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Juan José Imbroda regresa a la Presidencia de Melilla tras cuatro años en la oposición

La Asamblea ha elegido por mayoría absoluta a Imbroda, quien ha rehusado estrechar la mano al expresidente Eduardo De Castro recordando el encontronazo que tuvieron hace cuatro años cuando le arrebató el bastón de mando.

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Acto de investidura del presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, en Melilla, a 7 de julio de 2023. — Javier García Angosto

melilla, Actualizado:

Juan José Imbroda vuelve a ser el presidente de Melilla. Un mandato después de ser despojado del cargo que logró mantener durante 19 años, retorna a la Presidencia de la Ciudad Autónoma. Lo hace gracias a la mayoría absoluta que ha cosechado el Partido Popular (14 diputados de un total de 25) en las recientes elecciones municipales y autonómicas.

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Esta mañana, tras un importante retraso debido a los recursos electorales presentados por Coalición por Melilla (CpM), principal partido de la oposición, se ha constituido la nueva Asamblea de Melilla e Imbroda ha sido elegido presidente con los votos a favor de sus 14 diputados, la abstención de Somos Melilla y Vox y los votos en contra de CpM (salvo la abstención de una de sus diputadas) y el Partido Socialista.

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Una votación donde cada uno de los diputados ha tenido que ponerse en pie y decir a viva voz si apoyan al único candidato a la Presidencia, Imbroda, entre aplausos, abucheos, burlas e incluso algún insulto del público presente cuando algún diputado no ha apoyado al candidato, un hecho que ha sido reprendido por el secretario general de la Asamblea.

"Yo creo que ese tipo de comportamiento está fuera de lugar. Hay quien no sabe mantener la compostura. Hoy cabe formalidad, lealtad, responsabilidad, altura de miras y no partidismo. Aquí algunos han venido a hacer de hooligan", ha destacado el diputado de Somos Melilla Amín Azmani.

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El acto ha continuado con la designación de la Vicepresidencia Primera de la Asamblea, que ha recaído en manos del PP con la designación de la diputada María José Aguilar, y la Vicepresidencia Segunda ostentada por CpM y su diputado Rachid Bussian.

De esta manera, tras la reproducción de los himnos de Melilla y España, ha finalizado el destierro de Imbroda y el PP de la gobernabilidad, tras cuatro años de un Ejecutivo tripartito formado por CpM, PSOE y presidido por el único diputado de Ciudadanos, Eduardo De Castro, que acabaría expulsado de su partido.

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El cabreo

El cabreo monumental que experimentó Imbroda en junio de 2019 cuando se le escapaba la Presidencia, precisamente porque De Castro decidió inclinar la balanza contra él, sigue presente. Entonces Imbroda aseguró que De Castro era un "sinvergüenza" y un "traidor" por no apoyarle, unos calificativos que utilizó en una rueda de prensa pocos minutos después de encararse a él, desafiante, cuando perdió la votación y le tocaba irse a la oposición.

Hoy, De Castro ha intentado saludar a Imbroda para darle la enhorabuena. Sin embargo, el ya presidente electo de la Ciudad Autónoma ha rehusado estrechar la mano de su antecesor realizando un aspaviento con el brazo y retirándole la mirada. "No tengo porqué saludar a este señor. No es mi amigo. No es conocido. No es familia. No es de la prensa. No es político. No tengo que saludarle. Iba a decir una canción, pero mejor me callo", ha dicho Imbroda a preguntas de la prensa.

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De Castro, en declaraciones a Público, asegura que Imbroda ha vuelto a retratarse tal y como lo hizo hace cuatro años. "Es una persona que no respeta a los demás, que no respeta la institución a la que representa. No sabe ganar ni perder. Tampoco es mi amigo, pero a pesar de todas las putadas del mundo que me ha hecho debo acercarme a darle la enhorabuena".

El ya expresidente asegura que ha intentado hasta en dos ocasiones estrechar la mano de Imbroda. "Es triste que un señor que representa a la Ciudad Autónoma de Melilla muestre esa prepotencia, chulería y falta de educación", ha finalizado.

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El exvicepresidente de Melilla Eduardo De Castro durante el acto de investidura de su sucesor, a 7 de julio de 2023. — Javier García Angosto

Se abre así una nueva etapa para Melilla. Una vez sea Imbroda proclamado como presidente y tenga plenos poderes para actuar, nombrará a los consejeros y viceconsejeros de su Gobierno. El lunes se anunciará y el martes prometerán o jugarán los cargos.

Desde Coalición por Melilla aseguran que harán un trabajo importante de fiscalización al nuevo Gobierno. "Sabemos dónde mirar y qué cuestiones son las importantes para los ciudadanos. No vamos a defraudar a los votantes de CpM", ha dicho la diputada Dunia Almansouri.

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Compra de votos por correo

La constitución de la Asamblea de Melilla y la elección de Imbroda deberían haberse producido el vigésimo día posterior a la celebración de las elecciones. Sin embargo, todo se ha retrasado hasta hoy por el recurso contencioso electoral presentado por CpM y con el que pretendía repetir las elecciones, una pretensión que la Sala de lo Contencioso-Administrativo de Málaga del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla ha rechazado.

Las elecciones en Melilla, como de costumbre, han estado marcadas por la supuesta compra del voto por correo. De hecho, el 17 de mayo la Junta Electoral de Zona, alarmada por el notable incremento de solicitudes del voto por correo (previendo que podía llegar al 20% del censo como así fue cuando la media de España asciende al 2,47%) y teniendo en cuenta los asaltos a trabajadores de Correos para robarles documentación electoral, decidió exigir el DNI a la hora de depositar el voto en la oficina de Correos de Melilla. El objetivo era evitar que cualquiera pudiera entregar en masa decenas de votos sin identificarse, ya que con la Ley Electoral en la mano solo es necesario identificarse para solicitar el voto por correo y para recibir en casa la documentación electoral, no para depositar el voto en Correos. Fue, en definitiva, una medida extraordinaria que refrendó la Junta Electoral Central y que extendió al resto de oficinas de Correos de toda España cuando la documentación electoral debía dirigirse a las mesas electorales de Melilla.

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Todo esto se producía en mitad de la campaña electoral mientras estallaba una operación policial dirigida, bajo secreto de sumario, por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº2 de Melilla que investiga la presunta compra de votos correos. Una investigación que señala, al menos, a Coalición por Melilla y que, por el momento, se ha saldado con la detención de nueve personas en la ciudad autónoma, siendo la más destacada la del nº3 de CpM, Mohamed Ahmed Al-lal, quien ha ostentado este mandato el cargo de consejero de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana. Otro de los detenidos fue el yerno de Mustafa Aberchán, líder de CpM.

Elecciones siempre bajo sospecha

Precisamente, en febrero de 2021, el Tribunal Supremo confirmó la pena de dos años de prisión a Aberchán y al entonces líder del PSOE de Melilla, Dionisio Muñoz, por la supuesta compra de votos por correo en las elecciones al Senado de 2008. En este caso, a cambio de trabajo en los planes de empleo.

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En 2015, Compromís-Equo registró una proposición no de ley en el Congreso con el objetivo de instar al Gobierno a extremar las precauciones ante la posible compra de votos y relataba multitud de casos, aunque la mayoría han acabado sin responsabilidades penales.

Hay que remontarse a 1995 para seguir el rastro de las elecciones bajo sospecha. El entonces presidente de Melilla, Enrique Palacios, denunció la compra de votos por parte del PP a familias desfavorecidas a cambio de material de construcción para que pudieran levantar sus casas, algo que bautizó como operación ladrillo. Desde el PP argumentaron que se entregaron debido a los daños causados por lluvias torrenciales.

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La supuesta compra de votos también se ha producido a cambio de vales de alimentos en la Ciudad Autónoma. En 2007, la Guardia Civil destapó esta trama que implicaba también al PP. Años después, en 2022, el Juzgado de lo Penal nº1 de Melilla consideró probado que el responsable de una asociación se dedicaba a rellenar solicitudes de voto por correo, para tener acceso a la documentación electoral enviada por la oficina de Correos, prometiendo a cambio vales de comida de 60 euros emitidos por la entonces Viceconsejería de Bienestar Social. Aunque el responsable de la asociación fue condenado por delitos electorales, el viceconsejero del PP fue absuelto al no acreditarse su participación en los hechos.

También en 2007 fue archivada una instrucción judicial que afectaba al entonces gerente del PP por encargar 1.000 copias de impresos de voto por correo que se encontraron en una imprenta en el marco de un registro policial. El caso fue archivado y el PP argumentó que el único objetivo era facilitar el derecho al voto dada la escasez de solicitudes impresas a disposición de los melillenses.

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Las elecciones municipales y autonómicas de 2015 también fueron salpicadas por la sospecha. De hecho, el número seis de la candidatura del Partido Popular tuvo que dimitir tras publicarse una grabación en la que indicaba a los padres de una academia de formación financiada con fondos públicos que debían votar al PP o la institución cerraría. Incluso, les explicaba el proceso. Tenían que pedir el voto por correo y una vez llegara a casa la documentación electoral la dejarían en manos del PP para que se encargara del resto. En este caso, se abrió una investigación judicial que acabó archivada porque llamaron a declarar al investigado fuera de plazo, cuando la instrucción judicial había terminado.

También en 2015 la Policía Nacional tuvo que actuar frente a la sede de Correos debido a los altercados que se produjeron entre simpatizantes de CpM y PP cuando los conservadores se disponían a entregar decenas de votos por correo en la oficina, alegando que la ley lo permite. Ese mismo año, simpatizantes y cargos eventuales del PP acabaron entregando votos por correo que fueron robados previamente a un cartero. La instrucción judicial que se abrió entonces también fue archivada.

Cuatro años después, en 2019, la polémica volvía al PP cuando se publicó un video en el que el hijo de Imbroda, y entonces asesor del Grupo del PP en la Asamblea, era grabado cuando un supuesto conseguidor de votos por correo le ofrecía 300 sufragios a cambio de un trabajo para los implicados. La investigación judicial tampoco prosperó.

Melilla enfrenta ahora una nueva cita electoral donde deberá elegir a sus representantes en el Congreso y en el Senado. Los melillenses deberán decidir si el diputado y los dos senadores en liza siguen en manos del Partido Popular como viene siendo habitual desde hace 23 años.

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