Otegi insta a "la nueva izquierda española" a abrir "procesos constituyentes" en todo el Estado
Democratización de España y Francia
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DONOSTIA.- Como si fuera una segunda parte de aquel mitin de hace diez años. Como si estuviera retomando la palabra tras una larga interrupción, el carismático líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, ha desentrañado el "momento histórico" que, en su opinión atraviesa "Euskal Herria", Euskadi, tras los más de seis años que han transcurrido desde su condena hasta su puesta en libertad, el pasado martes.
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Fue aquí, en el velódromo de Anoeta, en San Sebastián, donde aseveró hace más de diez años que la izquierda abertzale "no nació en este país para resistir ni tan siquiera para responder", sino para "ganar". Resistir ya lo ha hecho. Más de seis años en prisión condenado por intentar recomponer la cúpula de la ilegalizada Batasuna bajo órdenes de ETA. Hoy le tocaba a él responder. Y ha respondido largo y tendido durante más de 40 minutos. Ha tenido tiempo de contestar hasta al expresidente del Gobierno, José María Aznar, que le acusó de ser un falso profeta. "Falsos son los que dijeron que los atentados del 11-M en Madrid eran obra de ETA. Mintieron al pueblo", ha recordado.
Lo que le falta es ganar, aunque no ha dejado claro si va a ser él quien trate de liderar el camino de la izquierda independentista vasca para recuperar el terreno perdido a costa de Podemos y superar al PNV. Tampoco hay muchos que tengan dudas de que será él el elegido. Aún así, queda poco tiempo hasta las elecciones vascas previstas para diciembre si se mira la larga lista de tareas que ha desgranado este sábado en Anoeta.
Había expectación. Muchísima. La cola para entrar daba la vuelta al estadio de la Real Sociedad. Pese a la lluvia, una larga serpiente de paraguas avanzaba despacio hasta cubrir los 9.000 asientos del velódromo. Una carpa anexa, llena a reventar, con capacidad 5.000 personas, tampoco ha sido suficiente para que entraran todos.
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Ikurriñas, estelades, banderas de Navarra y, sobre todo, banderas con el lema en favor del acercamiento de los llamados "presos vascos" a cárceles de los alrededores. Nada ha fallado en un acto de bienvenida que se esperaba como agua de mayo y que todos los asistentes califican de "histórico".
Democratización de España y Francia
Allí, ante representantes de EH Bildu y representantes de la CUP y Junt Pel Sí de Catalunya, Otegi ha puesto el acento en la necesidad de emprender procesos independentistas en más lugares del Estado español porque ésa es "la única forma de construir estados decentes". No tendría problemas en "colaborar a la democratización" de España y Francia, pero sabe que "no se dará nunca", porque el "proyecto de dominación de las élites y oligarquías pivota sobre la idea de unidad de España". Por esa razón, ha dicho, es "el voto independentista el único que pone en cuestión ese sistema".
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Pide a Podemos que se una a los independentistas
Su discurso se ha desarrollado en una profunda clave nacional. Muy similar al de Podemos cuando habla de "patria", de "gente e instituciones decentes" y al servicio de la gente trabajadora. Precisamente por eso, sabiendo leer el nuevo escenario político y dando a entender que, antes que Podemos, la izquierda aberzale ya hablaba de empoderar al pueblo, ha pedido a "la nueva izquierda española" que sea "honesta". Que cuando descubra que democratizar el Estado en su conjunto "no es posible", se "unan a los independentistas de todo el Estado para iniciar procesos constituyentes", algo para que lo que ve "correlación e fuerzas suficiente" en lugares como Euskadi, Catalunya y Galicia.
El mensaje de Otegi ha sido claro, aunque ha abordado con muchas claves políticas: Prefiere que la izquierda independentista vasca "escuche ahora" en lugar de hablar; ha hecho autocrítica de la gestión de EH Bildu en las instituciones, aunque destacan el orgullo que haberla obtenido "en el momento en que más cuestionadas estaban", y ha pedido a los suyos que superen "viejos esquemas" tanto políticos como "mentales".
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Jamás dejará de luchar
Tampoco se engaña. Sabe que "no habrá proceso independencia sin que algunos y algunas volvamos a pasar por las cárceles", ya que "no tenemos en frente a un Estado civilizado". Pero advierte que jamás dejará de "luchar" por la clase trabajadora vasca y que el Estado español desconoce que "hace tiempo que perdimos el miedo".