Lobato resiste las presiones del PSOE de Madrid para que dimita mientras Ferraz mira desde la barrera
Las explicaciones dadas por el secretario general de los socialistas madrileños incendian aún más los ánimos internos. Sus críticos ya levantan la voz públicamente y piden la convocatoria de los órganos de dirección.
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madrid, Actualizado:
Martes, 9.30 horas. Asamblea de Madrid. Juan Lobato ofrece una brevísima declaración ante los medios que había sido convocada poco más de una hora antes. No hay preguntas. Tampoco, según señalan quienes critican su actuación, respuestas. El secretario general del PSOE de Madrid sigue en su posición y lanza algunos recados entre líneas. Tanto para sus propios compañeros como para Moncloa y, por último, al PP de Isabel Díaz Ayuso.
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Con esa imagen comenzó la jornada del martes. La segunda de una semana convulsa a nivel interno para los socialistas madrileños con sus ecos en el Gobierno de Pedro Sánchez y en Ferraz. Todo apunta que, ni mucho menos, el tema está agotado. Las explicaciones dadas por Lobato este martes de hecho han incendiado todavía más los ánimos.
Una de las novedades principales respecto al lunes es que al menos un par de cargos de cierta relevancia en el PSOE de Madrid han alzado la voz de manera pública. Se trata de Reyes Maroto, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, por un lado, y de Fran Martín, delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, por otro. Ninguno tiene responsabilidades orgánicas en la Ejecutiva de Lobato pero sus pronunciamientos son significativos.
Maroto señaló que Lobato "tiene que dar explicaciones a la militancia porque claramente se tiene que volver a ganar su confianza". La portavoz municipal pidió que se convocara un Comité Ejecutivo "de manera extraordinaria y lo antes posible" para someterse a una cuestión de confianza. Por su parte, Martín reclamó "explicaciones más sólidas" al líder de los socialistas madrileños y la convocatoria también del órgano de dirección.
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Desde este órgano, la dirección propiamente dicha de Lobato, son numerosas las voces que reclaman ya a Lobato que dé un paso al lado. Y desde luego que convoque al órgano en cuestión, algo para lo que este martes han presionado a nivel interno. "No puede ser que haya dado más explicaciones en los medios de comunicación que a sus propios compañeros", señala una de las fuentes consultadas. En la Ejecutiva, por cierto, está Pilar Sánchez Acera, la persona cuyos mensajes llevó Lobato a la notaría, hecho que desatado la desconfianza en él y mensajes de "traición" y "deslealtad".
"Mientras más tarde en dimitir más daño hace al partido", señala uno de los dirigentes consultados. "Con que deje de hacer daño yo me conformaría", señala otra de las fuentes consultadas, en la misma línea. "Las declaraciones de este martes las ha hecho en la Asamblea y debería haberlas hecho en la sede del partido", apunta una tercera de las fuentes consultadas. "Su estrategia es personalista y de autoprotección", insisten. "Está manteniendo el pulso", indica otro dirigente.
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Pero la frase más extendida fuera de la federación madrileña es que "no entienden" los movimientos de Lobato en la notaría. Y otro mensaje que se repite entre diferentes cargos es que la situación no beneficia al conjunto del partido, menos a pocos días del cónclave de Sevilla.
La solución, si Lobato no dimite, no es nada fácil a nivel estatutario. En 2017 se cambiaron las normas para evitar casos como el que le ocurrió a Sánchez en 2016. En esos momentos, una dimisión en masa de su Ejecutiva desembocó automáticamente en que una gestora tomara el mando. Esa vía no es posible. Hay quien baraja numerosas dimisiones para intentar forzar a Lobato a echarse a un lado. Pero tampoco el movimiento, ni de unos ni de otros está todavía claro.
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La resignación, si Lobato no cambia de idea, se comienza extender entre los críticos con el líder de los socialistas madrileños. La dirección de Ferraz tampoco va a tomar cartas en el asunto. "Tendrá que responder él ante su militancia y sus dirigentes. No vamos a entrar", señalan fuentes de la cúpula socialista. La cercanía inminente del Congreso Federal y la convocatoria también muy próxima del proceso autonómico es una de las razones para dejar hacer por parte de Ferraz.
El 7 de diciembre se tienen que presentar ya las precandidaturas para las primarias y antes, el día 5, debe celebrarse el Comité Regional como pistoletazo de salida. Varias voces socialistas reclaman que algo se tiene que mover antes porque Lobato "no está en condiciones" ni siquiera de acudir al Congreso Federal del PSOE de Sevilla que comienza el viernes como cabeza de la delegación madrileña.
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Ese mismo día, por la mañana, declarará ante el Tribunal Supremo como testigo de la presunta revelación de documentos confidenciales de la pareja de Ayuso, Alberto González Amador. Por la tarde lo hará el implicado de forma directa, "delincuente confeso", según recuerdan los socialistas.
De hecho, la vicepresidenta primera María Jesús Montero quiso poner el foco en él en unas breves declaraciones en el Congreso en las que esquivó mencionar a Lobato. "Uno no puede desviarse de lo importante de este tema, hubo una presidenta que a través de su jefe de gabinete mintió sobre la situación procesal de esta persona. Poco hay que desviar el foco de eso que es lo importante", señaló.
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Mientras, los pasos que dará Lobato a nivel interno son todavía una incógnita. Tiene la opción de aguantar como si nada hasta la semana que viene, de ir o no al Congreso de Sevilla, de dimitir antes o ir con todo a presentar su candidatura para ser reelegido. De todas ellas, esta última opción parece, así lo ven la mayoría de fuentes consultadas, la menos probable. Y en el horizonte comienza a vislumbrarse la irrupción de Óscar López como alternativa aunque nadie todavía lo quiere dar por hecho.