El Gobierno se plantea un tándem Pedro Sánchez-Yolanda Díaz en la moción de censura de Vox
Los socialistas no descartan una fórmula mixta para poner en valor la coalición tras semanas revueltas. Pablo Iglesias ya replicó al partido de ultraderecha en la moción del año 2020, cuando era vicepresidente del Gobierno.
Publicidad
madrid, Actualizado:
La moción de censura presentada por Vox paralizará la actividad parlamentaria y política la semana que viene. Al menos durante dos días el foco se centrará en el Congreso de los Diputados y en un nombre propio, el de Ramón Tamames. Salvo giro de guion, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intervendrá para responder el discurso del veterano profesor y economista elegido por la ultraderecha. Y cobra fuerza la posibilidad de que también tenga su papel protagonista la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Publicidad
En Moncloa y en Ferraz prefieren todavía no desvelar las cartas concretas. Pero esa posibilidad está sobre la mesa, según reconocen diferentes fuentes consultadas. Para el Gobierno de coalición, al menos así lo ven desde las filas socialistas, la moción de censura es una oportunidad para volver a cohesionar la coalición entre PSOE y Unidas Podemos tras semanas de tensiones, especialmente a cuenta de la reforma de la ley del solo sí es sí.
Una suerte de balón de oxígeno, así ven algunas voces del PSOE la moción de censura. En este sentido, fuentes consultadas por Público señalan que sería una buena idea que Díaz pudiera intervenir. Tampoco descartan en las filas socialistas la participación de más ministros, sea las otras vicepresidentas, Nadia Calviño y Teresa Ribera, u otros. La idea es poder confrontar los dos modelos de país. Por un lado, el del actual Gobierno de coalición y, por otro, el de la ultraderecha que lidera Santiago Abascal y sus aliados. Es decir, el PP, a quien ven cada vez más cercano a Vox.
De ahí que en las intervenciones públicas sobre la moción, tanto los dirigentes socialistas como los integrantes del ala socialista del Gobierno estén poniendo el foco en el cambio de Alberto Núñez Feijóo. El PSOE ve muy significativo que en tres años hayan pasado de votar 'no' a una iniciativa similar bajo el liderazgo de Pablo Casado a la actual abstención que han anunciado. Un gesto que, según los socialistas, indica que los populares son conscientes de que se aliarán con la ultraderecha allá donde sea necesario.
Publicidad
"Es un debate importante. La moción de censura es un elemento constitucional. Le concedemos la máxima importancia al mismo", dijo este martes la portavoz del Gobierno Isabel Rodríguez. Desde el anuncio de Abascal los socialistas se han afanado en darle relevancia a la moción, conscientes de que Sánchez se convirtió en presidente en 2018 con este mismo instrumento. "La prioridad para el Gobierno es mostrar nuestro modelo frente al de la extrema derecha y la ambigüedad en forma de abstención del señor Feijóo", añadió Rodríguez en rueda de prensa.
Ni la vicepresidenta segunda ni su equipo han tomado una decisión en este sentido y, en todo caso, lo abordarán esta semana. Díaz comparte con los socialistas la idea de tomarse en serio la moción de censura de la ultraderecha y de defender las medidas sociales más importantes desplegadas por el Ejecutivo de coalición. También están de acuerdo en contraponer el proyecto de país que defiende el Gobierno ante la "ausencia de proyecto" de la derecha y de la ultraderecha, apenas unas semanas después de uno de los acuerdos más importantes de la legislatura: la fase final de la reforma de las pensiones.
Publicidad
Una moción de la ultraderecha replicada por mujeres
En esa moción de censura de 2020 se dio una circunstancia parecida a la que puede darse la próxima semana. Pablo Iglesias ya intervino en aquella ocasión cuando ejercía de vicepresidente segundo del Gobierno, en un debate en el que destacó el discurso del entonces presidente del PP, Pablo Casado (que se desmarcó de la moción de Vox y del discurso de Abascal), pero en el que también le advirtió que llegaba "tarde" tras haber permitido que la ultraderecha le ganara la batalla en el espacio conservador.
Más allá del Gobierno, en el Congreso también se debaten distintas posibilidades sobre la estrategia a seguir en el Pleno que arranca el martes. En un primer momento, ERC puso sobre la mesa que los portavoces de los distintos grupos no dieran réplica a Tamames y a Vox y que pudieran despachar la sesión con intervenciones de apenas unos minutos, como hizo Aitor Esteban, portavoz del PNV, con la primera moción de censura de Vox a Sánchez, en 2020.
Publicidad
Sin embargo, dado que el presidente del Gobierno había decidido dar la réplica como de costumbre, esta idea se descartó. Este martes la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, propuso que las réplicas de los grupos las dieran mujeres, con el objetivo de hacer frente a los postulados antifeministas de Vox: "Sería una bonita imagen que ante esa moción de censura esperpento seamos las mujeres quienes les plantemos cara a la ultraderecha en España", dijo.
El grupo confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común debatirá esta propuesta durante la semana (sus portavoces se suelen repartir el tiempo durante debates de esta envergadura) y, si sale adelante en el seno del grupo, es probable que se explore esta posibilidad con el resto de grupos del Congreso o, al menos, con los del bloque de la investidura.
Publicidad
Los días 21 y 22 de marzo se debatirá y votará por tanto en la Cámara Baja la iniciativa del partido que lidera Abascal. El reglamento de esta instrumento permite que cualquier integrante del Gobierno pueda intervenir, sin límite de tiempo, en cualquier momento. Tampoco tiene límite de tiempo del candidato a ser nuevo presidente. Los grupos parlamentarios que lo deseen pueden participar con una intervención de 30 minutos cada uno.
Está por ver qué discurso hace Tamames. Después de realizar una serie de entrevistas en diferentes medios que contradicen muchos postulados de Vox, hay expectación en escuchar sus palabras. Antiguos compañeros de militancia en su época del PCE ya advirtieron en su momento, como publicó este medio, que era una persona "incontrolable" y que Vox no sabía donde se metía con su elección.