informara de cómo Zoido se beneficia de esta residencia, en el PP rechazaron hacer valoraciones éticas: por tres euros diarios más, el exministro podría hacer uso de una plaza de garaje, y por otros dos disfrutaría de piscina y gimnasio.

Además, como diputado por Sevilla en el Congreso -iba en las listas a las andaluzas del 2-D, pero ha decidido renunciar para aferrarse a su escaño en la Cámara Baja-, el extitular de Interior cobra una indemnización de 1.874 euros libre de impuestos, que se suma a su sueldo de 2.891 euros, y a los 1.470 euros que recibe por presidir la Comisión de Política Territorial del Congreso.

A finales de octubre, Interior anunció que investigaría este uso de las instalaciones de la Asociación Pro-Huérfanos, que funciona como un ente privado, pese a recibir dinero público y a cobrar el 1% del salario de todos los Guardias Civiles del país. "Ante el conocimiento que he tenido del tema, se ha pedido una información con el fin de que se nos den todos los datos precisos sobre quién tiene derecho y en qué circunstancia a utilizar o a hacer uso de la residencia", afirmó entonces el ministro Marlaska.

Es la misma asociación con la que la huérfana María G., con una dispacidad del 35%, mantiene una batalla legal desde hace dos años, para no ser desahuciada de la casa donde ha vivido desde 2001, propiedad de esta entidad -como decenas de inmuebles, residencias y colegios en la capital-.

Como ocurre con Zoido, de la residencia se beneficia también el exdirector general de Tráfico, Gregorio Serrano, como desveló La Sexta. De hecho, después de conocerse estos casos, los grupos Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y ERC registraron en el Congreso varias preguntas escritas al Gobierno. Hasta la fecha, estos grupos no han recibido contestación, si bien el Ejecutivo aún no ha agotado el plazo, y esta respuesta ya se encuentra en tramitación.

Interior dice que las "consideraciones" de María "serán estudiadas"

Por otra parte, Interior afirma que las "consideraciones" de María G. sobre su caso "serán estudiadas y valoradas por la unidad correspondiente". Así consta en la carta remitida el 22 de noviembre a la huérfana en riesgo de desahucio -está pendiente de la resolución de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo-, rubricada por el jefe de Gabinete de Marlaska, Rafael Pérez Ruiz.

María G. remitió su segunda misiva al actual titular de Interior el 5 de noviembre. Antes del cambio de Gobierno, durante la era Zoido, la huérfana le escribió cuatro cartas explicándole su situación y "suplicando" ayuda: "No sirvió de nada", lamenta.