En un mes se podrá atisbar con más exactitud el recorrido que le queda a la actual legislatura, y todo ello dependerá de la suerte que corran los Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno ha decidido presentar en el mes de enero, sin tener garantizado los apoyos suficientes para que salgan adelante.

Fuentes del Ejecutivo volvieron este miércoles a explicar el nuevo viraje del presidente del Gobierno asegurando que Pedro Sánchez ha tomado finalmente esta decisión porque quiere demostrar su autonomía, que no depende del “mareo” de los independentistas y pretende presentar a la ciudadanía unas cuentas que considera sociales y necesarias para el país.

Pero Sánchez, aunque lo tiene muy difícil, no se ha tirado a la piscina sin agua y, de hecho, en el Gobierno se confía en superar el trámite de las enmiendas a la totalidad que, a buen seguro presentarán PP y Ciudadanos, lo que permitiría la tramitación parlamentaria de los Presupuestos durante dos meses.

Además de que el Gobierno ganaría tiempo y se aplazaría el adelanto electoral, en este recorrido parlamentario el Ejecutivo cree que tiene margen para llegar a un acuerdo, y está dispuesto a abrir una amplia y generosa negociación con los partidos independentistas catalanes, que son los que tiene en su mano la aprobación de las Cuentas del Estado para 2019, ya que está asegurado el apoyo de Unidos Podemos y se considera muy probable el del PNV.

No obstante, la tramitación tampoco asegura que haya Presupuestos en 2019, que tiene que volver luego a pleno y aprobarse todas las enmiendas que se presenten, pero aquí hay un convencimiento claro en el Ejecutivo que el acuerdo puede ser posible, pese a que los independentistas siguen negándose a negociar nada.

Es decir, que el Gobierno sí está dispuestos a atender algunas de las demandas que plantean ambos partidos, “dentro de un límite razonable y sin que supongan un agravio para otros territorios o desnaturalicen los objetivos que pretenden los Presupuestos”, afirmó dirigente socialista cercano al Gobierno.

El diputado de ERC, Gabriel Rufián, dijo este miércoles que su partido todavía no ha tomado una decisión al respecto, pero podría unirse a otras que se planteen -aunque es poco probable que lo hagan a las que presenten PP y Ciudadanos- o presentarla ellos mismos para presionar hasta el último minuto, y luego retirarla en el mismo pleno,

Lo mismo tiene que decidir PDeCAT que, además, a través de su diputado Ferrán Bel dijo este miércoles que si hay una “propuesta razonable sobre Catalunya”; su formación podría sentarse a negociar los Presupuestos. Eso día, la vinculó a avances en cuanto al referéndum por la autodeterminación.

En este ámbito del referéndum o en el del proceso judicial contra los políticos independentistas, el Gobierno sí tiene claro que no va a moverse de su actual posición, y no habrá la más mínima concesión en estos dos aspectos.

El Gobierno, además, cree que puede hacer reconsidera su posición a los partidos independentistas tantos las movilizaciones sociales que ha habido en Catalunya las últimas semanas, como el resultado que han obtenido en Andalucía los partidos de derecha. No obstante, confiesan que esto es sólo una apreciación y que no tienen constancia que ninguno de los dos hechos vayan a mover a PDeCAT y ERC de su negativa a negociar los Presupuestos que, a día de hoy, se mantiene.