Monarquía El juicio en Londres sobre la inmunidad de Juan Carlos ya supera el millón de euros
El rey emérito y su examante Corinna están pagando los desorbitados honorarios de los abogados y procuradores que cobran de 300 a 2.500 euros por hora de trabajo. Un año de preparación, dos días de vista, varios informes de expertos y el proceso administrativo suman con creces el millón de euros, según dos miembros de la abogacía inglesa. Y el que pierda tendrá que indemnizar al que gane.
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londres, Actualizado:
Los juzgados ingleses imitan al festival de Eurovisión: por allí pasan de todas las nacionalidades a exhibir sus talentos y sus vergüenzas. Con la diferencia de que las facturas judiciales son más caras; unas veces, los pleitos van de divorcios de jeques árabes o famosos; otras, de oligarcas rusos y cifras de dinero que ni la lejía logra blanquear; otras, de peleas familiares y negocios turbios. El caso de la inviolabilidad del ex jefe del Estado español y su ex amante danesa flamea entre el desamor, la avaricia y las fortunas, directa o indirectamente procedentes de España. Los que hacen el agosto en pleno invierno son los dos equipos de abogados que defienden a la demandante, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein-Sayn, y al demandado, Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón, tal como aparecen en la documentación oficial o skeletons (resúmenes argumentales) de ambas partes a los que tienen acceso los medios.
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La vista judicial sobre si el emérito es inmune a ser procesado en los tribunales británicos tuvo lugar los días seis y siete de diciembre. Según aventuraron medios españoles, en uno o dos meses se conocería la sentencia del juez Matthew Nicklin, que todavía no la ha emitido. Los abogados de Juan Carlos adujeron exoneración de jefe de Estado ante las tres acusaciones de Corinna: acoso, difamación y vigilancia ilegal por parte del ex rey, del Centro Nacional de Inteligencia, CNI, dirigido por Félix Sanz Roldán y del comisario José Manuel Villarejo. La demanda fue presentada en diciembre de 2020. Ella pide, además del juicio por los tres cargos, una orden de alejamiento de 150 metros de distancia, prohibir a Juan Carlos que la contacte a través de cualquier tipo de comunicación y compensación por la falta de ingresos económicos que le ha causado la supuesta difamación del emérito contra ella en círculos como el rey y príncipes de Arabia Saudí o el sultán de Omán. Aunque Corinna no ha fijado cifra exacta de estas supuestas pérdidas, el Financial Times las calcula en torno a "decenas de millones de euros". Ojo al dato.
El ex rey decía a la realeza árabe o a multimillonarios como Pepe Fajul y Wafiq Said que Corinna le había robado dinero
La danesa ha presentado ante el juez una larga lista de pruebas (dimes y diretes) para justificar los cargos. La más frecuente es que el ex rey decía a la realeza árabe o a multimillonarios como Pepe Fajul y Wafiq Said que Corinna le había robado dinero (30 millones de euros) y no era persona de fiar. En la documentación oficial ella se presenta como "estratégica consultora trabajando con una red de individuos de alta valía y con compañías punteras por todo el mundo". Otro de los motivos de la riña de los ex amantes fue la reclamación de 65 millones de euros, procedentes de la mordida del emérito en la construcción del AVE a la Meca. Ella considera este dinero un regalo, como prueba de amor del exmonarca al que le contestó con un Santa Rita, Rita...
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El juicio de los ex (rey y amante) no es el único envuelto en cifras millonarias. Los juzgados de Londres han puesto el listón alto en estos pleitos. El oligarca ruso Boris Berezovsky demandó a Roman Abramovich por chantaje e incumplimiento de contrato; le reclamaba en 2012 la friolera de 3.500 millones de euros en un juicio que costó 120 millones de euros. El abogado de Abramovich, Philip Sumption, se llevó la mayor cantidad de dinero conocida hasta entonces al cobrar en solitario nueve millones de euros. Berezovsky, perdió y aceptó indemnizar a Abramovich con 40 millones de euros. Se suicidó, arruinado, al cabo de unos meses sin haber pagado a su rival. El abogado Philip Sumption fue criticado, puesto que retrasó su incorporación como juez en el Tribunal Supremo para llevar el tentador y lucrativo caso. Los dos oligarcas se enriquecieron en la privatización de empresas estatales en Rusia. Como Corinna y Juan Carlos, Boris y Roman eran ex colegas.
Los abogados-estrella cobran por hora de trabajo en cifras de cuatro dígitos o con retainer (anticipo), una cifra que ya es alta, no obstante, se dispara hasta el desmán si ganan el caso. En la vista del pasado diciembre, ambas partes (Corinna presente, Juan Carlos ausente) estaban representadas por media docena de letrados. Ella, además, andaba rodeada de varias empleadas de una firma de Comunicación. Su equipo legal está encabezado por Jonathan Caplan y James Lewis y en la segunda fila figuran Adam Chichester-Clark y Andrew Legg, junto a asistentes y procuradores.
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Para defenderse de las acusaciones de la ex amante, el ex rey ha acudido a Clifford Chance, una firma de larga historia en la City en el ranking también de cuatro dígitos o más de mil euros por hora de trabajo
Para defenderse de las acusaciones de la ex amante, el ex rey ha acudido a Clifford Chance, una firma de larga historia en la City en el ranking también de cuatro dígitos o más de mil euros por hora de trabajo. Su equipo está dirigido por Sir Daniel Bethlehem y la académica Philippa Webb junto a una plantilla de letrados de menor rango, con tarifas a partir de 300 euros por hora de trabajo. Abogados de Clifford Chance representaron al barón Thyssen-Bornemisza en el juicio conocido como Thyssen contra Thyssen por el que Heini, contra sus hijos, cambiaba el reparto de la herencia de 2.000 millones de euros. El proceso costó 65 millones de euros e involucró a 15 abogados durante cinco años. Acabó con un acuerdo en febrero de 2002; en abril, el barón murió tranquilo.
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Con estos casos que tintinean en la jurisprudencia inglesa -Escocia tiene traspasadas las competencias de Justicia- y el conocimiento del oficio, dos miembros de la abogacía, que mantienen el anonimato, calculan que el litigo de Corinna contra Juan Carlos supera ya con creces el millón de euros. Pero ni ella ni él parece que tengan que rascarse los bolsillos para pagar los recibos que les llegan. Según una miembro de la abogacía, lo más caro son los honorarios de los abogados, los informes de expertos y los gastos de gestión y administrativos. "Lo primero son 12.000 euros para presentar la demanda al juzgado, el coste de los testigos, 300 euros por cada solicitud judicial, las transcripciones se comparten entre ambas partes, la documentación para una veintena de personas, el alquiler de una sala adjunta a 300 euros diarios, las dietas por día… y ves sumando", enumera la abogada, quien añade: "Participé, y ganamos, hace poco un caso que incluía un tema de jurisprudencia, como el que disputa Juan Carlos; costó más de un millón de libras a pesar de que las tarifas de nuestra firma son mucho más bajas que las de Clifford Chance". Otro miembro de la abogacía, con acceso a los resúmenes argumentales de ambas partes, manifiesta con seguridad que "el trabajo invertido en los skeletons indica que no escatiman en nada, un millón de libras entre ambas partes es un cálculo a la baja".
Los dos abogados consultados coinciden en que un millón de euros es una estimación "conservadora" de lo que les está costando a los ex el proceso judicial que podría prolongarse y aumentar en millones. La sentencia dirá si el emérito está exento de inmunidad o no, no obstante, el caso pinta que podría entrar en el ranking de los millonarios internacionales que acuden a los juzgados ingleses a resolver cuentas con enemigos y pasan por la caja de la abogacía. La fortuna de Juan Carlos, según Forbes y The New York Times, asciende a 1.800 millones de euros, una cifra que hace peccata minuta el coste del pleito que está decidiendo el juez Matthew Nicklin. En el aire está la suerte del ex rey que el 22 de abril de 1977 ya pidió –y recibió- del Sha de Irán 10 millones de dólares para "contribuir al fortalecimiento de la monarquía española". Así labraba su impoluta campechanía: llevaba año y medio de jefe de Estado; se mantuvo hasta 2014.