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Investidura de Pedro Sánchez Iglesias asume la disciplina de Gobierno, pero llama a la calle para impulsar la coalición

El líder de Podemos combinó su famoso "sí se puede" con un "adelante, presidente" dedicado a Sánchez. Una fórmula que resumió un discurso en defensa de la investidura, pero en el que también apeló a los movimientos sociales. 

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Pablo Iglesias estrecha la mano a Pedro Sánchez tras su intervención durante la investidura / Daniel Gago - Podemos

madrid,

El PSOE y Unidas Podemos se comportaron durante la investidura como si ya formaran parte del mismo Gobierno. Pablo Iglesias solo dedicó palabras de agradecimiento e ilusión a los dirigentes socialistas. Pedro Sánchez hizo lo mismo. Hasta se envolvieron en un abrazo mientras la bancada de cada partido aplaudía. En Unidas Podemos desapareció cualquier tinte de crítica — habitual hasta ahora — con los socialistas.

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Los diputados del grupo confederal reconocen en los pasillos del Congreso que es lo que toca ahora. Esta nueva fase que se abre implica que las diferencias se queden en lo 'interno' para que el Ejecutivo eche a andar y funcione durante la legislatura. Por esto mismo, Iglesias y el resto de dirigentes de Podemos han desaparecido prácticamente de las cámaras desde que se firmó el acuerdo del Gobierno de coalición. Y de esto hace ya casi dos meses. 

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En el grupo son conscientes de que esta estrategia les puede pasar factura. Estar en minoría dentro del Ejecutivo conlleva que tengan que asumir decisiones que ellos no llevarían a cabo, pero la tesis siempre fue que — pese a las contradicciones — era necesario entrar en el Consejo de Ministros para hacer que se cumplan las medidas que firman ambos partidos. 

Si todo sale según lo previsto, tendrán la oportunidad de probar si esto es así. Pero la formación es consciente de que tiene que cuidar cada paso para no terminar despegándose de los movimientos sociales y de los colectivos en lucha. Trabajar para no crear una brecha entre el partido de Gobierno en el que se convierten y las calles y las plazas en las que nacieron. Pero esto no se consigue solo fomentando las relaciones desde el partido, como tienen pensado hacer impulsando la figura de Rafa Mayoral, el responsable con las relaciones con la sociedad civil y los movimientos sociales.

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Iglesias consideró que el Gobierno necesitará la "crítica y presión" de las calles "para hacer las cosas bien"

Por esto mismo Iglesias recordó a los movimientos sociales durante su discurso en la investidura. Se refirió a ellos como los "arquitectos" del acuerdo del Ejecutivo de coalición y les pidió que siguieran empujando la coalición. "Este acuerdo es más mérito de ellos que de cualquier partido político (...). El próximo Gobierno necesitará de la crítica y de la presión de los movimientos sociales para hacer las cosas bien", afirmó durante su discurso.

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La otra razón de apelar a las calles tiene que ver con la realidad de las políticas que aplique el Gobierno. Ante las diferencias entre los partidos, la movilización en la calle puede ser decisiva para presionar al Ejecutivo a posturas que en un principio no aceptarían. Como ocurrió con los pensionistas cuando el Gobierno de Mariano Rajoy tuvo que prometer una mejora en las pensiones tras días de manifestaciones y presión pública.

El resto de diputados de Unidas Podemos sigue en esta línea para defender su entrada en el Gobierno. Antes incluso de que terminara el primer pleno de la investidura, la candidata a dirigir el ministerio de Igualdad, Irene Montero, publicó un vídeo en sus redes sociales en las que aseguraba que las medidas que llevarán a cabo — acabar con la brecha salarial o impulsar permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles — responden a "las exigencias de los movimientos sociales". 

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El objetivo es demostrar que este Ejecutivo puede traducir el 'sí se puede' se traduce en políticas reales. Un gran rento que deben afrontar en minoría, en un momento de recesión económica y frente al auge de la extrema derecha. El verdadero reto del grupo confederal una vez sus principales dirigentes — sobre todo por Pablo Iglesias e Irene Montero por Podemos y Alberto Garzón por IU — pasen al Gobierno.

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