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Primarias del PSOE “He constatado que Sánchez está por la labor de ir a un programa de izquierdas”

“Es el momento de que la socialdemocracia se ponga seria con el neoliberalismo”, ha defendido Manuel Escudero, asesor del programa económico de Pedro Sánchez.

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Manuel Escudero acompaña a Pedro Sánchez en la presentación del documento de su candidatura en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. EFE/Chema

madrid, Actualizado:

Los viejos socialistas, cuando sale el nombre de Manu Escudero, le recuerdan por “el del Programa 2000”, un encargo que le hizo Alfonso Guerra en los años ochenta para actualizar las ideas del partido. Llevaba desde 2004 alejado del PSOE y ahora, para sorpresa de muchos, ha vuelto a la primera línea convirtiéndose en el asesor económico de las propuestas que Pedro Sánchez quiere presentar a las primarias y luego llevar al 39º Congreso. Escudero, doctor en economía y siempre vinculado al guerrismo, ha hecho una apuesta muy de izquierdas, que algunos asimilan a las de Podemos, con el convencimiento de que su candidato ahora las suscribe: “Ha aprendido mucho y ha madurado muy rápido en este tiempo”, asegura.

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Con todo lo que ha llovido desde que usted estuvo en el Programa 2000 que le encargó Alfonso Guerra o en el del propio Josep Borrell cuando pudo ser candidato, ¿Por qué vuelve a la primera fila del PSOE tantos años después?

Personalmente, porque soy socialista de corazón, y quiero contribuir a la solución.

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Cree que estas propuestas abiertamente de izquierdas en las que se ha involucrado, y que ahora defiende Pedro Sánchez, se verán hechas realidad o quedarán como otras muchas que ya se hicieron.

Hay que redefinir ideológicamente las cosas, resituar estratégicamente a la socialdemocracia. Es un objetivo urgente porque la propia realidad lo demanda. Lo que ahora se dice tiene más importancia, trascendencia y repercusión que lo que pudimos hacer en otros momentos, cuando ya se empezaba resquebrajar el concepto socialdemócrata.

¿Cómo le convenció Pedro Sánchez o, mejor dicho, cree que Sánchez es la persona para llevar adelante un programa ideológicamente tan de izquierdas cuando no se ha situado así en otras ocasiones?

Lo que he constatado hablando de este tipo de ideas, aproximaciones y propuestas es que Pedro Sánchez está absolutamente por la labor de llevarlas a cabo. Creo que Sánchez, como él mismo dice, ha cambiado mucho y muy rápidamente. Ha viajado mucho y ha podido comprobar que la crisis en la socialdemocracia es genérica y que las soluciones que hay que encontrar ya no están en los manuales. Creo que Pedro está por esto y quiera liderarlo, y plantearse en serio abrir un debate, no sólo en España, sino a nivel europeo.

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Es un documento con líneas marcadas a medio o largo plazo, pero tiene hoja de ruta, ¿Por dónde hay que empezar?

Hay que empezar por el propio actor, el socialismo democrático en España. Si no nos resituamos analizando la realidad de otro modo, incorporando nuevas categorías analíticas, nuevos conceptos, seguiremos teniendo un discurso muy llano que apenas explica la realidad, ni da respuesta a la realidad.

“La socialdemocracia no ha tenido la capacidad de analizar cómo está distribuido el poder”

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En este documento se plantea el marco estratégico y son tres elementos básicos: hay que definir al adversario político de todos los días, que es el PP. Pero también hay que definir un adversario que también es ideológico y es sistémico, es decir, hay que hablar de capitalismo y decir que el capitalismo de hoy se ha echado al monte, ha intentado coger el poder público y utilizarlo en su beneficio, practicando sistemáticamente la corrupción, la intervención opaca en las regulaciones, la evasión fiscal… y eso no puede ser. La socialdemocracia estaba acostumbrada a reformar y gobernar desde el Gobierno, pero cuando se ha dado este cambio copernicano en el capitalismo hacia este modelo nuevo, no le dio la importancia que se merecía. Se conformó con reformas cada día más romas, hasta que llegó la crisis de 2008. Parte del declive es que la socialdemocracia no ha tenido la capacidad de analizar la sociedad en la que nos encontramos y cómo está distribuido el poder. Si identificar un adversario, que no el de todos los días, no hay posibilidades de refundación de la socialdemocracia.

Un segundo elemento es que nos tenemos que meter el futuro en los huesos, que estamos en plena transición a una economía digital que va a cambiar montones de cosas en esta sociedad, y eso lleva una reformulación de nuestro ideario y de nuestro programa.

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“Hay que reafirmar como principio de la socialdemocracia acabar en este siglo con la civilización patriarcal”

Y, en tercer lugar, todo esto hay que hacerlo sin reinventar la rueda, los principios de la socialdemocracia esos sí que se mantienen: ser reformistas, luchar por la justicia social, respetar la libertad individual, luchar contra las dominaciones, darle al mercado lo que es del mercado, pero darle al Estado lo que es del Estado cuando es necesario. Eso sigue vigente, lo que decimos es que la socialdemocracia se tiene que poner seria.

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¿No ha visto esta realidad antes Podemos que el PSOE, y por eso ha calado más en electorado progresista de la sociedad?

“El PSOE y Podemos no tienen los mismos principios, ni el mismo universo, ni la misma filosofía de acción política”

Para mí Podemos y el PSOE no tienen los mismos principios, no tienen el mismo universo y hay diferencias profundas en la filosofía de la acción política entre ambos. Por ejemplo, en la concepción de la democracia, mucha gente ya no cree que la democracia sirva para arreglar la justicia social, y ese binomio se ha destrozado, en buena medida porque la democracia está secuestrada por unas prácticas que, a mi modo de ver, no tienen que ver con la democracia representativa. El ciudadano tiene que tener más margen de debate que el que tiene. Podemos ha contemplado la misma catástrofe de la democracia que nosotros, pero su posición es decir que la democracia representativa no nos sirve y quieren reinventar la democracia, con un concepto de democracia popular, mucho más asambleario. Y con respecto a las reformas, los socialdemócratas somos reformistas y tienen un significado: hay que reformar para mejorar primero las condiciones de trabajo y de vida, y es un instrumento fundamental. Pero con las reformas no sólo basta ver su bondad, sino sus sostenibilidad en el tiempo. No se puede decir esto se reforma así, y te quedas tan ancho. Hay que ver que si ocasiona efectos adversos de otro tipo en otras cuestiones, y ver que correlación de fuerzas hay para impulsarlas y para conseguirlas. En el campo de las reformas tenemos otro gran elemento de separación. 

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Pero parece que están condenados a entenderse, o al menos eso se planteó como una alianza de fuerzas de izquierda en el acto del Círculos de Bellas Artes

“Con Podemos nos podemos entender eventualmente, pero eso no quiere decir que nos mimeticemos”

Pero esto no es una alianza para mañana. Esto es una alianza que hay que construir. El documento rezuma una cosa que a nosotros nos parece evidente: lo que no pueden hacer las fuerzas de izquierdas es aniquilarse mutuamente. Claro que se tienen que entender, eventualmente. Lo más torpe es aniquilarse el uno al otro. A Podemos siempre le mostraré mi máximo respecto, pero eso no quiere decir que nos mimeticemos. Cada uno es lo que es, y cada uno trabaja desde donde trabaja. Pero nuestro diagnóstico no es el mismo que el que hace Podemos. Nosotros estamos en la economía política, no en posiciones de marximo. No tenemos nada que ver.

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¿La propuesta aborda en profundidad conseguir la igualdad salarial real entre hombres y mujeres?

Tal como hay ido a cosa, y con todo lo que hemos luchado los socialistas para la paridad, todavía no hemos llegado a puerto. No hay más que ver la violencia de género, la brecha salarial, no hay más que ver que cada gran ejecutivo en este país tiene una secretaria que en realidad sabe tanto o más de la empresa que el ejecutivo y, sin embargo, es la secretaria. Lo que hay que superar de una vez, y yo confío que sea en este siglo, es la civilización patriarcal. Eso hay que reafirmarlo como un principio de la socialdemocracia y, por cierto, al igual que la sostenibilidad ecológica. No podemos seguir dando la espalda la interdependencia entre los económico, lo social y lo ambiental.

Las propuestas son muy ambiciosas y algunas muy costosas, está la estabilidad fiscal, ¿Se puede aspirar a tanto?

Por supuesto que se puede aplicar una mayor progresividad fiscal a los tramos altos de renta, a la riqueza, porque un 1% de la población mundial controla ya más de la mitad de la riqueza. Lo que no es sensato es decir que vamos a hacer todas estas cosas y, además, bajando los impuestos. Hay fuentes fiscales de progresividad que habrá que utilizar en el futuro y hay otras fuentes relacionadas con la contaminación y, en un futuro cuando la economía digital se asiente, no es descabellado que se pueda grabar de un modo específico los retornos obtenido por las máquinas. Lo que proponemos es financiable.

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¿Está convencido de que Pedro Sánchez, si primero ganase las primarias, y luego llegase al Gobierno afrontaría estos retos?

“Actualmente Sánchez representa en el PSOE que lo que se promete, se cumple”

La socialdemocracia debe tener un valor claro: lo que se promete se cumple, y yo creo que Pedro Sánchez representa exactamente eso hoy en el PSOE: Pero no se trata sólo de vencer, que es posible que ocurra con la candidatura de Pedro Sánchez, se trata sobre todo de convencer. No podemos confundir a los adversarios, que son una cosa, con los compañeros. Lo que de verdad necesitamos ahora es un debate serio y sereno dentro del propio partido.

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