"El Gobierno quiere humillar a ETA"
Los mediadores internacionales viajarán en las próximas semanas a Euskadi para salvaguardar el proceso de paz ante los "errores trágicos" de Rajoy
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"Es fácil lograr la unidad nacional para la guerra. Para la paz se necesita a los más valientes, porque es ahí donde se resquebraja esa unidad nacional. Ahí es donde hay que pagar precios políticos, y esos precios los pagan los valientes". El profesor Alberto Spektorowsky jamás olvidará aquellas palabras del ex ministro israelí Shlomo Ben Ami en alguna de las largas jornadas de julio de 2000, cuando ambos participaban en la Cumbre de Camp David.
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Casi catorce años después, Spektorowsky -un profesor judío de origen uruguayo que asesoró a Ben Ami en esas conversaciones de paz con los palestinos- está más convencido que nunca del valor de aquella frase. Hoy no mira hacia Oriente Próximo, sino hacia el complicado proceso del País Vasco. Este experto en conflictos forma parte del Grupo Internacional de Contacto, la comisión de mediadores internacionales creada en noviembre de 2010 a instancias del abogado sudafricano Brian Currin. Su objetivo era tan ambicioso como trascendental: conseguir la normalización política en Euskadi.
Además de Currin y Spektorowsky, entre sus miembros figuran Silvia Casale, ex integrante de la Comisión de Excarcelaciones de Irlanda del Norte; el consultor de Naciones Unidas Pierre Hazan; la baronesa Nuala o'Loan, embajadora de Irlanda para la resolución de conflictos; y Raymond Kendall, secretario general honorario de Interpol. Tras el cese definitivo de la violencia por parte de ETA en octubre de 2011, todos ellos se desplazaron a Euskadi en unas 12 ocasiones. En cada una de esas visitas -realizadas en la mayoría de los casos con absoluta discreción- hicieron diferentes gestiones para tratar de impedir el estancamiento del proceso de paz. Sólo les cerró la puerta el PP, cuyos responsables se mantienen firmes en una idea: para ellos, el fin de la violencia no necesita ningún tipo de mediación. Lo mismo opina el gobierno de Mariano Rajoy, que se ha negado sistemáticamente a mantener cualquier tipo de contacto con los negociadores.
Rajoy se neiga sistemáticamente a mantener cualquier contacto con los negociadores
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A pesar de esa cerrazón, el Grupo Internacional de Contacto volverá a Euskadi en las próximas semanas para "analizar los últimos acontecimientos", según ha confirmado a Público Alberto Spektorowski, quien sigue atentamente desde Tel-Aviv todo lo que ocurre en el enmarañado proceso vasco. Por eso mismo, le cuesta entender que continúen produciéndose operaciones policiales como la de la semana pasada, en la que la Guardia Civil detuvo a los interlocutores del Colectivo de Presos Políticos Vascos, el EPPK -por sus siglas en euskera-. A su criterio, se trata de un "error trágico" por parte del gobierno, al que acusa de buscar "una derrota humillante de ETA". "Eso dificulta cualquier posibilidad de llegar a una solución, cuando en realidad todo esto se podría terminar con un poco de voluntad", afirma.
Spektorowski no tiene ni la más mínima duda de que Rajoy y sus ministros "están convencidos de que ETA no va a volver a las armas", por lo que considera aún más incomprensible su actitud. "Si uno cree que no va a haber más violencia -comenta-, entonces que termine la guerra de una vez por todas". En tal sentido, el miembro del Grupo Internacional de Contacto cree que habrá dificultades para avanzar debido a que el PP "tiene su Tea Party", en alusión a los sectores más conservadores de esta formación.
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Frente al inmovilismo de La Moncloa, los negociadores se esfuerzan en rescatar los gestos provenientes del otro bando. A finales de diciembre, esta comisión redactó un comunicado en el que valoraba positivamente la decisión del Colectivo de Presos Políticos Vascos de asumir la legalidad penitenciaria y reconocer el daño causado. "El comunicado del EPPK demuestra que los presos asumen su responsabilidad en la promoción y el impulso del proceso de paz y que están dispuestos a actuar en consecuencia", destacaba el Grupo de Contacto algunas horas antes de Nochevieja.
Los negociadores se esfuerzan en rescatar los gestos provenientes de ETA
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Una semana más tarde, los mediadores también siguieron de cerca la declaración realizada por los ex presos de ETA que fueron liberados tras la anulación de la doctrina Parot. En una histórica rueda de prensa ofrecida el 4 de enero en Durango, los ex reclusos de la organización aceptaron su "responsabilidad en lo relativo a las consecuencias del conflicto", al tiempo que pidieron el fin de las "medidas de excepción".
"Aquellas fueron unas declaraciones muy importantes para la continuación del proceso, y la abogada Arantza Zulueta, que indudablemente era de las más duras y radicales, estaba ahí", señala a Público Spektorowsky. Por ese motivo, el experto aún no logra salir de su asombro ante la detención de esta mujer, encarcelada el pasado lunes junto a los demás interlocutores del EPPK.
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A pesar de estas últimas noticias, el grupo de mediadores confía en la "apuesta sumamente seria" de ETA a favor del proceso de paz, lo que inevitablemente debería desembocar en un anuncio de desarme. Muchos creían que ese paso llegaría antes de que acabara 2013, pero no fue así. Para Spekterowsky, se trata de una cuestión de paciencia. "No podría decir que está muy cercano; todo esto es parte del proceso", indica el experto israelí-uruguayo.
En ese marco, los expertos internacionales consideran que el acercamiento de los presos vascos a cárceles de Euskadi sería un "paso humanitario" que "destrabaría la situación y traería mucho alivio". A mediados del mes próximo, Currin, Spektorowski y los demás negociadores volverán a tratar este asunto con diferentes protagonistas de este proceso. El gobierno de Rajoy, una vez más, mantendrá la puerta cerrada.