MADRID.- Siguen alargando la firma, pero acaban de cerrar el primer bloque del pacto de Gobierno. Los números uno de PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid han dado este viernes el primer paso hacia la investidura de Cristina Cifuentes al dar por cerrado el decálogo anticorrupción.

La popular ha aceptado finalmente las condiciones que todavía permanecían en el aire y que para su hómologo en el partido naranja, Ignacio Aguado, eran"líneas rojas": impulsar que se realicen primarias para elegir a los candidatos y limitar los mandatos a un máximo de ocho años. Con ello ha evitado que C's vuelva a poner freno a la negociación como sí ocurrió antes de que los exconsejeros Lucía Figar y Salvador Victoria dimitieran. 

Ahora, cuando todos dan por hecho que el pacto llegará tarde o temprano -para beneficio no sólo de Cifuentes, sino también de Albert Rivera-, ambos dirigentes siguen escenificando el retraso del acuerdo. Pero lo cierto es que ni quiera el caso de Álvaro Ballarín —el número siete del PP, aún sin resolver hasta que la Fiscalía se pronuncie—, ni las nuevas informaciones de Público sobre los contratos opacos del marido de la conservadora han sido un escollo para que sigan adelante. 

"Nos preocupa que este tipo de informaciones sean la tónica habitual, pero en este caso será la persona afectada la que tenga que dar explicaciones; nosotros haremos lo posible para buscar pactos concretos que pongan coto a la corrupción, pero para eso tenemos que hacer lo posible para que la legislatura avance", ha justificado Aguado su decisión. Cifuentes, por su parte, ha arremetido contra este medio por publicar algo que "nada tiene que ver con la realidad" y ha añadido que en ningún caso "se ha cometido ninguna ilegalidad", por lo que "no estamos incumpliendo ningún punto" del acuerdo anticorrupción, se defendió. 

En el documento, que pasó de tener 10 a 12 puntos el pasado miércoles, ambos partidos han introducido novedades respecto al documento inicial de Ciudadanos. Así, han acordado eliminar definitivamente el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid al que pertenecen expresidentes como Alberto Ruiz Gallardón o Joaquín Leguina -y no sólo despolitizarlo- o ampliar el referente a la "separación inmediata de cualquier cargo público que haya sido formalmente imputado por delitos de corrupción política" añadiendo también "cualesquiera otros que por su gravedad causen gran alarma social". 

Ambos ceden

En el punto polémico de las primarias, C's ha cedido a redactar el documento de un modo más genérico, "similar al firmado en Castilla y León, Andalucía y La Rioja", para, en lugar de pedir expresamente la modificación de la Ley electoral autonómica o una petición al Congreso para que se modifique la Ley de partidos, dejarlo en "comprometerse a que los candidatos sean elegidos a través de un sistema de primarias".  

En contrapartida, el PP aceptó limitar a ocho años la permanencia en su cargo público del presidente de la Comunidad y todos sus consejeros y modificar la ley para que, a partir de la próxima legislatura, un concejal o un alcalde no pueda compatibilizar su puesto con el de diputado autonómico.

Cifuentes volvió a asegurar que, pese a que quien manda en el partido es todavía Esperanza Aguirre, ella tiene autonomía para llevar a cabo estas medidas y aseguró sentirse "cómoda" con todos y cada uno de los puntos aprobados. "Ambos hemos visto reflejadas nuestras posiciones", señaló, repitiendo que a día de hoy es más lo que les une que lo que les separa. Asimismo, constató las buenas relaciones que "desde el primer momento" hubo entre ambos partidos y la "voluntad" de ambos de llegar a un acuerdo cuanto antes. 

Y, mientras ella mostraba su clara intención de empezar la legislatura "lo antes posible", Aguado celebraba este primer acuerdo "histórico". "Hemos conseguido en dos semanas lo que nadie había conseguido en 30 años", se felicitó el número uno de Ciudadanos por haber conseguido salvar "el primer bloque" de la negociación, "indispensable para seguir avanzando", señaló.

La semana que viene podría estar cerrado ya el acuerdo de investidura de la popular

La próxima semana ambos dirigentes volverán a reunirse el lunes y el jueves junto a sus grupos de trabajo para comparar medidas programáticas de Economía y Política Social. "Habrá mucho que discutir y negociar", aventuró el líder autonómico de los naranjas, asegurando que el documento que le presentará a Cifuentes será "el mismo" que ha presentado el partido en otras comunidades. 

De entrada, Aguado reconoció estar "cómodo" con el régimen fiscal actual de la Comunidad, por lo que pedirá al PP "que permanezca como está y que no se suban los impuestos". Además, está dispuesto a realizar una lista de "servicios públicos esenciales no privatizables por ley". Cifuentes, por su parte, afirmó que quiere gobernar "con el programa del PP, no con el de otro partido" pero también indicó que "los puntos de coincidencia con Ciudadanos" en este sentido son "grandes".

Por lo tanto, todo parece apuntar a que la semana que viene podría estar cerrado ya el acuerdo de investidura de la popular. De hecho, Cifuentes -aunque ha señalado que todavía no ha decidido cuál será la organización de su gobierno- ya tiene algunas primeras medidas en mente: la creación de las direcciones generales de Agricultura y Ganadería, y de Atención a personas con discapacidad, así como la supresión de organismos duplicados, avanzó.

De todos modos, por si acaso hubiera sorpresas, pidió el compromiso de Aguado. Tras afirmar que no gobernaría jamás "con el voto de ningún diputado tránsfuga", dijo no temer a un posible "tamayazo", pero sí "a no llegar a un acuerdo para alcanzar la mayoría suficiente" para ser investida. Pero, según las declaraciones de ambos, no parece que vaya a haber muchos impedimentos para que la firma final -la de los tres bloques juntos- llegue más pronto que tarde.