El PP avanza en la reforma del Reglamento del Senado y se asegura más control sobre los tiempos legislativos

Con 145 votos a favor y 94 en contra, el Partido Popular logra sacar adelante, gracias a su mayoría absoluta, la reforma del Reglamento del Senado con la que se asegurará un mayor control de los tiempos legislativos. En otras palabras, la modificación de la norma dota a la Cámara Alta de potestad para decidir si la tramitación de una proposición de ley es o no urgente. Todo ello, con la ley de amnistía —si no cambian mucho las cosas— a la vuelta de la esquina.

La reforma contempla un cambio en el artículo 133 del Reglamento de la Cámara Alta. Hasta ahora, el texto de ese 133 obliga al Senado a "ejercitar sus facultades de orden legislativo" en un plazo de 20 días en los "proyectos declarados urgentes por el Gobierno o el Congreso de los Diputados". Por tanto, cuando el Ejecutivo o el Congreso lo considera, el Senado tiene que apurar sus tiempos.

Con la modificación que se ha admitido a trámite hoy en el pleno del Senado y que el Partido Popular espera llevar a Comisión el lunes para aprobarla, de forma definitiva, el martes que viene, la Cámara Alta gana capacidad para dilatar los tiempos. Será la Mesa del Senado, entonces, la que decidirá si la tramitación es urgente (20 días), o si es ordinaria y puede alargar el tiempo hasta dos meses, independientemente del mandato del Gobierno o el Congreso.

Es uno de los flancos desde los que el Partido Popular pretende dificultar la aprobación de esa eventual ley de amnistía que está negociando Partido Socialista con Junts per Catalunya, y que el PSOE ya ha acordado con Esquerra Republicana, todo ello en el marco de las negociaciones de investidura de Pedro Sánchez. Por el momento, el perímetro de esa amnistía —a cuánta gente abarca— parece el principal escollo por que los socialistas no terminen de cerrar las negociaciones con Carles Puigdemont. Los próximos días serán decisivos.

En cualquier caso, el Partido Popular no tiene (ni tendrá) poder, desde el Senado, para frenar la ley. Es el Congreso, con mayoría progresista, el que tiene potestad para ello. No obstante, la reforma del Reglamento sí permitirá al PP alargar los plazos y, por tanto, tensar la cuerda, ampliando el tiempo para transitar otras vías, como la judicial.

Pero la reforma del Reglamento que se aprobará la próxima semana incluirá otro punto. El PP añadirá una enmienda a su propia reforma para obligar a los ministros y el presidente del Gobierno a comparecer cuando lo soliciten dos grupos parlamentarios o una quinta parte de los senadores.

El PP ha ampliado, así, la reforma del Reglamento y lo ha hecho tras el pleno de este martes, día 7, cuando varios ministros rechazaron comparecer ante el Senado argumentando, precisamente, que el Reglamento no les obligaba a ello. En cualquier caso, sí que respondieron ante las preguntas que se les plantearon en la sesión de control.