El Gobierno cierra una semana 'horribilis' en el Congreso con la tensión disparada entre PSOE y Unidas Podemos
A las discrepancias en torno a la reforma de la ley del 'solo sí es sí' se sumó la votación de la ley de bienestar animal, que también enfrentaba a los socios por la exclusión de los perros de caza.
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MADRID, Actualizado:
Semana complicada para el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, pero también para sus grupos parlamentarios. El registro de los socialistas de la reforma de la ley del solo sí es sí el pasado lunes, sin previo aviso y de forma unilateral, era solo el preludio del alto voltaje vivido en las relaciones entre los socios de la coalición. Cuatro días después, esta disputa alcanzó este jueves uno de los puntos más álgidos de la legislatura con la aprobación in extremis de la ley de bienestar animal. "Estamos en un momento muy delicado", ahondaba un diputado morado en los pasillos del Congreso.
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La semana pasada, cuando se asentó la idea de una eventual modificación de la norma de libertad sexual, el clima todavía dejaba un resquicio que hacía presagiar la posibilidad de un entendimiento entre el Ministerio de Justicia (PSOE) y el de Igualdad (Unidas Podemos). Si bien, al llevar el PSOE su propuesta al Congreso y materializar así su amenaza, el marco del diálogo se estrechó hasta el punto de que ahora "está roto", como ha confirmado este jueves la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Las discrepancias en torno al contenido de la reforma del PSOE subieron un peldaño el pasado martes después de las polémicas declaraciones de la titular de Justicia, Pilar Llop, cuando en una entrevista afirmó que "la víctima tiene muy fácil probar que hubo violencia, solo con una herida ya puede". Estas palabras daban de bruces con la estrategia de los socialistas sobre la idea de que el consentimiento "no se toca" porque su redacción "se mantiene" intacta.
El pasado miércoles, en la primera sesión de control al Gobierno del año, los ataques de la oposición por la ley coparon esta cita parlamentaria. Paralelamente, la propia Llop y el PSOE rebajaron el tono en aras de alcanzar un acuerdo con sus socios, aunque al mismo tiempo este partido comenzó a asumir que sí tendrá que "hablar" con el PP para abordar esta reforma.
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Y es que, aunque los socialistas cerraron la puerta al PP el lunes, frente a su mano tendida, para apostar por Unidas Podemos y el resto de aliados parlamentarios que avalaron la norma el pasado mes de agosto, a estas alturas ya no descarta ningún apoyo. "Yo voy hablar con todos los grupos parlamentarios, porque quiero, como siempre, que salgan adelante todas las iniciativas", ha señalado este jueves el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, uno de los encargados de negociar la reforma con los grupos del Congreso.
Con respecto al bloque de la investidura, aunque por ahora solo el PNV se ha mostrado favorable a la admisión a trámite del texto, ERC, EH Bildu, Más País y Compromís no han entrado a valorar si la propuesta legislativa mantiene o no el consentimiento en el centro, su principal línea roja de cara a las negociaciones. No obstante, más allá de reclamar una respuesta unitaria del Gobierno, ERC y EH Bildu han cerrado filas en torno a Montero: "Yo creo que la ecuación pasa por Igualdad y por la ministra sí o sí", insistió este jueves el portavoz republicano, Gabriel Rufián.
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La ley de bienestar animal ahonda la herida
Al margen de esta polémica, cuya búsqueda de soluciones seguirá copando el foco informativo en los próximos días, el debate y la votación de la ley de bienestar animal no ayudó a calmar las aguas; al revés. Aunque finalmente la sangre no llegó al río, las divergencias entre el PSOE y sus socios por la enmienda que los socialistas impusieron con la ayuda de PP y Vox para excluir a los perros de caza dejaron la ley al borde del precipicio.
Pese a cambiar sustancialmente el texto, Unidas Podemos arrastró a ERC, EH Bildu e incluso a la CUP al sí y la norma salió adelante por un estrecho margen. También la modificación del Código Penal en lo relativo a las penas para perseguir el maltrato y abandono animal que acompaña a la norma de Ione Belarra.
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No obstante, en los aledaños del pleno y en vísperas de la votación de ambas leyes, los mensajes cruzados y las acusaciones entre las dos almas del Gobierno eran constantes. La propia ministra de Derechos Sociales se hizo eco de esta crispación al airear desde la tribuna la "dificultad" en la tramitación de la norma. "Hemos llegado tan lejos como hemos podido con las fuerzas que tenemos. Más lejos de lo que había llegado nunca antes España en la defensa de los derechos, pero no tan lejos como querríamos, pero más lejos de lo que nunca imaginamos que íbamos a poder llegar", apostilló Belarra, además de obviar al PSOE en sus agradecimientos.
A esta compleja situación se unió a última hora la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la tragedia de Melilla. Con todo, el Gobierno cerró la primera semana de actividad ordinaria del año en el Congreso muy enfrentado y abonado al pesimismo a pesar de todos los retos aún pendientes de abordar. Más allá de la reforma del solo sí es sí, todavía quedan por tramitar otras dos leyes importantes de la legislatura, la de vivienda y la reforma de la ley mordaza, cuyo futuro también está en el aire por las discrepancias del Ejecutivo con sus socios parlamentarios de ERC y EH Bildu.