El PP andaluz busca traer al presente la corrupción de la época de Chaves y Griñán por la cercanía del 28M
Moreno monta una comisión de investigación sobre la Faffe mientras rechaza otra sobre los contratos de emergencia con clínicas privadas.
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A las puertas de las elecciones municipales, las direcciones de los partidos mayoritarios afilan los discursos y los posicionamientos políticos. Cualquier tema es bueno si araña algunos votos o desincentiva al votante rival a ir a las urnas. Esta lógica, utilizada con éxito por la derecha en Andalucía en las últimas convocatorias electorales, ha llevado al PP andaluz a recuperar por tercera legislatura, justo ahora, en año electoral, la comisión de investigación de la Faffe, una fundación pública, hoy extinta, en la que, según las investigaciones judiciales abiertas se acumularon las irregularidades –concesión de subvenciones sin la justificación pertinentes y con numerosas contrataciones presuntamente fraudulentas, en otras palabras, enchufes, entre los que la derecha cuenta a Carmen Ibanco, esposa del hoy líder del PSOE andaluz, Juan Espadas– en los años de Gobierno de Manuel Chaves (PSOE), que heredó el presidente José Antonio Griñán.
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La impunidad y el desmadre era tal que directivos llegaron a pagar gastos en burdeles con tarjetas de crédito de la Junta de Andalucía, un asunto por el que va a ser juzgado el exdirector general de la Faffe, Fernando Villén, a las puertas de las municipales: el juicio por malversación de caudales públicos, fijado por la sala de Mercedes Alaya, la que fuera instructora de los ERE, arranca el 18 de mayo, a diez días de la votación. La Fiscalía acusa al exdirector de una Fundación pública de haberse gastado, pagando con tarjetas de crédito de la administración, 32.556 euros en prostíbulos entre 2004 y 2010 y pide 6 años de prisión para él.
La corrupción de la etapa de Chaves en el Gobierno andaluz es uno de los asuntos que más rentable le ha resultado al PP en Andalucía en los últimos tiempos y supone una herida en el costado del PSOE por la que aun sangra el partido otrora hegemónico. Los socialistas tratan de hace oposición y de enviar estos temas al cajón del pasado, pero aún les resulta muy complicado salir de ahí. El mismo presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) y sus equipos se encargan de recordarlo una y otra vez. En esta ocasión, los diputados del PSOE estarán ausentes de los trabajos de la comisión, que es la tercera vez que se pone en marcha. El PP argumenta que el anterior dictamen, elaborado con Vox y Ciudadanos, no se pudo votar y que por tanto, procede someterlo al Pleno del Parlamento.
Lodazal
Para el PSOE, esta comisión se abre de nuevo "a las puertas de unas elecciones municipales" y al partido no lo van a encontrar "hablando del lodazal" de la corrupción, sino "en el control de la gestión" de la Junta. Para la portavoz Ángeles Férriz el "único objetivo" de la comisión es "distraer" a la opinión pública de los "problemas" que padece Andalucía en cuestiones como la sanidad y de "tapar la incapacidad de gestión" del Gobierno de Moreno.
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Tampoco estarán diputados de Por Andalucía ni los de Adelante Andalucía. Por Andalucía se marcha porque, considera que "más del 95% de lo tratado e investigado" en la primera comisión y en la cuarta comisión constituidas en las dos anteriores legislaturas "era lo mismo", y "se estuvo muy cerca de que, en dos legislaturas distintas, sobre los mismos hechos y las mismas pruebas, se establecieran dos 'verdades parlamentarias' diferentes".
Mientras, el PP ha rechazado una comisión de investigación, propuesta por Adelante Andalucía, que considera innecesaria sobre los contratos de emergencia con clínicas privadas del Gobierno andaluz. Por ello, ante la idea del PP de investigar solo lo que afecta a otros, el partido andalucista ha suspendido su participación en la comisión de la Faffe. "Huelen muy raro esos contratos. Con la corrupción siempre seremos implacables", afirma la diputada Maribel Mora.