Interior, en campaña: vende operaciones de poca monta como grandes logros policiales
Investigadores, sindicatos, abogados, asociaciones de Policía y Guardia Civil están indignados por el bombo electoralista que se le da a algunas operaciones. La última, la incautación de sólo 167 gramos de hachís en la Cañada Real de Madrid
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Ayer la Policía Nacional desarticuló en la barriada madrileña de Valdemíngomez, el centro neurálgico de la cocaína y la heroína tras la caída de las Barranquillas, al llamado clan de Las Niñas, formado por las mujeres familiares de los hombres que dirigían diferentes clanes de la droga en el suburbio y que ahora están en prisión.
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"Ir a la Cañada Real y coger 167 gramos de hachís y 19.000 euros es como ir a un campo de amapolas y buscar margaritas. Se ha vendido como si se desmantelara un clan, pero son las mujeres de personas que están ya en la cárcel, personas que traficaban con cocaína y heroína, con armas, y que al lado de eso lo de hoy es puro humo. Pero claro, estamos en campaña electoral”.
Según la abogada penalista Isabel Elbal, curtida en asuntos de narcotráfico y crimen organizado: “Por 167 gramos de hachís la pena oscila del 1 a los 3 años, es decir, podrían no ir a la cárcel las que no hayan sido detenidas anteriormente si sólo se les imputa eso. Por otro lado, si se le añada la organización criminal podrían aumentar a los 6 años de máxima. Sin embargo, es muy difícil probar de quién era la sustancia, de quién las armas, qué armas, porque al parecer no se ha dado descripción… Suena a mentira, a tratar de estigmatizar a personas que ya están marcadas de alguna manera y de frivolizar y magnificar el crimen. Un ánimo por parte del ministro o de Interior para ganar votos en las elecciones”.
Fornet y Elbal coinciden, así como representantes de diferentes sindicatos consultados, en que “prohibidas por la Junta Electoral Central la promoción inauguraciones de obras durante la campaña electoral o esos actos que hacían para inmortalizar la colocación del primer ladrillo, esas imágenes que estábamos acostumbrados a ver de Esperanza Aguirre o el político de turno cortando el lazo, lo que queda es vender una lucha contra el crimen que después jurídicamente puede no sostenerse. Es humo”.