La lista única sin políticos y condicionada a unas elecciones constituyentes sacude el tablero político catalán
La ANC y Òmnium Cultural avalan una candidatura unitaria sin partidos para el 27S,
pero la CUP condiciona su aval a que no sirva para gobernar sino para medir el apoyo
del independentismo y como previa a la celebración en pocos meses de unos nuevos
comicios, que serían constituyentes.
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BARCELONA.-A menos de tres meses para las elecciones catalanas del 27 de septiembre, todavía se desconoce qué listas se presentarán y prácticamente a diario salen a la luz nuevas propuestas que sacuden un tablero político cambiante. Cuando parecía que la iniciativa había pasado a manos de la candidatura de la confluencia de izquierdas que están cerrando Podem, ICV, EUiA y Procés Constituent (PrC), la propuesta de lista unitaria independentista sin políticos en activo ha variado el escenario, sobre todo después de los matices introducidos ayer por la CUP que implicarían la celebración de unas segundas elecciones autonómicas en pocos meses, a las que se daría un carácter constituyente.
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Para que el planteamiento sea viable, sería necesario que esta lista ganara claramente los comicios y fuera imposible la formación de una mayoría alternativa, dando por supuesto que la más que probable Catalunya en Comú -con este u otro nombre- no pactaría en ningún caso con PP o Ciudadanos. Una vez constituido el nuevo parlamento se haría imposible la investidura de ningún presidente -ya que la lista civil no presentaría candidato e impediría la elección de cualquier persona de las otras formaciones-, de manera que pasados dos meses de la primera votación se deberían convocar nuevas elecciones, a celebrar probablemente en febrero. Estos nuevos comicios, según expuso Arrufat, tendrían un carácter “constituyente” y ya concurrían los partidos políticos con candidaturas separadas, ya que también existiría el compromiso de que la lista unitaria del 27-S no volvería a presentarse. Obviamente, aquí los resultados y las posteriores alianzas podrían ser otros. Durante este interregno, Artur Mas se mantendría como presidente en funciones, pero sin capacidad legal para evitar la convocatoria de las nuevas elecciones, planteadas como constituyentes.