Había transcurrido apenas un año desde la proclamación de la II República, primer régimen democrático de la historia de España, y el general Sanjurjo decidió levantarse en armas. Era el mes de agosto de 1932. "Queda declarado el estado de guerra en toda la región andaluza, con las consecuencias que dicho estado lleva consigo", rezaba el bando militar. Sin embargo, este primer golpe de Estado fracasó. Cuatro años después, en 1936, Sanjurjo repetiría traición al Gobierno elegido democráticamente y desde Portugal participó en la conspiración que desembocó en el golpe de Estado del 18 de julio y en la Guerra Civil. De hecho, Sanjurjo debía ponerse al frente de la misma, pero falleció en un accidente aéreo cuando regresaba a la península desde Portugal.

Nada de lo anteriormente mencionado, ha importado al Gobierno de Mariano Rajoy para permitir el entierro del golpista en el Pabellón de Héroes Regulares del Cementerio de Melilla, en secreto y con representación de altos mandos militares y políticos. De hecho, el Gobierno de Mariano Rajoy ha justificado el entierro de Sanjurjo en este privilegiado emplazamiento por sus méritos en las Campañas de Marruecos, uno de los criterios contemplados en la Norma General del Jefe de Estado Mayor del Ejército.

Así se lo ha hecho saber el Ejecutivo en una respuesta escrita al diputado de Unidos Podemos Juan Antonio Delgado Ramos en la que también recuerda que Sanjurjo recibió dos Cruces Laureadas de San Fernando concedidas por Alfonso XIII en 1914 y 1927. Eso sí, el Gobierno se olvida de mencionar la participación de Sanjurjo en dos golpes de Estado que tenían por objetivo acabar con la primera experiencia democrática española y que costaron miles de vidas.  

"El Gobierno olvida mencionar que estamos hablando de un golpista que traicionó a la democracia española. Los generales fascistas no deberían estar enterrados con honores militares y tampoco mantener esas distinciones", señala a Público Delgado Ramos, ex agente de la Guardia Civil, que lamenta que el Ejército haya tomado tan pocas medidas en materia de Memoria Histórica.

Asimismo, el diputado de Unidos Podemos lamenta que el Gobierno haya respondido a las preguntas que ha querido y haya hecho oídos sordos al resto. Por ejemplo, Delgado Ramos pidió conocer cuánto costó el traslado de Sanjurjo desde Pamplona, donde fue exhumado en noviembre pasado en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, a Melilla. Así, también solicitó conocer si fue trasladado en un helicóptero de las Fuerzas Armadas, tal y como ha sido publicado en diferentes medios.

El Gobierno se ha limitado a contestar que "los familiares se comprometieron a asumir las autorizaciones y gastos para proceder a la inhumación, por lo que la misma no generó gasto alguno a las arcas del Estado, como tampoco lo generó el traslado de los restos". Por ello, Delgado Ramos ya ha anunciado a Público que volverá a formular las preguntas al Gobierno. "Pedí conocer cuánto costó esto y si se utilizó un helicóptero de las Fuerzas Armadas. No creo que sea tan difícil", sentencia.