Cargando...

Las cinco claves de la independencia económica de Catalunya

1- Déficit y financiación

Publicidad

Artur Mas durante un acto de precampaña en Barcelona. / EFE

Actualizado:

Más allá del debate político, la cuestión que subyace detrás de una Catalunya independiente es saber si el nuevo Estado catalán sería viable desde un punto de vista económico y si podría financiar desde el día uno de la independencia todos los servicios que se supone que un Estado debe prestar a sus ciudadanos.

Publicidad

Aunque una cifra es una cifra, siempre es interpretable, y la interpretación que hacen Artur Mas y sus compañeros de Junts pel Sí es clara: una Catalunya independiente sería un Estado "con superávit, más justo y más próspero" que la Catalunya actual, que según Artur Mas está lastrada por su "macrodependencia" del Estado español. Desde el lado contrario argumentan que el coste económico —además del emocional— de desgajarse de España sería tan alto, que incluso aunque el nuevo Estado fuera viable económicamente, "los beneficios son insuficientes" al menos para dos o tres generaciones.

Click to enlarge
A fallback.

1- Déficit y financiación

En Junts pel Sí están convencidos de que en una Catalunya independiente el actual déficit, que ellos estiman en 5.000 millones de euros anuales, desaparecería para dejar paso a un saldo positivo de 11.590 millones. Y eso incluso después de haber costeado el proceso de transición a la independencia, es decir después de lo que Artur Mas ha llamado alguna vez “creación de las estructuras de Estado”. El economista Germà Bel —número uno de Junts pel Sí en Tarragona— explicó el pasado lunes, al referirse a la situación del déficit fiscal catalán, que "un 40% de los impuestos que pagan los catalanes marchan y no vuelven, son 2.200 euros por cada ciudadano de Catalunya al año, casi 16.000 millones de euros en total, un 7,7% de nuestro PIB".

2- Pensiones

A los independentistas les gusta hacer especial hincapié en esta cuestión, pues los contrarios a la secesión no se cansan de repetir que un Estado catalán independiente no podría pagar las pensiones. Los contrarios a la independencia han hecho de ello un caballo de batalla. El economista Oriol Amat, candidato de Junts pel Sí, asegura la Seguridad Social catalana partiría con un saldo positivo de de 24.126 millones —generado en el período 1995-2011 entre los ingresos de los trabajadores y el gasto en prestaciones— en contraposición con el déficit del resto del Estado español que según Amat es de 82.704 millones de euros.

Publicidad

3- Deuda Pública

El president Mas ha afirmado varias veces—la última esta misma semana— que el nuevo Estado asumiría la parte proporcional de la deuda pública española, que actualmente supera el billón de euros. Un reciente estudio impulsado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) estimaba que Catalunya debería quedarse como máximo con 85.000 millones de euros de los pasivos —deuda— del Estado español. El estudio de ERC utilizaba el método de traspaso simultáneo de activos —los bienes— y pasivos —la deuda—, con el que se calcula el total de activos del Estado en Catalunya, que estiman en 58.000 millones de euros, y aplican la misma proporción para obtener el pasivo.

4- Exportaciones e importaciones

Aquí de nuevo las cifras bailan. La gran patronal catalana, absolutamente contraria a la independencia, augura una caída de las exportaciones y de las importaciones: cree que los productos catalanes se encarecerían y perderían competitividad. Es más, algunas de las voces en contra de la separación de Catalunya, aseguran que sólo las ventas al mercado español de los productos catalanes se reducirían un 30%, lo que acarrearía más pobreza y más paro. Los independentistas ponen en duda este dato y dicen que no entienden por qué tendrían que reducirse las exportaciones ni resentirse las relaciones comerciales con el resto de España y del mundo

Publicidad

5- Paro

Mas aseguraba hace escasos días que en un Estado independiente habría más empleo y ponía como ejemplo los 70.000 puestos de trabajo que se crearían para poner en marcha las estructuras del nuevo Estado. Eso significaría reducir el paro al menos un 10% de un solo plumazo: actualmente en Catalunya hay 726.000 parados, y la tasa se sitúa en el 19,1% frente al 22,37% de España. Pero más allá de esa reducción, los soberanistas no han sido capaces de explicar por qué y cómo habría más empleo en un Estado catalán independiente. 

Publicidad