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La Izquierda en la Eurocámara recuerda el legado ético de Saramago y su compromiso con la justicia social y la lucha antifascista

Una jornada de trabajo conmemora los cien años del nacimiento del escritor y premio Nobel portugués.

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José Saramago y Sofia Gandarias, en el Parlamento Europeo frente al cuadro "Gernika" de la pintora vasca. — PE

bruselas, Actualizado:

El Grupo de La Izquierda en el Parlamento Europeo organiza este jueves un acto de homenaje por el centenario del nacimiento de José Saramago, con una jornada de trabajo en la que eurodiputados y expertos en la obra del escritor portugués pondrán en valor su legado político y ético y su compromiso con la justicia social y la lucha antifascista.

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Saramago se presentó varias veces a las elecciones a la Eurocámara por el Partido Comunista Portugués (PCP), en puestos en los que sabía que nunca saldría elegido, pero que significaban su apoyo a las causas en las que creía. La última de ellas en 2004, seis años después de haber ganado el premio Nobel de Literatura.

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"Además de ser uno de los más grandes escritores en lengua portuguesa, reconocido intelectualmente y ganador del Nobel, Saramago fue un reconocido intelectual antifascista y defensor de los valores de la revolución de 1974", asegura el eurodiputado portugués Joâo Pimenta Lopes, del PCP, coordinador de las jornadas.

El escritor gallego Manuel Rivas recuerda que Saramago "tuvo el coraje de recuperar para el discurso intelectual la palabra 'compromiso', que parecía disecada en un museo". "Su literatura y la manera en la que escribe es de muchísima calidad porque pone la libertad en el centro del cuerpo del lenguaje", añade.

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Rivas atiende a Público desde Países Bajos, donde asiste a la edición de 2022 de la Conferencia Spinoza que desde 2005 organizan cada año en esa ciudad la Universidad de Amsterdam, la embajada española en Países Bajos y la delegación del Instituto Cervantes en Utrecht.

"Saramago fue el mejor ejemplo de aquello que decía Miguel Torga, otro escritor portugués: "El primer compromiso del escritor es escribir, pero un escritor debe saber que todo lo que escribe compromete y le compromete". "Saramago recuperó el sentido de las palabras, y eso es un compromiso revolucionario", concluye.

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Otro escritor gallego, Xavier Queipo, quien reside en Bruselas pero se encuentra estos días en Lisboa, recuerda que conoció a Saramago en una de las muchas visitas que el autor luso hizo a la capital belga. "Me firmó Ensayo para la ceguera, y años después yo escribí Papaventos, que novela la historia del traductor de aquella obra al inglés y al gallego".

"Saramago me influyó bastante más desde el punto de vista ético y moral que en mi escritura o en mi forma de narrar. Y sigue siendo un ejemplo. El Evangelio según Jesucristo, que fue un revulsivo para la sociedad portuguesa, es una referencia indudable".

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Queipo, sin embargo, recuerda una discrepancia sustancial con el Nobel portugués: "Una vez le pregunté en una conferencia qué pensaba de quienes escribíamos en gallego, y él me respondió que debería elegir entre el español o el portugués, porque creía que el escritor que escribe en una lengua minorizada está condenado al ostracismo. Con eso no estoy de acuerdo, obviamente".

En 1991, el Gobierno portugués llegó a prohibir que El evangelio según Jesucristo fuera presentado al Premio Literario Europeo porque consideró que ofendía a los católicos, lo que provocó que Saramago se exiliara en Lanzarote. En alguna de las ocasiones en que regresó a Lisboa, recibía las visitas de intelectuales y políticos de izquierda, y también a de naciones sin Estado como, precisamente, Galicia.

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"Estuve con él en el Parlamento Europeo cuando empezamos con el escaño de Camilo Nogueira", recuerda Ana Miranda, eurodiputada del BNG, "pero ya le había conocido antes durante un viaje que organizó Elías Torres a Lisboa con una delegación gallega".

"Lo que más se me ha quedado de él, además de su contribución a la literatura, es su empeño en relacionar el compromiso de ésta con la sociedad y el haber sido y seguir siendo un referente ético, una persona coherente que nunca renunció a defender sus ideas", añade.

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Por su parte, Antón Gómez Reino, diputado de Podemos y vicepresidente primero de la Comisión de Exteriores del Congreso, señala que "en un tiempo donde Europa se debate entre oscuridad y luz, progreso y retroceso, al cabo entre guerra y paz, la mirada de Saramago, su 'es una estupidez perder el presente sólo por el miedo de no llegar a ganar el futuro' nos interpela en modo de esperanza y compromiso".

También recurre a una cita para recodar la relevancia del autor el eurodiputado socialista Ibán García Blanco, quien responde a la interpelación de Público con un breve pasaje de Ensayo sobre la ceguera en el que Saramago reflexiona sobre la dignidad con uno mismo: "Una persona empieza por ceder en las pequeñas cosas y acaba por perder todo el sentido de la vida".

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