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La primera Diada de los comunes marca el inicio de la construcción del nuevo sujeto político de la izquierda

Del rechazo a la unilateralidad a la apuesta por la desobediencia

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El líder de En Comú Podem, Xavier Domenech, junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante el acto de conmemoración del 40 aniversario de la primera manifestación que se realizó un 11 de septiembre. /EFE

SANT BOI DE LLOBREGAT.- Si el 11 de septiembre de 1976 se convirtió en la primera gran manifestación democrática que, tras cuatro décadas de dictadura, reivindicaba el autogobierno de Catalunya, el 11 de septiembre de 2016 podría marcar el punto de partida del nuevo sujeto político que quiere construir el espacio de los comunes.

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Lógicamente el escenario escogido no era casual, sino que quería reivindicar la histórica movilización de hace 40 años, impulsada por la Assemblea de Catalunya, la plataforma unitaria que reunía a gran parte de la oposición política y social a la dictadura. Dirigentes de las cuatro formaciones que confluyen en el espacio de los comunes -ICV, EUiA, Podem y Barcelona en Comú- han asistido a un acto que ha congregado a unas 800 personas y en el que en la fila zero estaban la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, los coordinadores generales de ICV, David Cid y Marta Ribas, el secretario general de Podem, Albano Dante Fachín, o el líder de Catalunya Sí Que es Pot, Lluís Rabell, entre otros. El de este mediodía será, de hecho, el único gran acto conjunto de los comunes durante la fiesta nacional de Catalunya, que ha mostrado algunas diferencias entre ellos. Así, esta tarde los principales dirigentes de Barcelona en Comú, EUiA y Podem asistirán a la concentración independentista convocada por la ANC y Òmnium Cultural, pero ICV ha rechazado asistir.

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Domènech: “El pueblo tiene el derecho a decidir su futuro y tiene que construir con sus manos su propio futuro"

Más allá de la reivindicación histórica, el grueso de la intervención de Domènech ha estado centrada en la actual situación política de Catalunya, y le ha servido para desmarcarse de la hoja de ruta y de las vías unilaterales que defienden los distintos sectores del independentismo. “El pueblo tiene el derecho a decidir su futuro y tiene que construir con sus manos su propio futuro. En esto no hay espera que valga, pero tampoco hay prisa que valga, porque no construir un muro, ni un choque”, ha afirmado.

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Del rechazo a la unilateralidad a la apuesta por la desobediencia

Portabella, Subirats y Oliveres, por su parte, han recordado las distintas movilizaciones de 1976 y han admitido que no se consiguió todo lo que se reivindicaba, pero también han mostrado sus distintos horizontes nacionales. Pere Portabella, que fue uno de los organizadores de la manifestación de hace cuatro décadas como miembro de la Assemblea de Catalunya, ha manifestado que ve “urgente” el “reconocimiento de la plurinacionalidad y el derecho a decidir”, así como la celebración de un referéndum de autodeterminación. A partir de aquí, la consulta debe servir para conquistar “una federación, una confederación o la independencia”, en función de lo que los catalanes decidan.

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