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manu levin - titulares al banquillo

Los medios, la tradición y el Colegio Mayor Elías Ahuja

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madrid,

En líneas generales, hay un rechazo transversal en el sistema mediático contra el comportamiento de los cayetanos del Colegio Mayor Elías Ahuja. Prácticamente todos los medios lo califican de "machista" y lo censuran.

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Un poco en sintonía con la "condena" general que han hecho todos los portavoces de los partidos políticos, también los de la derecha, que han considerado que lo que se veía en el video era demasiado impresentable como para decir algo diferente. Pues los medios, tres cuartos de lo mismo. Por eso creo que lo que se ve en el vídeo y el escándalo que ha generado por un lado es un síntoma, paradójicamente, de un avance del feminismo (porque esto no es algo que pase ahora, lleva pasando décadas, pero ahora sí escandaliza).

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Y por otro lado es un síntoma de la propia necesidad del feminismo y de la educación sexual, ¿no? Porque el hecho es que sigue pasando y lo que decían esos energúmenos sigue formando parte de la cultura con la que nos relacionamos, que es una cultura machista. Pero el caso es que casi todos los diarios y televisiones han salido a calificar de "intolerable" el comportamiento de esos estudiantes pijos.

Generar todos los días las condiciones culturales para que eso suceda y después censurar hipócritamente las consecuencias de esa cultura cuando se manifiesta en los jóvenes de forma que resulta indefendible.

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Crear monstruos y después castigarlos, pero sin cuestionar lo que les lleva a comportarse así, al contrario: defendiendo y contribuyendo a las condiciones que llevan a esos comportamientos. Es como: defiendo una sociedad brutalmente desigual que genera pobreza y delincuencia pero después digo que hay que castigar duramente a los delincuentes comunes que son producto de esa desigualdad.

Pues esto igual, es como: defiendo y propago valores machistas y misóginos pero luego lloro cínicamente y me quito el cinturón para azotar a los individuos en los que se encarnan esos valores machistas que difundo cada día. Propagar una enfermedad y después escandalizarse mucho cuando se ven sus síntomas. Así funciona. 

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Lo primero, hay que decir que también ha habido "medios" que han defendido abiertamente a los cayetanos del Elías Ahúja. Por ejemplo, Manu de Castro, trabajador de 7NN, el canal de televisión vinculado a Vox y a la fundación franco. Pues dice: "Caso Colegio Mayor Elías Ahúja: no es machismo, es una tradición".

O ahorcar a personas negras en cruces en Alabama. Pero en el campo cultural de la derecha a menudo se interpreta que si algo es una "tradición" significa que es bueno, ¿no? O como mínimo sirve para disculpar un poco el comportamiento.

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El caso es que muchos otros medios de derechas, aunque no hacen esa defensa abierta de la "tradición" como hacía 7NN, sino que la critican, en el fondo también entran a ese marco mental. Mirad este titular de Antena 3: "La 'tradición' de los cánticos con letras machistas y vejatorias en los colegios mayores". El Mundo: "La tradición de gritar a las alumnas del Santa Mónica: 'Era un clásico escuchar Mónicas, putas todas las noches"'. 

Y hay un montón de titulares y contenidos mediáticos con esto de la tradición. Que es verdad, insisto, que estos medios no "perdonan" la conducta de esos cayetanos por tratarse de una "tradición", pero el hecho es que se plantean el debate en esos términos ¿Pensáis que si quienes hubieran agredido verbalmente a un grupo de chicas hubieran sido, en vez de hijos de ricos, menores inmigrantes, en los medios españoles se plantearía un debate en términos de "tradición"?

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"Hay que expulsarlos porque no respetan nuestras tradiciones", dirían seguramente. También ha habido algunas sesudas reflexiones como la de Chapu Apaloaza en La Razón, en la que afirma que las chicas del colegio de enfrente "parecían contentas". Se pregunta si el problema con este caso es "que los protagonistas sean españoles, pijos, blancos y sobre todo católicos" (oprimidos todos, el mundo al revés), y concluye diciendo: "Igual es que hay una edad para escandalizarse de lo que se dicen los chicos antes de una capea y otra para preguntarse: '¿Dónde es la capea?'". Vamos, que no es pa tanto, son cosas de chavales, es la edad. 

Otra columna "curiosa", por decirlo de alguna manera. La firma Juan Soto Ivars en El Confidencial. Se titula: "¡Ninfómanas!". "¡Pardos!". Sobre el ritual de apareamiento en los colegios mayores". Ivars afirma que "el escándalo nacional" en torno al vídeo le parece "delirante", y enmarca lo sucedido, en una especie de análisis freudiano, como un rito, un juego, que no ha de entenderse con los mismos códigos que rigen en la sociedad en otro tipo de situaciones, digamos, normales. 

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Un juego. O un "rito", dice también ¿Y qué? También era un "rito" llevar de putas a adolescentes de 15 años para "iniciarlos" en la vida sexual, y el bulliyng es un "juego" también, una forma de jugar, por qué no. O esa canción infantil que cantaban las niñas en los colegios jugando a las palmas, que decía: "Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar, pero no pudo jugar porque tenía que planchar. Así planchaba así, así; Así planchaba así, así; Así planchaba así, así; Así planchaba que yo la vi".

Eso es un juego también, así que todo bien, ¿no? No lo malinterpretemos, hombre. Ivars también dice en su columna: "Se puede extrapolar que esa forma de jugar con las de enfrente está directamente relacionada con las violaciones. Pero para esto habría que buscar pruebas, y demostrarlo, y no están por la labor. Queda bien decir que hay una relación causal entre una cosa y otra, pero hay opinión". Es el mismo argumento que defendía ayer Juan del Val en La Roca, programa de La Sexta. Del Val, por supuesto, criticó el comportamiento machista de los cayetanos del colegio Mayor, señalando que era intolerable y que hay que erradicarlo, pero también dijo esto: "Una exageración". 

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