Gobierno y agentes sociales pisan el acelerador de la reforma laboral para tenerla lista antes de final de año

La reforma laboral encara su recta final y el Gobierno tiene el objetivo de pisar el acelerador para que la norma esté lista antes de acabar el año. En este contexto, la próxima semana se intensificarán las reuniones de la mesa de diálogo social en la que el Ejecutivo, los sindicatos y las patronales negocian un acuerdo.

En la actualidad, este foro se reúne dos días a la semana (los miércoles y los viernes), pero para la semana que viene la mesa ya está convocada, además de estos dos días, para el lunes; incluso se baraja la posibilidad de que haya reuniones todos los días (de lunes a viernes), con el objetivo de cumplir el compromiso de tener la reforma lista antes de que acabe el año.

Este viernes se ha celebrado la última reunión, un encuentro en el que, según fuentes del diálogo social, se ha podido avanzar sobremanera en dos asuntos concretos: los límites a la temporalidad y el contrato fijo discontinuo.

El pasado martes se consensuó que los límites a los contratos temporales no vendrían establecidos por un porcentaje mínimo, sino que se basarían en la causalidad (la obligación de la empresa de explicar y justificar por qué se recurre a un contrato temporal y no a la modalidad indefinida, que sería la habitual) y, en determinados casos (en concreto en los contratos temporales por circunstancias de la producción para atender campañas ocasionales y previsibles) en un límite de tiempo.

Este límite de tiempo se basaría en que los contratos temporales por circunstancias de la producción no podrían superar un número de días por año. Las patronales y los sindicatos mantenían posiciones distintas sobre el número concreto de días en los que se basaría este límite, y este viernes el Gobierno ha hecho una propuesta "ponderada" que lo fijaría alrededor de los 90 días.

También se ha avanzado en la redacción del denominado contrato fijo discontinuo, la modalidad que se desplegará para cubrir las necesidades de los trabajos estacionales. Una de las claves de la reforma laboral es la supresión del contrato de obra y servicio (considerado por el Ministerio de Trabajo un tipo de contrato que supone una puerta de entrada al fraude laboral), y lo que se busca es que el fijo discontinuo pueda responder a las distintas realidades que se dan en los sectores estacionales cuya actividad es intermitente.

Se han abordado, además, algunos aspectos de la negociación colectiva, aunque esta materia se seguirá negociando en la reunión que la mesa de diálogo social celebrará el lunes. Desde el Ministerio de Trabajo se traslada que "se avanza de manera positiva en la redacción del texto".