Al final, hubo ikurriña. Las imágenes de los primeros Sanfermines tras el regreso de la derecha al ayuntamiento de Pamplona ya recorren a esta hora el mundo, y lo hacen con la ikurriña y la bandera de Navarra entre el público. De nada valieron las amenazas previas del alcalde Enrique Maya (UPN), ni tampoco el despliegue policial en los alrededores.

Bajo un intenso sol y en una plaza abarrotada de gente, el txupinazo de los Sanfermines –acto que marca el inicio de las fiestas- ha tenido lugar a las 12.00 en punto. Minutos antes, los asistentes consiguieron desplegar una ikurriña de grandes proporciones, acompañada de la enseña navarra. También apareció una pancarta blanca en la que se reivindicaba el acercamiento de los presos de ETA.

“UPN, kanpora” (UPN, fuera) se escuchó en la plaza cuando el alcalde estaba en el balcón. Algunos días antes, Maya había sacado un bando en el que anunciaba que quedaba terminantemente prohibido ingresar con telas de importantes proporciones, alegando motivos de seguridad. Sin embargo, el propio regidor afirmó poco después en una entrevista en el diario El Mundo que también habría “un dispositivo” para evitar que los concejales de EH Bildu desplegaran la bandera vasca en el balcón del ayuntamiento.

Incautación policial

Una hora antes del txupinazo, el periodista del diario Gara Aritz Intxusta informó desde Twitter que policías forales habían incautado “150 ikurriñas pequeñas que se iban a utilizar en una kalejira” (pasacalles festivo) que se iba a realizar por las calles de la ciudad para protestar contra el bando del alcalde.