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La posible salida del Govern fractura a Junts

Las tensiones con ERC aceleran el debate sobre la permanencia en el Ejecutivo y se empiezan a perfilar los partidarios de la ruptura, entre ellos Puigdemont y Borràs, y los detractores, encabezados por el conseller Jaume Giró. Turull intenta navegar entre ambas posiciones para evitar una nueva ruptura de la formación tan sólo tres meses después de la renovación de la cúpula.

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La presidenta de Junts, Laura Borràs, y el secretario general del partido, Jordi Turull, con la delegación de JxCat en la ofrenda floral a Rafael Casanova. — Jordi Borràs / ACN

barcelona, Actualizado:

La Diada ha marcado un antes y un después en el distanciamiento entre los socios del Govern, ERC y Junts. Las relaciones estaban tensas desde prácticamente el nacimiento de la coalición, pero tras la acumulación de conflictos en ese año y medio, ahora afrontan un momento crítico. La marcada ausencia de los principales cargos de ERC en la manifestación de la ANC el 11 de septiembre, incluyendo al presidente Pere Aragonès, contrastaba con la presencia en bloque de todos los consellers y la cúpula de Junts. La tensión de ERC con la ANC ha acelerado el cisma entre ambos socios, y ahora Junts se debate internamente sobre si debe salir del Govern o no.

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La existencia de diferentes sectores en el seno del partido complica la decisión, que deberá ser avalada por la militancia y que, sea cual sea, tendrá un impacto de cara a las municipales que se celebrarán el próximo mayo. Se empiezan a perfilar los partidarios de una y otra opción. A favor de la ruptura se mostró -desde hace tiempo- la presidenta del partido, Laura Borràs, y en las últimas horas ha trascendido que también lo está el expresident Carles Puigdemont, según avanzó La Vanguardia.

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La tensión de ERC con la ANC ha acelerado el cisma entre ambos socios

En contra se ha pronunciado el conseller d'Economia, Jaume Giró, y también la consellera d'Acció Exterior, Victòria Alsina. Mientras, el secretario general, Jordi Turull, intenta navegar entre ambas posiciones para evitar una nueva ruptura de la formación tan sólo tres meses después de la renovación de la cúpula.
Cumbre tensa con ERC

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Este miércoles las cúpulas de ambos partidos se encontraron en una cumbre tensa que duró varias horas y en la que, según fuentes de ERC, se pusieron de manifiesto las divergencias internas del partido. No hay una posición unánime sobre lo que debe hacerse. Borràs hace tiempo que flirtea con la opción de salir, y de hecho, someter el acuerdo de gobierno a una auditoría fue una de sus condiciones para realizar una candidatura conjunta con Turull para liderar el partido.

Los resultados, presentados a finales de agosto, concluían que ERC incumple en cuanto a la cuestión nacional: Junts critica que la acción de los republicanos respecto al Estado está "alejando a Catalunya de la independencia". Para reconducir las relaciones, instan a reconsiderar la relación con Madrid, marcada fundamentalmente por la mesa de diálogo, así como la actuación unitaria de los independentistas en el Congreso y la creación de un nuevo espacio de coordinación que agrupe a partidos y entidades independentistas.

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Borràs impulsó la auditoría sobre el acuerdo de gobierno

Tres exigencias que son una línea roja para los de Junts, que reclaman a Aragonès un "cambio de rumbo" como máximo a finales de septiembre, con el Debate de Política General. 

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Las posiciones se han acentuado después de la Diada. Borràs aprovechó la fuerza de la movilización para alimentar la hipotética salida diciendo que ve "perfectamente posible que Junts deje el Govern". En las últimas horas, a esa posición se ha sumado el expresident Carles Puigdemont, que dejó la presidencia del partido pero sigue teniendo una influencia notable. Como avanzó La Vanguardia, Puigdemont y Turull se reunieron a finales de agosto y el expresident expresó ese posicionamiento ante la falta de resultados de la estrategia negociadora de ERC en Madrid.

En este sentido, Turull también está apretando para que se constituya un nuevo espacio de coordinación entre partidos y entidades independentistas, pero no acaba de defender claramente ni la salida del Govern ni la permanencia. El temor de Turull es que el partido afronte de nuevo una fractura, que lo debilitaría en vistas a las municipales y dificultaría su consolidación. Junts per Catalunya, pese a recoger el legado y buena parte de los cargos de la antigua Convergència, se fundó como partido en el 2020 y todavía está en fase de construcción.

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Turull quiere evitar una nueva ruptura en el partido antes de las municipales

En un nuevo capítulo de la tensión que viven ambos socios, esta tarde Borràs y Turull, junto al portavoz del grupo parlamentario, Albert Batet, se han reunido con la presidenta de la ANC para analizar la situación política y también valorar la propuesta que hizo este martes de levantar la DUI en el segundo semestre de 2023.

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Esta propuesta fue rechazada por la consellera de la Presidència, Laura Vilagrà: "No trabajamos con deseos. Queremos ganar de verdad. Queremos que Catalunya sea una república y hoy no se dan las condiciones para sacar adelante una propuesta como la que ha hecho la ANC a toda prisa", dijo.

En un comunicado tras la reunión, Junts volvió a presionar para crear un espacio de coordinación entre partidos y entidades y también afirmó que "el acuerdo de legislatura es compatible con marcar un horizonte en el tiempo para alcanzar la independencia".

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Entre la espada y la pared

Horas después de la Diada, Turull defendía que "antes de dar un portazo" a ERC, Junts debe intentar "solucionar" las diferencias con su socio. "Debemos tomar muy buena nota del clamor en la calle. En vez de recrearnos en reproches, centrarnos en soluciones", remarcó. Turull está a favor de no salir, como defienden también la mayor parte de consellers y alcaldes, para consolidarse de cara a las municipales, pero no está dispuesto a sacrificar la unión interna a costa de la decisión.

La mayoría de consellers y alcaldes, a favor de seguir en el Govern

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Ante la fuerte presión de los sectores partidarios de la ruptura han empezado a salir también quienes defienden que el partido se mantenga dentro, encabezados por el conseller de Economia, Jaume Giró. En una rueda de prensa tras el Consell Executiu, este martes, defendió la permanencia modificando la frase utilizada por Borràs el día antes. "Es perfectamente posible que Junts deje al Govern, y también lo es que no lo haga".

Giró, que ya ha empezado a trabajar en los presupuestos para 2023, ha añadido este jueves que espera que las reuniones entre ambos partidos "vayan muy bien" y que se pueda encontrar "un punto de entendimiento en el espacio soberanista". Según el conseller, el Govern es "mucho mejor" con los consellers de Junts.

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La consellera d'Acció Exterior, Victòria Alsina, también se ha mostrado partidaria de mantenerse en el Ejecutivo. Este jueves ha pedido "centrar el debate" en el cumplimiento del acuerdo de Govern y no en la posible salida de Junts. En una atención a los medios desde Estrasburgo, donde ha intervenido en un comité de la Eurocámara, Alsina ha dicho que hay que centrarse en "si ERC cumplirá o no el acuerdo de Govern". "Es momento de hablar de este acuerdo y después del debate de política general ya se hará una valoración de cómo continuar", ha remarcado.

Los partidarios de mantenerse en el Ejecutivo intentan ganar tiempo con la consulta a la militancia, que deberá producirse sí o sí, según la ponencia política aprobada en julio en el Congreso Nacional. Sin embargo, queda la incertidumbre de cuándo se podría celebrar, un factor que será clave teniendo en cuenta el calendario electoral de 2023.

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