El periodista Raúl Solís, ante el ataque ultra que sufre: "Este señalamiento puede traducirse en violencia"
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madrid,
El periodista de Canal Red, Raúl Solís, está siendo víctima de un ataque de extrema derecha, que ha difundido acusaciones falsas sobre él. El comunicador relata a Público que "publicaron una captura de pantalla" en la que se simulaba "una conversación con un menor de 16 años" al que se "insinuaba sexualmente". "Alvise Pérez y Vito Quiles se hicieron eco de este bulo y lo publicaron en sus canales de Telegram y X", añade.
El eurodiputado de Se Acabó la Fiesta, Alvise Pérez, y el pseudoperiodista que ejerce como su jefe de prensa, Vito Quiles, cuentan con unos 800.000 seguidores en Telegram y más de 400.000 en X, por lo que el alcance del bulo llegó a miles usuarios, que respondieron con mensajes de odio. "Tuve que bloquear todas mis redes sociales", relata Solís, que añade que pudo recibir más de 500 mensajes por Instagram, donde le llamaban pedófilo y le amenazaban con palizas e incluso la muerte.
Ruben Sánchez, de la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía (FACUA), intervino en el tema y, juntos, pudieron desmentir el bulo. Sin embargo, Solís enumera una serie de inseguridades derivadas de la situación: que se enterase su familia, que la gente se lo creyese y, en definitiva, miedo a estar desprotegido. "Nadie me asegura que el día de mañana, si yo salgo a la calle, no me peguen una hostia que me deje muerto", explica.
En declaraciones a Público, Solís ha señalado el lawfare que han sufrido muchos políticos y periodistas. Desde Mónica Oltra, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias e Irene Montero. En este sentido el comunicador de Canal Red ha recordado los cinco días de reflexión del presidente del Gobierno, de los que volvió con promesas de protección ante los ataques de la ultraderecha. "Al final no hizo nada", señala.
La difusión de esta fake news, sumada a muchos otros sucesos, ha motivado que el grupo parlamentario de Podemos registrara el pasado martes un escrito dirigido a la Mesa del Congreso para reclamar la retirada de la acreditación de prensa de la institución a Quiles. Mientras tanto, Solís, que ya ha denunciado lo ocurrido ante la Fiscalía y está a la espera de que le den una respuesta, se pregunta: "¿Qué más tiene que pasar para que haya una ley de medios que nos proteja ante estas situaciones?".
MentirÃa si dijera que estos fascistas no dan miedo, porque da miedo la impunidad de la que gozan. Es urgente que el Gobierno legisle contra esta violencia fascista que destruye los cimientos de la democracia. Gracias por los apoyos. Con miedo y todo hay que plantarles cara. ðâ¤ï¸
— Raúl SolÃs âï¸ð³ï¸âð (@RaulSolisUE) August 19, 2024
¿Qué motivos crees que hay detrás de difundir un bulo de este tipo?¿Por qué contra ti?
No va contra mí en concreto, pero sí. Lo hacen porque trabajo en Canal Red, porque hago un periodismo valiente, que trata asuntos que incomodan a las élites y a la ultraderecha y porque pongo nombres y apellidos a la realidad. Como periodista, ni paso por el aro ni quiero entrar en las Cortes, hay quienes que aceptan todo y se callan para ganar poder y entrar en las Cortes, pero yo no. Yo trabajo en un medio de comunicación de izquierdas muy definido ideológicamente, con unas ideas muy claras.
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Este ataque realmente no lo hacen contra mí, lo hacen contra los periodistas, políticos y ciudadanos que incomodan a las élites, para destruirlos civilmente. Si yo fuera Raúl Solís, militante de Vox, no me habría ocurrido nada de esto.
Esto es fascismo puro y duro, lo que hacían con los judíos en la II Guerra Mundial y en el siglo XVI con la Inquisición. Yo, que soy inocente, soy el que se tiene que defender.
¿Es la primera vez que recibes un ataque de este tipo?
No es la primera vez pero sí la más grave, porque incluye a menores, además de señalar a la homosexualidad. Como homosexual de Sevilla, lo que me está ocurriendo me recuerda al caso Arny, cuando en los 90 se acusó a gente como Jesús Vázquez o Jorge Cadaval de prostitución de menores por el simple hecho de ir a un bar gay. Es siempre lo mismo: si eres homosexual, ya dan por hecho que eres pedófilo. No ha cambiado nada, lo que me está ocurriendo a mí es un nuevo caso Arny, es el caso Arny 2.0.
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A este ataque, además, hay que sumarle el silencio de muchos periodistas. ¿Dónde están? Si esto le hubiera pasado a cualquier periodista de El País, mucha gente se hubiera pronunciado, incluso el propio presidente del Gobierno se habría puesto a estudiar medidas.
¿Crees que socialmente se deshumaniza a los periodistas de izquierdas?
No es solo a los periodistas, también a los políticos y a personas de la sociedad civil. Está el ejemplo de Mónica Oltra, a quien la han convertido en una aberración, en un trapo con el que se puede hacer cualquier cosa. Igual que ella, también están Irene Montero y Pablo Iglesias. Si buscas en internet cualquiera de estos nombres, te das cuenta de que los han convertido en auténticos diablos.
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Deshumanizan a todas estas personas para convertirlas en un blanco para la sociedad, muñecas de trapo a las que se puede destruir civilmente. Este señalamiento, además, puede traducirse en violencia, nadie puede evitar que me den un golpe al salir a la calle.
En un tuit planteas: "Mentiría si dijera que estos fascistas no dan miedo, porque da miedo la impunidad de la que gozan." ¿Tienes alguna preocupación en cuanto a lo que pueda ocurrirte respecto a este tema?
La principal preocupación que tengo es la respuesta de la Justicia a la denuncia que he puesto. La Justicia en España es de muy dudosa calidad. Quienes van a juzgar mi caso posiblemente sean los mismos fascistas que lo han desatado, porque la ultraderecha ya ha entrado hasta la cocina del Estado.
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No es solo que se señale a Vito Quiles y Alvise Pérez como difusores del bulo, sino que se estudien las amenazas y mensajes que he recibido. Esto es un delito de odio.
¿Qué acciones legales has emprendido?
He puesto una denuncia ante la Fiscalía con la intención de que se abran diligencias contra Vito Quiles, Alvise y se averigüe de dónde nace el bulo y cuál es su trayectoria. También que haya una respuesta a los mensajes con amenazas de muerte en los canales de esta persona.
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Esto es un grave atentado contra mí y contra integridad física. Si esto le pasara a Pedro Sánchez, saldría a la calle escoltado, pero yo no tengo escoltas.
¿Qué crees que se puede hacer para evitar que ocurran este tipo de situaciones?
Que Pedro Sánchez se tome en serio que no se puede pactar con el PP sobre la renovación del Poder Judicial. La Justicia no puede renovarse si de ello se encargan los mismos que ya están dentro.
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Hay que limpiar el poder judicial y crear una ley de medios que imponga normas, que garantice la libertad de información sin dar carta blanca a que puedan destruirte civilmente.
También hay que regular las plataformas como Instagram o Twitter. No puede ser que el Estado no tenga capacidad de intervención en lo que se difunde por redes sociales. ¿Cómo es posible que haya sitios donde se dan amenazas y mensajes de odio sin que la Justicia tenga capacidad de respuesta? En todo esto debe entrar el Estado, que es el reflejo de la organización de la sociedad.
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Estamos muy alarmados por cómo Elon Musk está interviniendo en la campaña de Trump en Estados Unidos, pero no nos damos cuenta de que algo así también está ocurriendo en España sin que haya ninguna legislación que lo regule.