entrevista a la secretaria de estado de agenda 2030
Lilith Verstrynge: "El proyecto de Yolanda Díaz tiene pinta de ser más independiente y llegaremos en paralelo a un mismo fin"
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madrid, Actualizado:
Lilith Verstrynge (Madrid, 1993) asumió la Secretaría de Estado de la Agenda 2030 en julio, cuando la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, decidió relevar a Enrique Santiago de ese puesto. La salida del líder del PCE del Gobierno se produjo tras el choque entre Podemos e Izquierda Unida en las elecciones andaluzas a la hora de configurar la candidatura de Por Andalucía, un episodio que ha dejado bastante tocado al espacio de Unidas Podemos.
Lilith Verstrynge (Madrid, 1993) asumió la Secretaría de Estado de la Agenda 2030 en julio, cuando la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, decidió relevar a Enrique Santiago de ese puesto. La salida del líder del PCE del Gobierno se produjo tras el choque entre Podemos e Izquierda Unida en las elecciones andaluzas a la hora de configurar la candidatura de Por Andalucía, un episodio que ha dejado bastante tocado al espacio de Unidas Podemos.
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En esta entrevista con Público, la primera desde que asumió su tarea como secretaria de Estado, Verstrynge elogia la trayectoria política, las capacidades y el trabajo desempeñado por Santiago, y señala su relevo como una "remodelación de equipo" que permite al departamento hacer hincapié en cuestiones como el feminismo o el refuerzo de su dimensión internacional.
Como secretaria de Organización de Podemos, defiende que el partido tiene "una gran estructura territorial" que no se priorizó en su momento por la acelerada coyuntura política y electoral, pero a la que solo le faltaba "dedicarle más tiempo y manos". Verstrynge fue la primera dirigente de la formación morada en definir a Sumar, el proyecto de Yolanda Díaz, como un "aliado electoral". De la reconfiguración de la izquierda, de la inflación, del toro de La Vega y la tauromaquia, y del futuro de Unidas Podemos habla en esta entrevista la secretaria de Estado de Agenda 2030.
¿Cuáles son los principales asuntos que tiene pendientes la Secretaría de Estado de la Agenda 2030 hasta el final de la legislatura, dentro de un año?
Precisamente como queda un año había que darle una vuelta un poco a la situación y meter el acelerador a la Agenda 2030. Ahora lo que vamos a hacer es priorizar tres ejes: las cuestiones internacionales o cómo llevar el trabajo y las leyes vanguardistas que estamos haciendo en el Gobierno de España hacia afuera, contarlas en diferentes sitios, países de la Unión Europea y también en otras partes; el eje ecologista y animalista, donde se enmarca la cuestión de que hayamos llevado ante la Fiscalía el toro de La Vega, su paralización; y también estamos viendo cómo estructurar un tercer eje que tiene que ver con temas de desigualdad porque desgraciadamente, debido a todos los acontecimientos repentinos e imprevistos que se han venido produciendo en estos tres años de gobierno, los datos de desigualdad, a pesar de que las políticas públicas que impulsa el Gobierno han venido a intentar mitigar los efectos, siguen siendo preocupantes y hay que mejorarlos.
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Desde hace algún tiempo se avisa del otoño e invierno "difíciles" que se avecinan como consecuencia de la guerra de Ucrania y de la inflación. ¿Qué se puede esperar de los próximos meses? Suena un poco a "prepárense para lo peor" y da sensación de vértigo. ¿Deben estar las familias preocupadas por esto?
Yo creo que no. No es ninguna tontería cuando nosotros decimos que es una gran suerte tener un Gobierno de coalición progresista en España que, efectivamente, no es el mejor gobierno que podríamos imaginar, pero es el mejor gobierno que podemos tener, porque sí que se ha visto claramente que cuando hay una situación de gravedad o de crisis económica la reacción del Gobierno ha sido muy diferente. Todas las cabezas y todas las ideas están puestas en que la gente sufra lo menos posible la crisis. Más que preocupados, lo que hay que estar es preparados; sobre todo el Gobierno tiene que estar preparado para seguir avanzando y llevando adelante todas estas políticas, desde el tope del gas que hemos impulsado desde Podemos, hasta el impuesto a la banca, a las grandes eléctricas... Todas esas medidas, también la propuesta de la cesta de la compra, van destinadas a mitigar todos los efectos de la crisis. No hay que estar preocupados, hay que estar listos.
¿Está avanzando la negociación presupuestaria con el PSOE? ¿Han logrado compromisos en materias como la ley de familias, el desbloqueo de la ley de vivienda, la tarifa de transporte público de 10 euros o la derogación de la ley mordaza?
Creemos que, como son los últimos Presupuestos, hay que salir de la urgencia de todos estos imprevistos de pandemia, crisis y guerra que nos han obligado a tomar medidas de última hora y pasar a resolver a través de estos Presupuestos problemas estructurales que sufre la ciudadanía española. Eso pasa por las ayudas para las familias, los 100 euros por niño o niña, el abono transporte que nosotros proponemos, una tarifa plana de 10 euros permanente que se aplique en todas las comunidades autónomas; también todo el tema del plan corresponsables, las ayudas a la dependencia... Ahora mismo lo importante es que todos los problemas estructurales puedan verse solventados o tengan un apoyo económico a través de los Presupuestos Generales. Sobre si están avanzando las negociaciones, nosotros vamos a estar siempre dispuestos a esa negociación, ya han empezado esas reuniones y confiamos en que sean una realidad pronto porque hacen mucha falta.
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Pedro Sánchez enarbola ahora un discurso en el que se señala a las grandes empresas y a los poderosos para que arrimen el hombro en una situación económica complicada. ¿Es una estrategia de Gobierno pactada con Unidas Podemos? ¿Han hecho una reflexión conjunta en el Ejecutivo?
Lo que esto transmite es que todo el empuje que está poniendo Podemos dentro de ese Gobierno de coalición está teniendo efectos. Primero en el discurso del presidente y ahora, en la segunda etapa, debería traducirse ese discurso, ese giro a la izquierda que hemos visto desde el debate del estado de la nación a hechos concretos, y no en cuestiones puntuales en las que excepcionalmente el PSOE nos da la razón y adopta o hace suyas propuestas que salen de Podemos, sino de manera regular, que pase del discurso a los hechos y no sea todo una negociación constante, que pase a ser la norma.
Más allá del discurso, ¿ven una diferencia clara o un giro entre el Sánchez que defendió la subida del gasto militar como prioridad en los PGE y el que señala a Botín o a Sánchez Galán por las protestas frente a las medidas desplegadas por el Gobierno?
En realidad, lo que demuestra eso es que teníamos razón cuando decíamos que había que ser valientes y ambiciosos en las políticas. Eso significa simplemente que el presidente del Gobierno es consciente de que lo que más rédito electoral genera y más gusta a la ciudadanía, lo que más le da, son esas políticas valientes, y que lo que tiene que hacer es incorporarlo al discurso y al día a día en las políticas que lleva a la práctica. Sin duda ha habido un giro, que esperábamos todos en el debate del estado de la nación para ver cuál era la reacción del presidente y hacia dónde iba a ir este último año de gobierno, y creo que es una buena noticia que haya hecho caso a su socio de Gobierno.
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El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, anunció que su grupo presentará una enmienda en el Congreso a la ley de bienestar animal aprobada en Consejo de Ministros para que los perros de caza queden fuera de la norma. Se suponía que incluir a estos animales en la ley estaba pactado con los socialistas en el seno del Gobierno. ¿A qué responde esta enmienda?
Todas estas cuestiones están sujetas a negociación y hay que ver cómo terminan de cerrarse y acordarse con el PSOE. Tú lo has dicho, es un acuerdo del Gobierno de coalición, estaba en el acuerdo, y esperamos y confiamos que salga adelante y no haya ningún problema con esto. Si por nosotros fuese, te puedes imaginar que incluso en la ley de protección animal estaría incluida, por ejemplo, la tauromaquia.
Esto que comenta tiene que ver con el recurso que han presentado para acabar con el toro de La Vega. ¿Se celebrará este año? En ese caso, ¿sería su último año?
Parece que en los últimos días se han movido las cosas mucho y ha habido alguna reacción también por parte del lado socialista del Gobierno y que incluso ha habido reacción del Gobierno autonómico [de Castilla y León], vamos a ver si llegamos y estamos a tiempo. La realidad es que fuimos muy temprano a registrarlo a la Fiscalía y que, desde luego, si es una fiesta que lleva sin celebrarse los tres años de pandemia no tiene ningún sentido retomarla trampeando el reglamento autonómico, que es en realidad lo que está haciendo el ayuntamiento [de Tordesillas], porque ellos mismos se han impuesto unas reglas que no están cumpliendo.
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Además, aprovechando ese parón de la pandemia es el momento de repensar esa fiesta y de decir que somos capaces de disfrutar de unas fiestas populares en las que no hagamos apología de la cultura de la muerte y del sufrimiento de un animal que está indefenso, y podemos pasárnoslo bien sin necesidad de torturar o de generarle cualquier tipo de malestar o maltrato a un animal como el toro. Confío en que lleguemos a tiempo. También estamos estudiando cómo solucionar cuestiones más estructurales; no hemos podido introducir la tauromaquia en la ley de bienestar animal, pero estamos viendo cómo sacarla de ese escudo protector que tiene como patrimonio cultural desde el momento en el que en el 2013 el PP solo con sus votos lo traslada desde el Ministerio del Interior y sus competencias al Ministerio de Cultura, y la tauromaquia automáticamente pasa a estar blindada en España cuando estamos viendo que las plazas de toros se vacían progresivamente y el pueblo español no asiste con fervor a estas situaciones de maltrato animal. Para nosotros es prioridad y vamos a ver si podemos empujar más.
El próximo año es electoral. ¿Cuáles son los principales objetivos de Podemos? ¿Está el partido preparado para el ciclo que se avecina?
Nuestro principal objetivo es que como ahora estamos en una situación en la que hay mucha incertidumbre y falta seguridad en el día a día de la ciudadanía, lo que nosotros hagamos a nivel electoral y como partido tiene que darle mucha seguridad y certezas a la gente. Eso pasa por candidaturas sólidas, comprometidas, con caras visibles reconocibles, que se abran a la ciudadanía pero que a la vez den esa seguridad a la ciudadanía que la situación actual resta. En eso estamos, estamos preparados, llevamos preparándonos un año, desde que Ione Belarra llegó a la Secretaría General y yo a la Secretaría de Organización. Queda mucho por hacer pero la realidad es que todos los días estamos trabajando en ello y va bien
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Una de las principales brechas de Podemos es la territorial. La formación no había logrado enraizar en municipios y comunidades como hubiera querido, y eso, entre otros factores, ha provocado más de un revés electoral. ¿Es posible cerrar esta brecha antes de las municipales y autonómicas? ¿Qué se ha hecho hasta ahora?
Es en realidad en lo que más estamos trabajando. Es cierto que cuando asumimos estas responsabilidades éramos muy conscientes de que Podemos había priorizado, también por las circunstancias y por los ciclos electorales que se iban siguiendo de manera muy acelerada, toda la parte comunicativa porque era muy importante para la organización política estar presentes en medios de comunicación, poder contar nuestras propuestas políticas y que se nos viese. También por la juventud de la organización política no había dado tiempo a generar unas estructuras como las que podían tener el PSOE y el PP con sus años de historia. Nosotros tenemos ocho años de vida y hay cosas que habíamos tenido que ir postergando.
Lo que llevamos haciendo desde hace un año es comprobar que esas estructuras están bien enraizadas, están bien colocadas, que todos los cargos orgánicos están pendientes de lo que tienen que hacer, los candidatos están elegidos y las listas se hacen en los mejores términos. Hemos hecho cosas además que permiten a la gente de Podemos reconocerse dentro de la organización y tener una cierta identidad. Eso pasa por eventos concretos que van repitiéndose en el tiempo, desde la Universidad de Otoño hasta el encuentro municipalista, las plenarias que vamos a hacer con cargos públicos y parlamentarios... Cosas que permitan compartir las ideas, vernos entre nosotros y dibujar la hoja de ruta de manera conjunta. Muchas veces el problema en las organizaciones políticas, y esto pasa en todas independientemente de los años de historia que tengan, es la dispersión, es que muchas veces no hay contacto entre las direcciones y el concejal y el militante de base que todos los días va a sus asambleas o a su círculo.
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¿Y se han puesto en marcha iniciativas para corregir esa dispersión y lograr una acción conjunta?
Sí. Cojo el ejemplo de los concejales y de los cargos locales. Hacía bastante tiempo, también por la situación de pandemia, que no había encuentros municipalistas, formación a concejales o trabajo conjunto en mociones que se pueden hacer de manera coordinada. Llevamos un año en el que los encuentros municipalistas son recurrentes, las reuniones son prácticamente semanales, hay formaciones de todo tipo, desde presupuestos hasta cuestiones discursivas y comunicativas... Hay un trabajo muy en el día a día de la mano de todos los cargos. Evidentemente queda muchísimo por hacer porque hay muchos niveles y hay muchos cargos. Podemos en realidad nunca ha sido consciente de la gran estructura territorial que tenía, porque sí que existía. El tema era quizá dedicarle más tiempo, ser capaces de dedicarle más tiempo y más manos.
Usted fue la primera dirigente de Podemos en señalar a Sumar como "un aliado electoral". ¿Se ha tomado la decisión de no formar parte de un mismo espacio orgánico con el proyecto de Yolanda Díaz?
Hay varias cosas, y la primera es que queda tiempo para que veamos cómo se van solucionando todas estas cuestiones, queda más de un año. La segunda es que todos estamos en ese proceso de ponernos en marcha, a disposición, y llegar en las mejores condiciones al final del camino. La tercera es que no cabe ninguna duda de que Yolanda sigue siendo nuestra candidata; fuimos los primeros en proponerlo, nadie duda de las capacidades políticas que tiene porque creemos que efectivamente es la mejor candidata y la persona que puede llegar a más sectores, a gente joven, a gente de sectores quizá más desapegados de la política o quizá más enfadados con la clase política. La realidad es que tenemos que ir viendo cómo evoluciona el proyecto de Yolanda, que tiene pinta de ser un proyecto más independiente que se va construyendo en sus tiempos y sus formas, y nosotros tenemos nuestra tarea que es apoyarlo a la vez que nos preparamos. La realidad es que llegaremos paralelamente a un mismo fin.
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La vicepresidenta segunda ha rechazado una "suma de siglas" de cara a las elecciones, y ha señalado los comicios de Castilla y León y Andalucía como ejemplos de fracasos de determinadas fórmulas de coalición. ¿Es lo que plantean ustedes, una suma de siglas?
Lo que plantea Podemos es que intentemos pensar o dedicarle tiempo a pensar cómo hay que organizarse y presentarse llegado el momento, pero intentando que esto no ocupe todo el tiempo político de nuestra organización. Estamos en un momento muy complicado, todavía queda un año de gobierno, hay mucha política por hacer y cuanta más política se haga mejor será el proceso. Si te fijas, países como Chile o Francia no le dedicaron tanto tiempo a pensar cuál iba a ser el método por el cual iban a presentarse a las elecciones; todos tenían su proyecto político, su plan, y llegado el momento en el que efectivamente había que coaligarse y pensar en el modo en el que iban a presentarse a las elecciones se tomaron una serie de decisiones, se reunieron las direcciones y se empezó o bien con un frente o bien con una asociación electoral. Yo creo que será muy similar aquí y que las cosas de manera natural llegarán a buen cauce.
Su predecesor en la Secretaría de Estado de Agenda 2030 fue Enrique Santiago, secretario general del PCE. Hay quien vio en el relevo de Santiago una consecuencia de la desconfianza instalada entre Podemos e IU en el último año. ¿Cree que fue este el motivo?
Yo conozco a Enrique desde que entré a la política de manera más formal. Para mí siempre ha sido un cargo político espectacular, un muy buen diputado, una persona comprometida con su trabajo y muy capaz políticamente. Lo primero que yo tengo que decir es que hay que reconocerle todo el trabajo que ha desempeñado en la Secretaría de Estado de Agenda 2030, lo mismo que a Ione Belarra cuando le tocó en su momento y después como ministra. Lo hemos visto durante este año y, en realidad, en todos estos años de historia democrática: los cambios en el Gobierno en muchas ocasiones son naturales, se dan simplemente porque tiene que haber o bien remodelación de equipos o bien cambio de estrategia o priorizar algunas cosas. En nuestro caso se decidió que íbamos a priorizar estos tres ejes que te comentaba: las cuestiones feministas por ser mujer, joven y feminista; las cuestiones ecologistas, temas como la desigualdad o cuestiones internacionales. Se entendió que este tenía que ser el cambio. En cualquier caso, hay continuidad con las políticas que venía desempeñando Enrique porque todos seguimos trabajando en el mismo espacio político y creo que la cuestión ahora es ver cómo podemos darle ese último empujón a este año.
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¿Estamos ante el final de la alianza entre Podemos e Izquierda Unida que se inició en 2016? ¿Esta es la última legislatura de Unidas Podemos?
Cómo se reconfigura el espacio político lo va a decir el tiempo, y creo que hay que naturalizarlo. Estamos en un momento de muchos cambios; nosotros cuando hicimos el cambio de dirección era también porque consideramos que los partidos políticos no tienen que ser estructuras rígidas a las que los ciudadanos se adapten, sino al revés. El partido político tiene que adaptarse a la sociedad y a los cambios de la sociedad, por eso nosotros decimos que no somos un partido tradicional al uso, sino una herramienta a disposición de lo que demande la sociedad. Creo que pasa lo mismo con el espacio político, que evidentemente tendrá que ir evolucionando. Nunca hemos tenido miedo a esos cambios, hemos tenido cambios de nombre, pactos entre organizaciones políticas y acuerdos, alianzas electorales... Creo que eso es lo que tiene que hacer la izquierda española para conseguir ampliar el espacio político y electoral y llegar a más gente. Sin obsesionarse con que tiene que ser un espacio rígido, estricto, que permanezca con las alianzas en un momento concreto, sino que tiene que renovarse y ser dinámico.