ERC, Más País, CUP y Compromís han anunciado este viernes que registrarán en el Congreso la semana que viene la ley trans si el Gobierno de coalición no se compromete a tramitar en un máximo de dos semanas el anteproyecto en el que estaba trabajando la ministra de Igualdad, Irene Montero, y que la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, tiene bloqueado en el seno del Ejecutivo.

Por tanto, y tras reunirse con los colectivos trans que llevan días protestando y haciendo huelga de hambre en las puertas de la Cámara Baja, estas fuerzas políticas han exigido a los partidos del Gobierno un gesto "claro y comprobable" como tarde el lunes día 15 de marzo. "Este gesto sería un compromiso público y por escrito de tirar adelante la ley trans, entrando en el Consejo de Ministros de la semana del 23 de marzo, como máximo". En caso negativo, avisan estos partidos, registrarán el borrador de los colectivos el próximo miércoles 17 de marzo.

En un comunicado hecho público este viernes, los partidos han informado de que otras fuerzas políticas también "están estudiando" adherirse a esta iniciativa. En este sentido, fuentes de Unidas Podemos señalan a Público que siguen apostando por la vía del ministerio de Irene Montero, ya que es la más "adecuada". No obstante, de no haber voluntad por parte de sus socios de Gobierno, apoyarán y firmarán presumiblemente la proposición de ley, según añaden estas fuentes.

"En primer lugar, los derechos de las personas trans son derechos humanos que deben de estar. En segundo lugar, ante la gravedad de la situación que experimentan en relación a la salud mental y física las personas en huelga de hambre iniciada el miércoles, el inicio de los trámites legislativos para garantizar dichos derechos debe hacerse sin demora", justifican estos grupos, siendo tres ellos socios habituales del Ejecutivo.

Unas 70 personas pertenecientes al colectivo se pusieron el pasado miércoles en huelga de hambre para pedir el desbloqueo de la ley por parte del PSOE y protestar contra las reiteradas declaraciones Carmen Calvo, en las que ha exhibido su inconformidad con la autodeterminación de género y la transición en personas menores de edad. Unas declaraciones que el colectivo califica de "transfóbicas y aumentan el desgaste en las familias y activistas trans".