La revuelta de los alcaldes ante la propuesta del Gobierno para que se desbloqueen 5.000 millones de euros de superávit va camino de dar frutos.

Después de que el viernes se suspendiese, con apenas una hora de antelación, la reunión de la Junta de Gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), dada la falta de consenso -como adelantó Público-, fuentes de este organismo aseguran que la intención de su presidente, Abel Caballero, es que este órgano se reúna finalmente este jueves. 

Visto el rechazo de los alcaldes del PSOE y de Unidas Podemos a la propuesta, también de los ediles del PP, el propio Caballero inició la semana pasada nuevos contactos con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para intentar desencallar la situación.

Según estas fuentes, tras constatar Caballero que no puede aplacar el rechazo de gran parte de los ediles socialistas, ni arrastrar al resto de grupos para lograr mayoría, se ha abierto una negociación a varias bandas: tanto a la interna, en el seno de la FEMP, como a la externa, con el Ministerio de Hacienda.

Hoy por hoy, afirman, en estas conversaciones se están abordando muchas de las cuestiones que la semana pasada eran consideradas inabordables, si bien aluden a la necesaria discreción para no revelar detalles concretos. Esperan que de ellas resulte una propuesta que modifique "sustancialmente" la oferta de Hacienda. 

"Estamos haciendo documentos proactivos", afirma otra fuente de la FEMP, que dice entender "la complejidad del momento", teniendo en cuenta además que todavía no está claro el volumen de ayudas que España recibirá de la UE. Por lo pronto, apostilla, "hemos conseguido que nos escuchen y nos atiendan", mientras los alcaldes del PP se dedican al "acoso y derribo", sin "ningún interés más que ir en contra de lo que pueda favorecer al Gobierno". 

De hecho, a priori no rechaza la condición de prestar al Estado 14.000 millones de euros, si bien a cambio pide abordar otros puntos en la negociación, entre ellos la flexibilización de la regla de gasto, que además figura como una de las promesas del acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.

En la misma línea, reivindica una mayor "financiación y participación" de las corporaciones locales en la reconstrución, pensando también en los ayuntamientos que no tienen superávit, y en que algunas comunidades autónomas no han contado con ellos para repartir los fondos de reconstrucción comprometidos hasta la fecha.

 "No puede ser que el mundo local gestione el 15% de recursos, cuando es el que está más cerca de la ciudadanía", y mientras hay "30.000 millones en los bancos que no podemos gastar". "En los últimos meses, todos los recursos los estamos destinando a salvar vidas, ahora a que la gente tenga los recursos básicos", apunta.

A su vez, desde el Ministerio que encabeza María Jesús Montero reconocen que están participando en conversaciones con la FEMP. Destacan su voluntad de diálogo y son conscientes de que habrá "algún cambio" con respecto a la oferta formulada la semana pasada, si bien rechazan entrar al detalle sobre las negociaciones. 

Alcaldes de todos los colores políticos criticaron esta propuesta durante la pasada semana, algunos muy duramente. Entre otras cuestiones, Hacienda planeaba acotar el gasto de este superávit a tres áreas concretas:  "Agenda urbana y movilidad sostenible, cuidados de proximidad y cultura".

Además, condicionaba el desbloqueo de estas partidas a que las corporaciones entregasen al Estado un total de 14.000 millones, para que les fuera reintegrado en un plazo de 10 años.

De hecho, a finales de la semana pasada desde la cúpula de la FEMP trabajaron para convencer a los alcaldes de la importancia de desbloquear estos 5.000 millones e inyectarlos en la economía, pero el rechazo a la propuesta de Hacienda se convirtió en un muro, por el momento insoslayable.