¿Qué ha pasado en Catalunya en las 15 elecciones generales celebradas desde 1977?
Tradicionalmente el PSC ha sido la fuerza hegemónica en este tipo de comicios, donde acumuló diez victorias de 1977 a 2008. Desde entonces, los triunfos se los han repartido CiU, En Comú Podem y ERC.
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barcelona, Actualizado:
Lo que suceda en Catalunya puede determinar en gran medida los resultados finales de las elecciones generales del día 23. Por su volumen demográfico, es la segunda autonomía que más diputados elige en el Congreso, con un total de 48, sólo por detrás de Andalucía, lo que le da un peso importante en el reparto final de escaños.
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De hecho, si repasamos lo que ha sucedido en los 15 comicios en las Cortes estatales celebrados desde la recuperación de la democracia, en 1977, se observa cómo difícilmente el PSOE puede aspirar a la victoria y, por tanto, a llegar a la Moncloa sin un resultado notable en Catalunya -habitualmente por encima de los 25% de los votos y al menos una quincena de diputados-.
El PP, en cambio, tiene una menor dependencia de Catalunya y puede aspirar al triunfo en el Estado con un apoyo mediocre o, incluso, bajo, en ese territorio. Sin embargo, sus dos mayorías absolutas -obtenidas en los años 2000 y 2011- coinciden con sus mejores resultados en Catalunya, con 12 y 11 diputados y más del 20% de los votos.
Los mejores datos de participación se registraron en las elecciones de 1977 y 1982, por encima del 80% del censo
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La participación en este tipo de elecciones siempre ha sido notable, con el 63,42% de los comicios de junio de 2016 y el 64,01% de los de 2000 -los de la mayoría absoluta del PP de Aznar- como registros más bajos. La mayor afluencia a las urnas se dio en 1977, en los primeros comicios, con el 83,14%, y en 1982, con el 80,82%.
Las elecciones de hace cuatro décadas permitieron la llegada a la presidencia del ejecutivo estatal de Felipe González, después de la histórica mayoría absoluta del PSOE, con una importante contribución del PSC que sumó 25 diputados. Sin embargo, la abstención ha ganado peso y desde 2004 no se ha llegado a una participación del 75% -en abril de 2019 se acercó, con el 74,57%-, mientras que en la última cita, los comicios de noviembre de 2019, votó el 69,4% del censo catalán.
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El PSC es, con diferencia, el partido hegemónico en las elecciones generales en Catalunya, puesto que se ha impuesto en las diez de las 15 que se han celebrado desde 1977, si bien no es la primera fuerza desde 2008. La antigua CiU ganó los siguientes comicios, los del 2011, mientras que En Comú Podem lo hizo en los de diciembre de 2015 y junio de 2016 y ERC obtuvo la victoria en las dos últimas ocasiones: las elecciones de abril y de diciembre de 2019. Repasamos cómo han evolucionado los resultados de cada partido.
PSC, la tradicional fuerza hegemónica
Durante más de tres décadas, una de las certezas políticas que existía en Catalunya es que si se celebraban elecciones generales, las ganaba el PSC. Sucedió consecutivamente en diez citas entre 1977 y 2008, con los 25 diputados de 1982 y 2008 -en ambos casos con más del 45% de los votos- como techo. Sin embargo, desde entonces los socialistas no han vuelto a imponerse, una situación que, según las encuestas, sí que podría volver a suceder el 23J.
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Tradicionalmente, sin un buen resultado del PSC, el PSOE no ha podido gobernar el Estado
En el 2011, en plena crisis económica, el PSC perdió 11 diputados -de 25 a 14- y se dejó cerca de 20 puntos de apoyo, mientras que su peor resultado llegaría en junio del 2016, cuando sólo recibió el 16,1% de los sufragios y logró 7 diputados en Catalunya, casi lo mismo que el 13,4% de los votos y los 6 escaños obtenidos por el PP de un Mariano Rajoy que reeditaría la presidencia. En las dos elecciones del 2019 el PSC confirmó su recuperación, superando en ambas citas el 20% de apoyo y logrando 12 diputados en cada caso, siendo la segunda fuerza por detrás de ERC.
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El espacio convergente, de alternativa a tercera o cuarta fuerza
Con alguna excepción, durante las tres décadas de victorias ininterrumpidas del PSC en las elecciones generales en Catalunya, la antigua CiU se erigió en la principal alternativa, encadenando segundas posiciones. De 1986 a 2000, CiU se movió en torno al 30% de apoyo en los comicios españoles, lo que le reportó un mínimo de 15 diputados en el Congreso (2000) y un máximo de 18 (1986 y 1989).
De 1986 a 2000, CiU se movió en torno al 30% de apoyo a los comicios españoles
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Tras el retroceso experimentado en 2004 y 2008, cuando no llegó al 21% de los votos y se quedó en diez escaños, en 2011 logró su única victoria en unas generales, con 16 diputados y el 29,35% de las papeletas, superando al PSC. Desde entonces, con la llegada del procés y la transformación en Junts, el espacio del independentismo de derechas ha tenido que conformarse con luchar por la tercera o cuarta plaza, moviéndose entre los 7 y 8 representantes en los cuatro comicios celebrados desde 2015.
ERC, de una presencia marginal a ganar las dos últimas citas
La evolución del apoyo de ERC en el Congreso retrata bien el crecimiento que ha vivido el partido en las últimas cuatro décadas y media, de ser una pequeña formación con una presencia institucional muy limitada a convertirse en una fuerza central de la política catalana.
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Pero en ese momento, ERC ya se estaba convirtiendo en un partido medio a nivel catalán y el primer gran salto en el Congreso lo viviría en el 2004, con el 15,89% de los sufragios y 8 diputados, en una candidatura encabezada por el entonces líder de la formación, Josep Lluís Carod-Rovira, que hacía unos meses había sido cesado como conseller en cap de la Generalitat después de su famosa reunión con ETA en Perpinyà, en la Catalunya Nord.
En 2008 y 2011 la formación daría un paso atrás y caería a 3 escaños en el Congreso y entre el 7% y el 8% de los votos, pero en las últimas cuatro citas se ha movido entre los 9 y los 15 diputados, y entre el 16% -diciembre de 2015- y el 24,6% -abril de 2019- de los sufragios. Los republicanos se impusieron en las dos elecciones generales celebradas en el 2019, una situación que ninguna encuesta prevé que puedan repetir el 23J.
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Los Comuns, de la intrascendencia de ICV a superar al PSUC
En Comú Podem fue la fuerza ganadora de las elecciones generales de diciembre de 2015 y junio de 2016, en ambos casos con más del 24% de los votos y 12 diputados, cifras que no evitarían, sin embargo, un gobierno en el Estado del PP de Rajoy. Sin embargo, en las dos votaciones de 2019 la confluencia de izquierdas bajaría a los siete diputados y a entre el 14% y el 15% de los sufragios.
En Comú Podem fue la fuerza ganadora de las elecciones generales de diciembre de 2015 y junio de 2016
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En cualquier caso, el apoyo se sitúa en la franja alta del que ha tenido este espacio político en su historia y va en la línea del obtenido por el PSUC en 1977 y 1979, cuando sumó 8 escaños en ambos casos y se movía alrededor del 18% de papeletas. Los datos se derrumbarían desde entonces y entre 1982 y 2011, el PSUC, primero, y la antigua ICV, después, se moverían entre el 4% y el 8% de los votos y entre 1 (1982, 1986, 2000 y 2008) y 3 diputados (1989, 1993 y 2011).
El PP, entre la marginalidad y el techo marcado por Aznar
El PP -y antes Alianza Popular- nunca ha sido primera o segunda fuerza en Catalunya en unas elecciones generales, aunque sí ha logrado ser la tercera opción en varios comicios. Sus mejores resultados, con 12 y 11 diputados y el 22,8% y el 20,7% de los votos, respectivamente, corresponden a las elecciones de 2000 y 2011, cuando el PP de Aznar, primero, y el de Rajoy, después, consiguieron la mayoría absoluta en el Congreso.
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Entre 1986 y 2016, el espacio de la derecha conservadora españolista siempre superaba el 10% de los votos en Catalunya en unas generales, que le reportaban entre 4 y 8 diputados -con las excepciones al alza de 2000 y 2011-. En las dos citas electorales del 2019, sin embargo, el partido se hundió y sumó sólo 1 y 2 diputados, en las elecciones de abril y noviembre. Un resultado que confía en mejorar el 23J, en parte gracias a la desaparición de Cs.
La derecha radical y la extrema derecha españolista
La extrema derecha de Vox aspira a mejorar su representación en el Congreso por Catalunya, donde se estrenó en el 2019, primero con un diputado y el 3,6% de los votos (en abril) y después con dos y el 6,29% (en noviembre). Parte del crecimiento de la formación de Santiago Abascal e Ignacio Garriga proviene de Cs, el partido que hasta entonces había defendido medidas más duras contra el independentismo y, también, la lengua catalana.
Cs no concurre al 23J, y entre el 2015 y los comicios de abril de 2019 superaba el 10% del apoyo en Catalunya, que le reportaban 5 diputados en el Congreso, mientras que en noviembre de hace cuatro años ya cayó a los 2 escaños y 5,6% de votos.
Cs no concurre al 23J, y entre el 2015 y los comicios de abril de 2019 superaba el 10% del apoyo
En sus mejores momentos, Cs a menudo pretendía presentarse como una formación heredera de la UCD de Adolfo Suárez, a pesar de tener planteamientos marcadamente más de derechas en cuestiones económicas y recentralizadoras en temas competenciales. En 1977 y 1979, la UCD había recibido un apoyo significativo en Catalunya, con 9 y 12 diputados, respectivamente, que contribuyeron a su victoria en el conjunto del Estado.
El estreno de la CUP
El 23J, por segunda vez la CUP concurrirá a unas elecciones en las Cortes españolas. El estreno fue en los anteriores comicios, los de noviembre de 2019, cuando recibió el 6,4% de los votos en Catalunya, que le permitieron conseguir dos diputados.
La formación de la Esquerra Independentista había rehusado participar en los comicios de abril del mismo años, pero sí lo hizo Poble Lliure, una de las organizaciones que la integra, que articuló la candidatura del Front Republicà junto con Som Alternativa - que lideraba el ex secretario general de Podem Catalunya Albano Dante Fachín- y el Partit Pirata. La lista no alcanzó el 3% de los votos y no obtuvo representación.
De hecho, en las pocas ocasiones que la Esquerra Independentista había concurrido en las generales siempre había quedado como fuerza extraparlamentaria, con experiencias como Nacionalistes d'Esquerra -que no sería exactamente la misma matriz política-, que se quedó en 30.000 votos -el 0,89%- en 1982, o los 47.000 sufragios (1,59%) recibidos por el Bloc d'Esquerra d'Alliberament Nacional (BEAN) en 1979.