El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha advertido este martes al ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, de que suspender la autonomía catalana si se mantiene la hoja de ruta soberanista no impedirá el proceso: 'No piensen que con esto se frenará el curso de la Historia'. Lo ha afirmado en el Debate de Política General del Parlament después de que Margallo haya dicho en un desayuno informativo de Europa Press, al preguntársele si es posible una suspensión de la autonomía, que su gobierno aplicará 'toda la ley' si es necesario.

Mas ha contrastado la actitud del Ejecutivo británico, que ha hecho posible que un referéndum en Escocia, con la del Gobierno español, y ha dicho al PP: 'No se sorprendan si hay gente en este país que piensa que quizás ha llegado el momento de querer construir de forma diferente'. 'Son dos fotografías radicalmente distintas. ¿Dónde les gustaría vivir?', ha preguntado el presidente dirigiéndose a los diputados del PP, y ha hecho una encendida defensa del derecho a decidir.

Artur Mas ha dicho que hasta ahora, nunca nadie ha llegado 'tan lejos' como Margallo y ha instado a la líder del PP catalán, Alícia Sánchez Camacho, a dar explicaciones sobre las tesis del ministro. Según Mas, desde el Gobierno central y el PP se mantiene un doble discurso: mientras está apelando a la legalidad, 'incumple las leyes siempre que es necesario', y le ha puesto varios ejemplos.

Así, ha acusado al Ejecutivo de estrangular a Catalunya a nivel económico y de quedarse con el dinero que correspondería a la Generalitat mediante los objetivos de déficit que impone a las autonomías. También ha instado al PP a no plantear el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) como algo positivo, porque no es un dinero que el Estado da a las autonomías, sino que se trata de un préstamo con intereses.

Mas ha dicho que, mientras Camacho asegura que los catalanes se oponen a la secesión, él adopta una actitud distinta: 'No me atrevo a decir que los catalanes quieren la independencia. Me atrevo a decir que queremos saber si todos la quieren'. Tras preguntar irónicamente a Camacho si tiene una bola de cristal, ha asegurado que, a diferencia de ella, él no cree que el catalanismo haya muerto tras el caso Pujol: 'Veo un montón de catalanistas en la calle'. 'El catalanismo no ha muerto; está más vivo que nunca, pero de otra manera', porque ahora ya no pide al Gobierno competencias y recursos, sino que quiere una consulta, una reivindicación que comparten el 70% de los catalanes con independencia de ideologías y ascendencia.

Según Mas, el PP teme saber cuál es el deseo de los catalanes: 'Les horroriza tanto la respuesta y el hecho de que pueda haber una pregunta, que lo combaten todo por tierra, mar y aire'. En cualquier caso, el presidente tiene claro que el PP no ha logrado 'doblegar' a los catalanes, pero que hay gente que ya no tiene miedo al Estado y que incluso hay quienes ya han desconectado de él.