Más de un centenar de políticos, intelectuales, profesores y diplomáticos han firmado un manifiesto en el que defienden la labor de mediación que está llevando a cabo el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Venezuela. 

Bajo el título de "En defensa de Zapatero y de su papel de mediación en Venezuela", los firmantes aseguran en el texto que "nadie conoce como Zapatero lo que ha ocurrido durante el proceso de diálogo en Venezuela", defienden que el exmandatario guarde silencio ante la posibilidad de que se llegue a un acuerdo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición y se sienten "en el deber de salir al paso de las acusaciones aparecidas en algunos medios, fundadas además en fuentes no identificadas, invocando algunos datos objetivos".

Entre los firmantes destacan la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, los exministros Magdalena Álvarez, José Bono, José Blanco, Francisco Caamaño, Mercedes Cabrera, Carmen Calvo, Antonio Camacho, Celestino Corbacho, Elena Espinosa, Valeriano Gómez, Ángeles González Sinde, Ramón Jáuregui, Juan Fernando López Aguilar, Miguel Ángel Moratinos, Leire Pajín, Miguel Sebastián y María Antonia Trujillo, los exsecretarios de Estado Miguel Barroso, Juan Mesquida, Fernando Moraleda, Soraya Rodríguez y Ana Leiva, Antonio Miguel Carmona, Chema Crespo, Enrique del Olmo, José Carlos Díez, Ignacio Fernández Toxo, Gaspar Llamazares, José Montilla, Cándido Méndez... entre otros. 

Consideran que "esta inusitada fruición en la descalificación de Zapatero" es una más de "las batallas sobre Venezuela que se libran con objetivos que tienen poco que ver con las penalidades que padecen los venezolanos". Y lo consideran "injusto con su persona y con su tarea". Por lo que reclaman que "Zapatero merece respeto y reconocimiento por llevarla a cabo".

"Nos consta que, para llevar a cabo su tarea, de una complejidad y dificultad que a nadie se le oculta, Zapatero ha realizado un enorme esfuerzo personal, con más de treinta viajes trasatlánticos a sus espaldas y una ingente cantidad de gestiones desde España, muchas de ellas para promover hasta el límite de sus posibilidades la liberación de la prisión de decenas de personas, como Leopoldo López. Y todo ello hecho de una manera absolutamente desinteresada", prosiguen.

Destacan que el papel de Zapatero como facilitador del diálogo en el país de América Latina fue reclamado por UNASUR y después apoyado por el Vaticano, el Gobierno de España, la UE y EEUU. Y también, afirman, con la voluntad de las dos partes. A su vez, afirman que "parece evidente que el diálogo había avanzado, después de una serie larga de sesiones, hasta aproximarse al acuerdo".

Por tanto, consideran que en la labor de Zapatero "resultaría absurdo buscar  alguna motivación espuria" y tampoco hay razón que explique la intención deliberada, que se le reprocha, de favorecer a una de las partes. Ni por interés oculto alguno ni por afinidad ideológica". 

Zapatero, "un mediador idóneo"

"Zapatero es un demócrata, un buen demócrata. Fue el Presidente que con más
frecuencia compareció en el Parlamento, el primero que desgubernamentalizó la
radiotelevisión pública, quien estando en el poder aceptó debatir electoralmente con el que se lo había negado siendo el candidato de la oposición, una persona siempre respetuosa con sus adversarios políticos y con las instituciones democráticas, que amplió derechos y libertades, y que presidió unos gobiernos limpios", alaban sobre la trayectoria de Zapatero, la que, según ellos, "le convertía en un mediador idóneo". 

Los firmantes reflexionan que "no se puede ignorar que en ese país existe una clara polarización ideológica y social que amenaza con derivar en un conflicto civil de consecuencias aún peores de las que ya se viven allí" y no quieren "para
Venezuela, ni para ningún otra nación, un orden de convivencia que no sea el propio de un Estado democrático de derecho que, además, se comprometa con la situación de la mayoría más desfavorecida". A lo que añaden, que la principal responsabilidad de la situación que vive Venezuela no reside en los facilitadores "sino en los propios venezolanos: por supuesto en el Gobierno, pero también en la oposición y en sus diversos líderes".