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Izquierda Unida Andalucía, entre la UCI y los 400 metros vallas

El sprint andaluz lo pegó Izquierda Unida en las elecciones de 25 de marzo de 2012, en plena era de caída libre del PSOE, al obtener 12 parlamentarios y convertirse en la llave de gobierno en la Junta, respaldando al PSOE de José A

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"Podría decirse que cuando asumí la dirección Izquierda Unida estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos y la dejo preparada para una carrera tan difícil como los cuatrocientos metros vallas", proclamó Diego Valderas, coordinador saliente de Izquierda Unida de Andalucía, ante las cámaras de Canal Sur. Valderas sacaba pecho en vísperas de su retirada durante la decimonovena asamblea de dicha formación, que se clausurará este domingo en Bormujos y en donde le sustituirá Antonio Maíllo, un candidato que cuenta incluso con la admiración de quienes han impulsado una lista alternativa.

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En efecto, el sprint andaluz lo pegó Izquierda Unida en las elecciones de 25 de marzo de 2012, en plena era de caída libre del PSOE, al obtener 12 parlamentarios y convertirse en la llave de gobierno en la Junta, respaldando al PSOE de José Antonio Griñán, frente al PP de Javier Arenas, quien habría de presentar su dimisión poco después de su victoria pírrica en dichos comicios.

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La historia electoral reciente de Izquierda Unida en el mayor granero electoral del PSOE se remonta al menos al año 1994 cuando, un 12 de junio, la candidatura de Julio Anguita logró veinte diputados. De hecho, el propio Diego Valderas se convertiría entonces en presidente del Parlamento de Andalucía. Sin embargo, la llamada estrategia de la "pinza", que llevó al antiguo alcalde de Córdoba a respaldar determinadas iniciativas parlamentarias del PP en contra del gobierno socialista de Manuel Chaves, le restó respaldos y ya en las elecciones anticipadas del 3 de marzo de 1996, tuvo que conformarse con 13 escaños en el antiguo hospital de las Cinco Llagas de Sevilla.

La caída electoral de Izquierda Unida en Andalucía se confirmaría el 12 de marzo del año 2000 cuando sus logros electorales bajaron a seis parlamentarios. Fue entonces cuando Diego Valderas asumió la coordinación general de dicha formación, pero tuvo que enfrentarse a una situación claramente adversa cuando en las elecciones de marzo de 2004 -cuando ZP lograba llegar a La Moncloa- volvieron a conformarse con seis representantes en la cámara y ni siquiera el propio Valderas pudo obtener su escaño por Huelva.

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A pesar de su condición de extraparlamentario, mantuvo el liderazgo durante dicho periodo y volvió al hemiciclo verdiblanco un 9 de marzo de 2008, aunque Izquierda Unida siguió sin romper su techo virtual de media docena de representantes. El verdadero salto se produjo hace un año, al duplicar dicha cifra.

"Hemos atravesado el Mar Rojo y después, como Moisés, hemos llegado a los límites de la tierra prometida", había dicho antes, cuando aún acariciaba la posibilidad de cerrar su mandato con una lista única, cuando le tendió la mano a CUT-BAI, la formación liderada por Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, que decidió finalmente presentar una candidatura alternativa, con el apoyo incluso de militantes del PCE, menos optimistas que el vicepresidente de la Junta de Andalucía respecto al último año de cohabitación con el PSOE. El "bipartito" le llama la derecha al gobierno andaluz de izquierdas. Y Valderas sigue a bordo del mismo, en una línea de entendimiento con los socialistas que no parece desgastar a sus siglas, aunque todavía sigan aparentemente lejos del "sorpasso" y de la posibilidad de adelantar a sus socios en la foto finish de esta maratón.

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