El Gobierno tendrá que pasar por caja si el PSOE quiere explorar la 'vía canaria' y presionar a Junts

Hay una condición que el Partido Socialista debería cumplir en el caso de que quiera sentarse a hablar con Coalición Canaria (CC) acerca de una eventual investidura de Pedro Sánchez. Pactar con CC tiene, casi literalmente, un precio. "Para negociar tienen que ingresar lo pactado en los Presupuestos Generales del Estado de 2023", insisten desde la formación insular. Lanzan una cifra concreta: 131 millones de euros. 

Ya durante la semana pasada, la diputada Cristina Valido —la única de la que dispone Coalición Canaria en el Congreso— remitió preguntas a varios ministerios para insistir en que el Gobierno fije una fecha para abonar a la Comunidad Autónoma de Canarias las partidas de los PGE que todavía no se han ingresado.

Este lunes, 11 de septiembre, en conversación con Público, fuentes del partido establecen la petición como conditio sine qua non para abrir, siquiera, una negociación. Primero, los 131 millones, que es la cifra a la que asciende, según calcula CC, el dinero que aún no han recibido.

Es el muro más alto y grueso que separa a ambas formaciones. El Confidencial publicó la semana pasada que Sánchez sopesa la opción de tantear a los canarios para que su voto favorable rebaje el protagonismo de Junts per Catalunya en las negociaciones. Si CC votara a favor, sería suficiente con una abstención de los de Carles Puigdemont. Sin embargo, los canarios no tienen previsto mover ficha: "A ellos [en referencia al PSOE] ya les constan nuestras peticiones".

Valido fue muy clara en su comunicación a Moncloa. "El Gobierno no puede mirar para otro lado", zanjó la diputada, al tiempo que explicó que "ese dinero quedó establecido en los Presupuestos Generales de este año, a través de enmiendas que nuestra formación política presentó a las cuentas y que fueron aceptadas por el Ejecutivo, lo que supuso nuestro voto a favor para que salieran adelante".

Es un ejemplo más del peso que las agendas territoriales tendrán en una legislatura donde pocos escaños decantarán constantemente la balanza. Alberto Núñez Feijóo ha demostrado el techo de apoyos tan bajo que tiene el PP y, a pesar de que quedan 15 días para su debate de investidura (previsto para los días 26, 27 y 29 de septiembre), ya se encuentra sin opciones, salvo mayúscula sorpresa, de sacarla adelante.

El PSOE no quiere foco

"De momento, es el tiempo de Fiejóo", apuntan en Ferraz a este medio. La afirmación esconde varios matices. Por una parte, constata el interés socialista de permitir a Feijóo caminar solo su particular vía crucis: avanzar hacia una investidura sin apoyos. Por la otra, en Ferraz subrayan un marco temporal: "De momento". Exhiben así su convicción de que, una vez superado el intento de investidura popular, le llegará el turno a Pedro Sánchez.

En cualquier caso, ni confirman ni desmienten un posible interés en acercarse a Coalición Canaria. Los tiempos que fijó la presidenta del Congreso, Francina Armengol, instada por el Partido Popular, para la investidura benefician a un PSOE que puede cocer a fuego lento los diálogos con su confirmado socio de Gobierno, Sumar; y con las fuerzas que formarían un potencial bloque de investidura: ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, PNV, BNG y quién sabe si Coalición Canaria.

La agenda canaria que sí aceptó Feijóo

Desde el primer momento, el partido que dirige Fernando Clavijo y que representa Cristina Valido en Madrid puso la agenda canaria en el centro de cualquier negociación. Además de los 131 millones (entre los que se encuentran cien millones para la reconstrucción de la isla de La Palma o veinte para el transporte del plátano de Canarias), la formación supedita sus apoyos a una serie de condiciones que, según aseguró el partido, "el PP aceptó en su totalidad y el PSOE, no".

Por eso, Feijóo logró el apoyo canario para la investidura antes de que Feijóo se encontrara con el rey Felipe VI el 22 de agosto en la ronda de consultas. En el documento que ratificaron y exhibieron Partido Popular y Coalición Canaria, se contemplan bonificaciones para el transporte, la gestión de puertos y aeropuertos, infraestructuras hidráulicas para la isla o el poder para pactar los nombramientos de los directores de Televisión Española y Radio Nacional en las islas.

A ese mismo documento debería atenerse el PSOE. Coalición Canaria no dice que no; dice que "a ellos ya les constan nuestras peticiones". Dejan la puerta abierta, conscientes de que, casi con total seguridad, la mancha roja del mapa de calor de la política española se desplazará, en las próximas semanas y meses, de Génova a Ferraz.