Nadie en el PSOE se atreve a revelar si se presentará a las primarias
A pesar de que ya se conoce el calendario, quienes figuran en las quinielas obedecen a Ferraz y guardarán sus cartas hasta después de las europeas. El valenciano Puig es el único barón que pide abrir la elección
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Ya se conoce el calendario: las primarias para elegir al próximo candidato del PSOE para la Presidencia del Gobierno serán a finales de noviembre de este año. Lo decidió el Comité Federal del PSOE el pasado sábado cumpliendo así con el mandato que salió de la Conferencia Política de noviembre, en la que se decidió que sería la siguiente reunión del máximo órgano entre congresos la que establecería las fechas del proceso. Fue la presión de quienes más intereses tenían en presentar a sus candidatos a esas primarias —barones y miembros del sector crítico— la que forzó a cerrar ya el calendario, algo a lo que se resistía la Ejecutiva de Alfredo Pérez Rubalcaba.
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Pues bien, cinco días después de que se conozca esa fecha aproximada las primarias abiertas de los socialistas siguen sin tener candidatos. Ninguna de las figuras que suenan en las quinielas se ha atrevido a dar el paso a pesar de la urgencia con la que desde diferentes ámbitos del partido reclamaban que se fijaran los plazos. Esos supuestos aspirantes han decidido guardar sus cartas hasta por lo menos pasadas las elecciones al Parlamento Europeo del mes de mayo, según reconocían esta semana diferentes diputados y miembros de la dirección del PSOE.
Esas personalidades, entre las que en el partido incluyen como seguras a Patxi López, Eduardo Madina, Carme Chacón o el propio Rubalcaba, cumplen así con lo que les pidió este último el sábado: aparcar el 'desfile' de candidatos para conseguir remontar en las previsiones electorales de las europeas. "Esto no puede ser un pase de modelos, las primarias no pueden distraernos y que todo se circunscriba a eso cuando hay citas muy importantes", resumía el presidente de Asturias, Javier Fernández, uno de los barones más cercanos al secretario general de los socialistas.
Es esta la misma tesis que se defiende por parte de la persona con mayor poder institucional y peso orgánico del partido, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Desde su federación, la más importante en número de militantes, insisten en que una vez que se conoce la fecha "cada uno debe ocuparse de sus responsabilidades" con su electorado para contribuir así a ganar las elecciones y que no se inicie una batalla que podría dividir al partido en función de quienes apoyen a unos u otros candidatos.
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En las filas socialistas se da ya por hecho que Rubalcaba está "con ganas y con fuerzas" para presentarse a las primarias, pero que siguiendo el razonamiento anterior no lo dirá oficialmente "hasta el último momento". En función de los acontecimientos, apuntan, su decisión podría retrasarse "incluso hasta octubre". Desde el entorno de Chacón aseguran que lo importante es que ya se haya fijado una fecha y recuerdan que, por el momento, la exministra sigue dando clases en Miami. No será por tanto hasta su vuelta, prevista en junio, cuando decidirá si se presenta o no a las primarias.
López y Madina ya dejaron claras sus posturas el sábado: aún tienen tiempo de dar el paso y, hasta entonces, hay otras prioridades, dijeron a su entrada al Comité Federal. Y de aquí a los próximos meses podrían así surgir nuevos nombres de los que ya se habla entre los diputados y dirigentes del PSOE, aunque se reconoce que tienen menos peso y posibilidades que los anteriores. En este grupo estarían el líder de los socialistas castellano manchegos, Emiliano García-Page; o incluso el exdirector general de la Policía y de la Guardia Civil Joan Mesquida, o el diputado madrileño Pedro Sánchez.
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Además del temor a dar el paso, justificado desde todas las fuentes del partido consultadas en la proximidad de las elecciones europeas, el debate sobre las primarias también desveló el recelo de los barones por aplicar en sus territorios lo que han defendido a nivel estatal. Quieren primarias abiertas a los ciudadanos para elegir al candidato a La Moncloa pero primarias de sólo los militantes para dar con sus candidatos autonómicos. Fuentes de los socialistas valencianos reconocían ayer las dificultades con las que han conseguido que los líderes territoriales del resto de comunidades avalaran su proceso de primarias abiertas que se celebrará el 9 de marzo.
"Las primarias abiertas deberían ser obligatorias en todos los partidos", se defendía ayer uno de los candidatos a esas primarias del PSPV, el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, marcando las distancias con sus homólogos en las otras federaciones del partido. Por el momento son él y el alcalde de Faura (Valencia), Toni Gaspar, los únicos que han anunciado oficialmente que aspirarán al proceso que se abrió el miércoles con la recogida de avales que se prolongará durante dos semanas.
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Puig asegura estar "muy ilusionado" con las primarias abiertas como manera de "aumentar la participación y reconciliar a los ciudadanos con las instituciones". Su previsión y deseo es que en las votaciones del próximo 9 de marzo participen "como mínimo el doble de militantes" con que cuenta la federación, que tiene unos 16.000 afiliados.