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Precampaña electoral Tezanos anima al PSOE y confirma los datos de Moncloa: más del 30% y unos 135 escaños

En el PSOE están convencidos de que mejorarán en porcentaje de votos, pero hay mayor incertidumbre en cómo se repartirán los escaños y cuántos tendrán. Creen que su talón de Aquiles está en los indecisos y en la baja participación. Si Vox, Unidas Podemos o Ciudadanos superan el 13% de los votos los socialistas podrían perder bastantes diputados.

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Pedro Sánchez presenta la campaña del PSOE para las elecciones del 10 de noviembre. - EFE

MADRID,

Después de una semana de encuestas negativas para los socialistas, que habían hecho decaer el ánimo de algunos dirigentes del partido que ya hablaban en privado del error de haber ido a nuevas elecciones, el sondeo del CIS viene a corroborar los estudios demoscópicos que maneja el PSOE y La Moncloa y que, en síntesis, apuntan a que los socialistas alcanzarán un porcentaje de voto del 30% (“vamos a poner el tres delante”, dice un miembro de la Ejecutiva Federal); y una horquilla de escaños de entre 135 y 140, según informaron fuentes del partido..

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Al PSOE no le coincidían con sus datos algunas de las últimas encuestas publicadas que, según los especialistas del partido en estos temas, creen que están valorando muy alto tanto las expectativas de votos y escaños de PP y de Vox.

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Los socialistas consideran que el PP a duras penas llegará al 20% de los sufragios (logró el 16,7% el 28-A) y que la cuantificación de escaños que se otorga a Vox no se corresponderá con los resultados finales. “Quedarán más o menos como ahora en numero de diputados”, aseguran.

En Moncloa lo que sí hay es un claro convencimiento de que el PSOE mejorará el porcentaje de votos con respecto a abril, donde sacó el 28,7% de los sufragios, pero hay mayor incertidumbre sobre si eso se traducirá en un significativo incremento de escaños, que es lo que busca Pedro Sánchez.

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La clave, más del 13%

El motivo de estas dudas sobre el número de diputados es que en las provincias medianas y pequeñas (suponiendo que en ellas el PSOE y PP sean los más votados como dicen todas las encuestas) el último escaño puede caer del lado de estos dos partidos (generalmente del que ha obtenido más sufragios y el PSOE espera ganar en la mayoría) o bien ir a las filas de Ciudadanos, Unidas Podemos o Vox. Y esto depende, en gran parte, de que en esas circunscripciones estas formaciones superen el 13% de los votos.

Actualmente, aunque dependiendo de las encuestas, el partido de Rivera, el de Iglesias y el de Abascal están alrededor de este porcentaje en muchas circunscripciones, pero desde el PSOE se ve difícil que puedan alcanzarlo y quedarse con ese último escaño.

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Si se cumplen las previsiones del PSOE es cuando a los socialistas les saldrán las cuentas de situarse cerca de los 140 escaños; pero si las urnas deparan más fortaleza que la que otorgan las encuestas a sólo una de las otras tres formaciones los cálculos socialistas no cuadrarán..

De hecho, en Unidas Podemos se cuenta que, aunque pudieran bajar en porcentaje de voto a nivel global, el hecho de poder volver a ser la tercera fuerza política en muchas circunscripciones superando a Ciudadanos, les hace concebir esperanzas de poder arañar un puñado de escaños no previstos. Pero, para ello, deberán superar le 13% de los votos como porcentaje aproximado en cada provincia.

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Catalunya y Franco

En cuanto a los efectos en el electorado que vaya a tener la sentencia del “procés” y la gestión que ha hecho el Gobierno de la crisis en Catalunya, así como la exhumación del dictador Francisco Franco (dos hechos que no habían ocurrido cuando se hizo la encuesta del CIS), en el PSOE ya no se cree, como algunos decían hace tan solo unas semanas, que sean factores que beneficien a la intención de voto de los socialistas.

Ahora, las fuentes consultadas se limitan a apuntar que “es muy difícil saber cuánto pueden estar moviendo el voto” ambos hechos, aunque tampoco creen que sea un factor ni determinante ni de desgaste en especial para el PSOE.

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Si reconocen que los dos acontecimientos pueden mover el voto de las formaciones más extremas, y citan a Vox y a la Cup, pero tampoco lo ven ahora como un factor fundamental en el futuro resultado electoral.

El antídoto del PSOE contra los indecisos y la baja participación es multiplicar la presencia de Sánchez

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El PSOE sigue viendo su principal talón de Aquiles, más que en los adversarios políticos, en el alto número de indecisos que todavía hay y en que haya una baja participación. Sobre esto mantienen los socialistas que no hay otro partido que despierte ilusión, por lo que no temen una fuga de votos, pero sí que una parte de su electorado decida quedarse en casa ese día y al que no hayan convencido los argumentos de la necesidad de la repetición electoral.

El antídoto que están utilizando el PSOE hasta ahora es multiplicar a su líder en actos y entrevistas porque, como también reflejó el CIS, en los estudios socialistas se constata que Sánchez es el candidato preferido de forma abrumadoramente mayoritaria para ser presidente del Gobierno y, además, es el líder más valorado.

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No obstante, la prudencia se mantiene en Ferraz y en La Moncloa y, aunque creen que la situación pinta bien para sus intereses, tienen muy presente aquella frase de que las elecciones las carga el diablo. Además, no sería la primera vez que hubiera una gran sorpresa. Y todos recuerdan las elecciones de 1993 y las de 2004, aunque en ambos casos la sorpresa fue a favor del PSOE.

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