Multitudinario último adiós a Xabier Arzalluz en una misa funeral oficiada en Azkoitia

Simpatizantes y miembros del PNV, junto a cargos institucionales del partido, entre ellos, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y representantes de otras formaciones como el PSE-EE, EH Bildu, Podemos, ERC o PDeCAT y de los gobiernos navarro y catalán han despedido esta tarde en Azkoitia (Gipuzkoa) al expresidente del PNV, Xabier Arzalluz, fallecido este jueves a los 86 años de edad, con una misa funeral celebrada en su localidad natal.

El funeral ha dado comienzo minutos después de las siete de la tarde en la parroquia Santa María La Real de Azkoitia, y, desde momentos antes, cientos de personas se han concentrado en las inmediaciones de la iglesia.

Los restos mortales de Xabier Arzalluz han llegado al municipio guipuzcoano desde Bilbao, donde sus familiares y allegados le han velado desde este pasado viernes en el tanatorio Begoña tras el fallecimiento del líder jeltzale en su domicilio de Galdakao.

Aproximadamente a las seis y veinte ha llegado la comitiva fúnebre y el féretro ha sido introducido en la iglesia entre aplausos y un pasillo de varias ikurriñas a cada lado, mientras se escuchaba algún grito de "Gora Euskal Herria" (Viva Euskal Herria). Tras el féretro, la mujer y los hijos de Arzalluz, junto al resto de familiares y allegados, han accedido al interior de la iglesia.

Al funeral ha asistido el lehendakari, Iñigo Urkullu, junto con los consejeros del PNV en el Gobierno Vasco, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, y los miembros de la Ejecutiva del partido, entre ellos, Joseba Egibar, la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, o el de Bizkaia, Unai Rementeria.

También ha habido representación de otras formaciones políticas en el oficio religioso y, por parte del PSE-EE, ha acudido su máxima dirigente, Idoia Mendia, el presidente del PSE-EE y consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, y el secretario de Organización, Miguel Ángel Morales.

Por parte de EH Bildu, ha asistido su coordinador, Arnaldo Otegi, la portavoz parlamentaria, Maddalen Iriarte, el exeurodiputado Josu Juaristi, y el parlamentario y secretario general de EA, Pello Urizar. También se ha desplazado hasta Azkoitia el cabeza de lista de Podemos al Congreso por Bizkaia a las elecciones generales, Roberto Uriarte, y el diputado de ERC, Gabriel Rufián.

También hay representantes del Gobierno de la Generalitat como los consellers Miquel Buch, Marta Pascal y Eduard Pujol y del Ejecutivo navarro encabezado por su presidenta, Uxue Barcos.

Además, también han querido dar su último adiós al que fuera presidente del EBB del PNV desde que presidió la formación jeltzale en el periodo comprendido entre 1980 y 2004, el exlíder del BNG, Xosé Manuel Beiras, el exsecretario general de ELA, José Elorrieta, el presidente del Museo de Bellas Artes, Miguel Zugaza, o el científico Pedro Miguel Echenique, o el representante de Gure Esku Dago, Ángel Oiarbide.

El funeral ha estado oficiado por el párroco del municipio Félix Azurmendi que en su homilía ha glosado la trayectoria vital de Xabier Arzalluz, una persona influyente y "reconocida en Euskal Herria y fuera por su quehacer". Tras destacar "su vocación" por construir "sociedad y pueblo", ha considerado que el legado que quedará de su figura es "su trabajo, una vida entregada al pueblo", al tiempo que ha incidido en que fue una persona "creyente que tuvo profunda vocación cristiana".

Un hombre "entregado al trabajo en cuerpo y alma, con toda la fortaleza, con cabeza brillante, siendo un hombre recto, creyente en el diálogo y en muchos momentos sabiendo ser puente a favor de la paz".

Asimismo, y tras advertir de que hoy en día "el buen nombre de la vocación política para muchos se ha perdido, perdiendo valor", ha advertido de que cuando ponemos nuestra "propia ideología, estrategia e interés más allá de los derechos humanos básicos, nos volvemos ciegos".

El funeral ha concluido pasadas las ocho de la tarde, momento en que ha salido de la iglesia el féretro entre aplausos y los asistentes, muchos de ellos con ikurriñas, han entonado el "Eusko Gudariak".