La principal organización budista de España se desliga del megaproyecto de Cáceres que apoya el régimen de Myanmar
La Federación de Entidades Budistas se aleja de la iniciativa de la Fundación Lumbini Garden, cuyos responsables justifican en un informe sus vínculos con la dictadura del país asiático.
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bilbao, Actualizado:
El gran proyecto budista en Cáceres sigue en el centro de la tormenta. Los truenos empezaron cuando llegaron a España unas fotos comprometedoras: los responsables de la Fundación Lumbini Garden, a cargo del megaproyecto que incluye la construcción de un buda gigante y varios templos, se reunieron a finales de agosto con militares de la dictadura birmana. La polémica está hoy lejos de disiparse.
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La Federación de Entidades Budistas de España, considerada la principal organización de este credo a nivel nacional, acaba de dejar claro que no tiene relación alguna con la iniciativa. Su presidente, Luis Moreno Leal, indicó a Público que este grupo "no tiene relación con la Fundación ni el proyecto a los que alude".
Moreno afirmó además que el Consejo de la Unión Budista de España –máximo órgano de representación del budismo en este país– "no se ha pronunciado" al respecto, por lo que "no hay ninguna opinión oficial de esta federación religiosa".
El alejamiento de la Federación de Entidades Budistas supone un varapalo para la Fundación Lumbini Garden, que busca a toda costa mostrarse como una entidad sin ánimo de lucro que llevará a Cáceres al reducido listado de puntos "sagrados" para el budismo.
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El centro budista que proyecta dicha fundación se emplazará en las afueras de Cáceres e incluirá un templo budista de 800 metros cuadrados, un monasterio con 20 habitaciones para monjes y una estatua de Buda de 40 metros de altura, la más alta del mundo.
En el patronato figura Ángel Juanes Peces, exvicepresidente del Tribunal Supremo
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Con el objetivo de sacar adelante este emprendimiento, la fundación logró incluir entre sus "asesores políticos" al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara (PSOE), y el alcalde de Cáceres, el también socialista Luis Salaya. En el patronato figura además el magistrado –ya jubilado– Ángel Juanes Peces, exvicepresidente del Tribunal Supremo y expresidente de la Audiencia Nacional.
A finales de agosto, el presidente de Lumbini Garden, José Manuel Vilanova Alemán –un empresario que aparece como CEO de una consultora turística en China y Hong Kong y como consejero de una promotora de eventos en Madrid– encabezó una delegación que realizó una gira por el sudeste asiático.
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La primera parada tuvo lugar en Myanmar, cuyo gobierno está en manos de una junta militar que en febrero de 2021 derrocó al Gobierno democrático de la Liga Nacional para la Democracia (LND), cuya líder es la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
El 30 de agosto, los representantes de la fundación española se reunieron con el ministro de Turismo de la dictadura, Htay Aung. Según destaca la prensa oficial del régimen en un artículo al que ha tenido acceso Público y que aparece citado en el informe de la fundación, el encuentro sirvió para estrechar lazos: mientras que Vilanova solicitó "asistencia integral" de la dictadura, el ministro le pidió al empresario que cuando volviese a España se encargara de difundir la "situación real" de Myanmar, cuestionada en ámbitos internacionales por graves vulneraciones a los derechos humanos.
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Tras la polémica desatada en España por este encuentro, el alcalde de Cáceres se vio forzado a convocar a la comisión de seguimiento del proyecto budista. Según ha podido confirmar Público, el encuentro tendrá lugar este jueves a las 12.30.
"Son budistas"
En medio de la tormenta, la Fundación Lumbini Garden ha enviado un documento de ocho páginas a los grupos políticos del ayuntamiento para tratar de calmar las aguas. En dicho informe, los responsables de la entidad alegan que la gira por Myanmar, Tailandia y Laos buscaba "afianzar" compromisos de cara a sacar adelante el megaproyecto de Cáceres.
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La fundación llama "gobierno" a la dictadura de Myanmar, al tiempo que justifica la reunión con el ministerio de Turismo bajo el argumento de que los militares que asaltaron el poder en febrero de 2021 "son budistas".
Alega además que fue la junta militar birmana quien contactó con la fundación española para mantener ese encuentro, dado que quería conocer "la naturaleza de su visita en relación al Proyecto Gran Buddha", nombre con el que se conoce el emprendimiento en Cáceres.
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Durante los últimos días este periódico ha intentado contactar en varias ocasiones con la fundación, algo que hasta el cierre de este artículo no ha sido posible.
Blanquear la dictadura
Lumbini Garden sostiene en su informe que en esa reunión recibió "la felicitación y el apoyo del gobierno en términos estrictamente budistas", al tiempo que asegura que "los miembros de la Fundación encuentran una oportunidad para pedir con valentía abrir un proceso de paz en el país en búsqueda de una paz negociada y duradera".
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Sin embargo, Lumbini Garden omite cualquier alusión a la petición realizada por el ministro de Turismo de Myanmar respecto a que contribuyese a blanquear la imagen de la dictadura en España. Esa petición aparece tanto en el artículo publicado por la prensa oficial del régimen como en una nota redactada y difundida por la junta militar birmana que obra en poder de Público.
La gira incluyó también un encuentro con Sitagu Sayadaw, un conocido monje budista que respalda a los militares. En una reseña publicada en su página web oficial, la oficina de Sitagu explica que la delegación encabezada por Vilanova solicitó el apoyo del monje para la "construcción de una pagoda dorada en España". "La solicitud fue aceptada por el Maestro", apunta el comunicado.
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Por su parte, la Fundación Lumbini Garden señala en el informe remitido al Ayuntamiento de Cáceres que la reunión con el monje Sitagu sirvió para firmar un "Memorando de Entendimiento entre las partes por el que se confirma la
construcción en Cáceres de una pagoda réplica de Schwedagon, en Yangon, y la participación en una futura institución académica internacional".
Asimismo, los representantes españoles visitaron también las minas de Mandalay "de donde procede la jadeíta blanca, considerado en Asia el mejor material para la talla de estatuas del Buddha". La donación de ese mineral, que servirá para levantar el gigantesco monumento budista de Cáceres, cuenta ya con el visto bueno de la dictadura.