El PP renuncia, de momento, a llevar la elección directa de alcaldes al Parlamento
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El Partido Popular ha dado marcha atrás y ha renunciado, al menos de momento, a llevar al Parlamento su propuesta sobre la elección directa de alcaldes y abrirá previamente una negociación con los partidos políticos. Éste fue el principal acuerdo alcanzado en la reunión de este jueves entre el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón; y el nuevo portavoz del PSOE, Antonio Hernando, a la que también acudió el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso.
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Los tres habían mostrado con anterioridad su intención de llegar a un pacto sobre regeneración democrática, a pesar de sus encontronazos previos sobre la reforma de la ley electoral local. De hecho, los conservadores decidieron no poner sobre la mesa de negociación una propuesta cerrada sobre la cuestión electoral con el fin de que se pudiera hablar "de todo". Al final, los dos grupos parlamentarios mayoritarios de la Cámara baja han acordado separar el debate sobre la elección directa de alcaldes de las otras medidas del paquete de la regeneración, como el límite de los aforamientos o la regulación de los indultos. Ambas, cuestiones en las que las diferencias entre ambas formaciones son más fáciles de limar.
Así, la negociación electoral se llevará ahora a cabo entre partidos, mientras el resto de propuestas seguirán su curso en el debate entre parlamentarios. Según fuentes cercanas a la reunión, el PP y el Gobierno cedieron con ello al últimatum del PSOE, que les advirtió de que si llega al Parlamento la norma para la modificación reglamentaria de la ley electoral, ellos se descolgarán inmediatamente de cualquier otra negociación sobre medidas de regeneración.
Para el PSOE, incluir la elección directa de alcaldes dentro del denominado "paquete" de regeneración democrática era y es innegobiable, porque sigue apostando —como anunció desde un principio— en no tocar ese tema hasta que hayan pasado las elecciones municipales y autonómicas que tendrán lugar en mayo de 2015.
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Hasta ahora para el PP, "el respeto a la voluntad de los electores" era más importante que el acuerdo entre políticos —según palabras de Alonso— e incluso llegó a especularse con la posibilidad de que Mariano Rajoy terminara utilizando el rodillo de su mayoría absoluta para aprobar la reforma electoral sin el acuerdo del resto de la oposición.
Pero tras la reunión de esta tarde, los conservadores han decidido aparcar, de momento, sus prisas al respecto. A cambio, los socialistas prometieron estudiar dar su aprobación a las dos Proposiciones de Ley ya registradas en el Congreso por el Grupo Popular en torno al reglamento de altos cargos y a la financiación de partidos. Asimismo, se comprometieron a acudir —sin variar su posición al respecto— a todas las reuniones que, en el seno político se celebren para tratar la elección directa de alcaldes.