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Gabilondo, al estilo del viejo profesor, levanta entusiasmo en el PSOE

Aboga por la “economía del conocimiento”, por acabar con la pobreza “porque es la peor exclusión” y por un pacto intergeneracional. Más de un millar de personas acuden a la presentación del nuevo candidato para la Comunidad de Madrid y centenares se quedan fuera.

El candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo durante su intervención en el acto de presentación de su candidatura, hoy en Madrid. EFE

MANUEL SÁNCHEZ

La presentación oficial de Ángel Gabilondo como candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid desbordó todas las previsiones. El recinto elegido, con capacidad para algo más de un millar de personas se vio sobrepasado, y fuera del mismo, se quedaron varios centenares más.

Tras el tsunami en el Partido Socialista de Madrid (PSM) el primer acto oficial del candidato a la Presidencia madrileña que ha sustituido a Tomás Gómez en apenas quince días, podría deparar todo tipo de sorpresas. Desde un “escrache tomasista” –ya ocurrió a las puertas de Ferraz- hasta una clara desafección de la militancia.

Nada de eso pasó. El PSM y, sobre todo, muchos ciudadanos que no militan en el PSM, abarrotaron el acto y dieron un apoyo incondicional al su nuevo “viejo profesor”.

La elaborada intervención de Gabilondo, sin gritos ni estridencias mitineras, recordó mucho al estilo de Tierno Galván

Y es que en su discurso Gabilondo recordó mucho el estilo de Tierno Galván. Una intervención elaborada, con mensajes que calaron, sin gritos ni estridencias mitineras. Fue como un profesor ante una clase con más de un millar de alumnos.

Y a ellos les explicó que aboga por la “economía del conocimiento”, que hay que luchar para acabar con la pobreza “porque es la peor exclusión que puede existir”, y defendió un “pacto intergeneracional” reivindicando que hacen falta los jóvenes, y también los mayores de cincuenta años.

Los alumnos (léase los militantes del PSM) le escuchaban con la boca abierta. Les faltó coger apuntes. Y es que Gabilondo hizo un discurso muy elaborado que bien valdría para Madrid, como para el Gobierno de España.

Pidió un “partido abierto a la ciudadanía”, dijo que no desea “el poder para divertirse, sino para hacer”, reivindicó lo público y, sobre todo, puso a la educación como la base del progreso.

Pedro Sánchez sacó pecho por lo que consideró su victoria en el Debate del estado de la Nación

Antes de Gabilondo, un exultante Pedro Sánchez –no puede disimular cuando está bien, ni cuando no- sacó pecho por lo que consideró su victoria en el Debate del estado de la Nación.

Y volvió a arremeter contra la corrupción del PP de forma abierta. “La economía del PP es la de Bárcenas, la de Blesa, la de Aznar, la de Rato”, dijo; y volvió a reivindicarse como un político limpio que lidera un partido transparente. Aseguró que hay otra forma de hacer las cosas.

Sánchez abogó también por que el PSOE se aferre a sus principios y no dudó en reivindicarse de “izquierdas”, ante tantas dudas sobre su posicionamiento.

Y antes de que Sánchez terminase, un pletórico candidato a la Alcaldía de Madrid, Antonio Carmona, hizo pareja de forma inmediata con Ángel Gabilondo para llegar al Palacio de Correos.

En suma, el PSM y el PSOE se dieron un festín que no hubieran soñado hace sólo quince días. Gabilondo está más que consolidado como candidato y ha entrado con mucha fuerza. Ferraz da por acabado el pulso, salvo coletazos que puedan darse de última hora, con una parte de los socialistas madrileños. Y Carmona, a lo suyo y convencido.

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