Presupuestos Comunidad de Madrid Ayuso no emula a Almeida en sus pactos con la oposición y solo busca a Vox
La presidenta madrileña asegura que nada le "gustaría más" que llegar a un acuerdo con la oposición. No obstante, ella misma lo ha rechazado en varias ocasiones. "Yo no pacto con el desastre", le dijo a Ángel Gabilondo. "Son peores que el virus", le espetó a la portavoz de Unidas Podemos.
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madrid,
El pasado martes se firmaron los 'Pactos de la Villa' en Ayuntamiento de Madrid, donde gobierna el popular José Luís Martínez Almeida junto a Ciudadanos y con Vox dando estabilidad al consistorio desde fuera. El acuerdo consta de 352 medidas consensuadas entre ambas formaciones de gobierno y el resto de grupos de la oposición, Más Madrid y PSOE, para la reconstrucción de la capital tras la crisis sanitaria por la pandemia. El alcalde madrileño calificó de "hito histórico" la formalización del acuerdo y aseguró que "Madrid es ejemplo de una manera distinta de hacer política".
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Sin embargo, no es así en la Comunidad de Madrid, también gobernada por el PP de la mano de Isabel Díaz Ayuso. Para la dirigente popular es "imposible" ratificar una alianza en los mismos términos en el parlamento regional. El mismo día en el que se anunció el pacto en el Ayuntamiento de la capital, Ayuso dijo que el acuerdo en la Comunidad no era posible porque "la izquierda está centrada en hacer una causa política" contra ella y "busca constantemente derrocar lo conseguido" estos meses.
"Todo lo que hace en la oposición son ataques desmedidos que obedecen a una estrategia política de diferenciar entre buenos y malos donde la Comunidad siempre es la mala", dijo, volviendo a culpar a la oposición de la falta de acuerdos. "Nada me gustaría más", puntualizó. No obstante, y a pesar de sus palabras, Ayuso no ha contribuido precisamente a ello. Durante los meses más duros de la pandemia la presidenta madrileña rechazó cualquier pacto con la izquierda, a pesar de la situación de excepcionalidad que vivía la región.
"Yo no pacto con el desastre", le dijo al portavoz del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo, en sede parlamentaria, después de que éste se ofreciera a pactar las cuentas públicas del Gobierno. "Son peores que el virus", le espetó días después a la portavoz de la formación 'morada', Isabel Serra. Ayuso le dijo a la dirigente de Podemos que pactar la reconstrucción con su formación era "imposible" y calificó a sus dirigentes de "amigos del odio y de la destrucción".
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Del mismo cariz fueron las palabras que la presidenta madrileña le dedicó al portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyà. "¿Usted pretende que me siente en una mesa de igual a igual? No me haga reír cuando no quiere reconstruir Madrid, sino aniquilar a todo aquel que no piensa como usted. Con usted hay muy poco que reconstruir, son la política del odio, de la ruptura y de la devastación".
Ayuso solo busca la complicidad de Vox
El plan de la conservadora pasa por sentarse a negociar los presupuestos únicamente con Vox, "que es el grupo que nos ha dado el gobierno de coalición que tenemos" y que se encuentra más ideológicamente cercano a ella por las propuestas que el gobierno regional quiere aprobar. Los 12 diputados de Vox son indispensables para sacar los presupuestos adelante. Y la portavoz ultraderechista en la Asamblea, Rocío Monasterio, lleva jugando esa baza desde que el Ejecutivo de coalición echó a andar. Es más, PP y Cs no han podido sacar adelante ni una sola ley en el Parlamento regional por la negativa de Vox.
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El vicepresidente Ignacio Aguado, de Ciudadanos, que difiere del planteamiento de Ayuso, convocó por su cuenta a todos los portavoces de la Asamblea de Madrid para proponerles iniciar mesas de trabajo, pero ni PP ni Vox acudieron a la cita. "No estamos en la época precovid en la que tenemos que estar midiendo con la regla y calculadora de votos si nos podemos reunir, hoy por hoy hablar con la oposición no es una estrategia, ni si quiera una opción, es una obligación", dijo el dirigente de Cs, en una clara alusión a Ayuso.
Pero la presidenta madrileña decidió ignorar el mensaje de su socio y este mismo jueves ha vuelto a pedir la colaboración de Monasterio, que ha demandado que reduzca el número de conserjerías en el Gobierno. "Todos los consejeros están soportando una carga de trabajo inmensa durante estos meses. No creo que haya que hacer una crisis de Gobierno dentro de otra crisis sanitaria", le ha respondido Ayuso. "Si esto es una condición para los presupuestos, ayúdennos a sacarlos adelante. Échenos una mano. Y si hay posibilidad de reducir una consejería, le doy mi palabra de que lo haré", ha zanjado.
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A Cs no le gusta el acercamiento de Ayuso a la ultraderecha
Ciudadanos se ha convertido en el blanco a batir por Monasterio durante estas semanas. Habla del vicepresidente Aguado y del consejero Alberto Reyero como "infiltrados del PSOE" y "socios" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y cada día que pasa ven a Ayuso más cómoda con los ultraderechistas. Apuntan los 'naranjas' que su marcada oposición al Gobierno central y la estrategia polarizadora que ha llevado durante toda la crisis de la covid-19, obra de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, tiene un objetivo: tratar de recuperar votantes por la derecha, que en las últimas elecciones se decantaron por Vox.
Ayuso también considera "inquietante" el acercamiento entre los naranjas y el PSOE en política nacional después de que la formación dirigida por Inés Arrimadas pactara las últimas dos prórrogas del estado de alarma, el decreto de nueva normalidad y 3 de los 4 documentos de la comisión de reconstrucción en el Congreso. "No sabes qué puedes esperar de ellos", dijo en una entrevista para el diario La Razón, publicada el pasado domingo, lo que a su juicio "genera incertidumbre y desconcierto".
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Aguado se defendió de las palabras de la presidenta destacando la "buena relación" entre los populares y la extrema derecha. "Es evidente que el PP y Vox se llevan bien, que tienen buena relación, que hablan a menudo. Me parece bien", dijo. Menos sutil fue el consejero de Transportes del gobierno regional y exdirigente del PP, Ángel Garrido, que señaló que a él le resultaba "inquietante" que el "PP se parezca cada día más a Vox".