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Nicolás no abandona las fiestas, su alto nivel de vida ni sus citas secretas con Arturo Fernández

Algunas acusaciones quieren investigar quién le financia y cómo hace frente al pago de la nueva vivienda a la que se ha trasladado en un elitista barrio de Madrid

Arturo Fernández, en el chalet de El Viso del pequeño Nicolás.

PATRICIA LÓPEZ

@patricialopezl

MADRID.- La nueva vida de Francisco Nicolás, imputado por el juzgado de instrucción número 2 de Madrid, no está alejada de los políticos ni de sus antiguos amigos empresarios. Según ha sabido Público, desde el mes de diciembre ha acudido a varias fiestas en el madrileño Club Financiero y se ha visto en al menos tres ocasiones con el presidente del Grupo Cantoblanco, y exlíder de CEIM, Arturo Fernández.

La última de estas fiestas de empresarios fue el pasado martes, a la que acudió invitado por la empresaria Blanca Yllera, de Bodegas Yllera. No es el único evento en el que se le ha podido ver esta semana. El viernes pasado el ‘pequeño Nicolás’ también se dejaba caer por la discoteca Zoé, un club restaurante elitista y pijo de la capital donde no pasó desapercibido. “La gente le saluda y se quiere hacer selfies con él. Es la guinda del pastel”, aseguran asistentes al evento.

Más discretos han sido, sin embargo, sus encuentros con el expresidente de la CEIM Arturo Fernández. Fuentes empresariales relataron a este diario que “habían discutido poco antes de que Nicolás fuera detenido, pero después de que saliera la fotografía de la siesta de Arturo en el chalé de El Viso, éste le buscó y se vieron en un lugar privado para hablar de los asuntos que tenían que solucionar”, relacionados al parecer con algunas inversiones que habrían apalabrado.

No ha sido la única vez. A principios de enero ambos coincidieron también en el Club Financiero, cuyo restaurante gestiona el propio Arturo Fernández. “Aunque no se saludaron públicamente sí que hubo un momento en el que ambos desaparecieron a un lugar más reservado”, informaron asistentes al Club. Y al menos una tercera vez más, hace diez días, volvieron a encontrarse en un lugar discreto para “cerrar sus asuntos pendientes”.

Vida de lujo y sin estudiar

El alto tren de vida que Francisco Nicolás Gómez Iglesias está desplegando es algo que quieren investigar algunas de las acusaciones personadas en la causa, que toda vía no han podido ejercer ninguna acción al no estar autorizados por el juez a recibir aún la copia del sumario. “Si no cobra por sus apariciones de televisión, alguien debe de estar financiándole en negro”, destaca una de ellas.

Según ha sabido Público del entorno cercano al presunto estafador, la productora de televisión que está detrás de él le proporcionó un chalé durante el mes de diciembre en Valdebebas, al que Nicolás denominaba “lugar seguro”, además de financiar el estudio pericial de una grabación al comisario de Asunto Internos de la Policía, Marcelino Martín Blas, al instructor policial de la causa y a unos agentes del CNI con el que la defensa del ‘pequeño Nicolás’ ha pedido la nulidad de las actuaciones.

Ahora sin embargo ha cambiado de vivienda al Soto de la Moraleja. Tampoco es él quien la paga, porque como recordó este fin de semana, siempre cobraba “en especie”. Se le puede ver habitualmente por los alrededores de la cadena de televisión donde él y su amiga Isabel Mateos “trabajan” y cuyos empleados, del primero al último, tienen imágenes con y de Nicolás. “Le gusta hacerse querer”, comentan algunos de ellos.

La relación de Francisco Nicolás con sus padres "ha vuelto a ser distante como lo era antes de ser detenido", cuentan los cercanos al presunto estafador. Desde al menos dos años antes de dar el salto a la fama, Nicolás vivía con su abuela en la calle Maudes de Madrid, donde la Policía le detuvo. Les veía poco, " uno o dos días a la semana y ya está. A él siempre le ha parecido que le daba más caché estar con su abuela, viuda de un coronel del Ejército, y con personas de servicio que le trataban a cuerpo de rey". Durante los casi dos meses que estuvo sin salir de casa tras ser puesto en libertad, sí que vivió con ellos, pero porque se trasladaron a la vivienda de su tío materno.

Dice que quiere volver a estudiar y para eso lo más importante es demostrar que sí realizó su examen de selectividad, algo que los investigadores cuestionan tras la aportación al sumario de los DNI falsificados desvelados por Público. La pasada semana convocó a dos programas de televisión a la puerta del rectorado de la Universidad Complutense, aunque finalmente a uno le dejó tirado, y allí declaró que iba a pedir una copia de su examen para que elaborasen una pericial caligráfica y demostrar que él superó dicha prueba preuniversitaria.

Sin embargo, después de que la Policía hiciera esta misma solicitud, en el sumario ya consta la respuesta de las autoridades educativas respondiendo que esos exámenes no se guardan. Por donde no se le ve es por CUNEF, la universidad en la que está matriculado y “lleva sin ir desde mediados del curso pasado”, según uno de sus profesores.

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