manu levin - titulares al banquillo
"Pedagogía" mediática del empobrecimiento popular
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madrid,
Esta semana hemos escuchado a Josep Borrell diciendo a los europeos que "no hay alternativa", que no hay más opción que un aumento del precio de la vida, de la energía, de los alimentos y un empobrecimiento masivo de la población en Europa, como resultado de las decisiones que está adoptando entre otros él mismo, el propio Borrell (que hace ya tiempo que dejó de hacer el trabajo que le correspondería como Jefe de la Diplomacia Europea para pasar a ser un propagandista de guerra).
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Pero ese discurso de persuasión para que la población acepte sin rechistar las consecuencias de la situación a la que nos está llevando esta gente con sus decisiones no funcionaría si no tuviera repetidores que lo esparcen desde los principales medios de comunicación. Hoy me voy a centrar en esta sección, si os parece, en un ejemplo de ese discurso mediático de abierta justificación del sufrimiento popular que nos tienen reservado como algo inevitable a lo que la gente debe acostumbrarse ("es lo que hay").
Los gobiernos no tienen que poner el esfuerzo en parar una guerra que es una ruina para Europa, no tienen que poner el esfuerzo en resolver los problemas económicos y energéticos; tienen que poner el esfuerzo, ojo, en hacer pedagogía para que la gente acepte que esto es lo que hay. No intentar evitar desde la política todas esas consecuencias sino convencernos de que son inevitables. No es "pedagogía", es propaganda.
Es significativo también que Estefanía Molina hable de que la población europea y española tiene que estar preparada para "resistir la guerra" y pagarlo con su nivel de vida. Pero yo pregunto: ¿estamos en guerra? ¿España está en guerra? ¿O está sufriendo las consecuencias sociales y económicas de una guerra? Porque si es lo segundo, entonces la prioridad debería ser precisamente proteger las condiciones de vida de la población del impacto de esa guerra.
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Pero el marco mental que coloca ahí Estefanía Molina como quien no quiere la cosa es que España está en guerra, como parte beligerante en este conflicto, y además lo naturaliza diciendo que ese "régimen de guerra", como lo llama siempre Raúl Sánchez Cedillo, es "lo que hay". Cuando en todo caso, si eso es así, es porque algunos, haciendo ese mismo discurso que hace ella en la SER, nos han metido en esa escalada belicista y en ese régimen de guerra; pero esa no era ni es, ni mucho menos, la única forma posible de afrontar desde Europa la guerra en Ucrania.
A Estefanía Molina le sorprende mucho, y le indigna, que la gente proteste por el empobrecimiento al que la están llevando los dirigentes europeos que nos han llevado a un régimen de guerra.