Moción de censura El PSOE cree que si el PNV apoya la moción, se sumará el PDeCAT
En el PDeCAT hay división interna entre la abstención y el “sí”; mientras ERC, tras dimes y diretes, finalmente se ha inclinado por apoyar a los socialistas en su intento de echar a Rajoy
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madrid,
A contrarreloj, vía teléfono o Whatsapp, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha iniciado los contactos para recabar apoyos a la moción de censura que se empieza a debatir este jueves, y cuyo resultado final sigue siendo una gran incertidumbre.
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Como en los Presupuestos Generales del Estado, la clave está en el PNV, y hay toda una ofensiva de los socialistas para conseguir el apoyo fundamental de los cinco diputados vascos, y también del Gobierno vasco.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) opta en inicio por la abstención, pero está dispuesto a “dejarse querer”
Sánchez ya telefoneó al presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y aunque poco ha trascendido de la conversación, todas las fuentes apuntan a que los nacionalistas vascos no han cerrado la puerta a respaldar la moción de censura. Ortuzar ha anunciado que, de inicio, su posición era la abstención -lo que haría fracasar la moción-, pero también ha trascendido que están dispuestos a “dejarse querer” -según palabras de un dirigente socialista- y a escuchar los planteamientos concretos del líder del PSOE.
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El PSOE sabe que la moción de censura está en manos del PNV y, además, creen que si los nacionalistas vascos le dan su voto, provocará un efecto arrastre en el PDeCAT.
El líder socialista también habló con la coordinadora de los nacionalistas catalanes y, aunque la conversación parece que transcurrió en un tono distendido, de acercamiento y de entendimiento, la postura inicial también del PDeCAT es la abstención. No obstante, hay mucha división interna en el partido, entre los incondicionales a Carles Pugidemont -que optan por que siga Rajoy- y la “vieja guardia” convergente, que tiene más peso en el Grupo Parlamentario en Madrid, y que quiere echar al PP del Gobierno.
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En ERC han anunciado ya que apoyarán la moción. Sánchez también habló con el portavoz parlamentario, Joan Tardá. En el Grupo republicano en Madrid y en el partido, en general, había división de opiniones, pero finalmente la opción mayoritaria de apoyar la moción es la que se ha impuesto.
Desconfianza con Podemos
La primera llamada de Pedro Sánchez, no obstante, fue al líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesia, de cuyo grupo parlamentario espera conseguir su apoyo a la moción de censura.
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No obstante, en las últimas horas ha crecido la desconfianza en el PSOE por los mensajes lanzados desde la formación morada, como los de anunciar que se plantean preparar otra moción de censura si fracasa la del PSOE, y por las manifestaciones de Iglesias planteando que Sánchez debe dimitir si no logra ser presidente del Gobierno.
En la dirección federal, pese a todo, se cuenta con los votos de Unidos Podemos y de sus confluencias, cuyos 71 diputados son esenciales para derrocar a Mariano Rajoy.
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Todo lo contrario pasa con Ciudadanos. Sánchez no habló con Rivera, y se mantuvieron contactos en segundos niveles que nada más sirvieron para certificar las posiciones de cada parte. El partido naranja no apoyará la moción de Sánchez para que sea presidente del Gobierno en ninguna circunstancia y el único objetivo de esta formación en que se convoquen elecciones de forma inmediata. Es decir, miran más a conseguirlo forzando al Gobierno.
Así las cosas, este miércoles se avecina otra jornada de contactos, negociaciones y propuestas, pero todo indica que nada se sabrá hasta que llegue la celebración del pleno y se conozca concretamente y con más detalles la propuesta que Pedro Sánchez plantea y, sobre todo, el calendario electoral. Como dice Tardá, que siempre se ha caracterizado por su sinceridad, “todo se decidirá en el último minuto”.