La expulsión de IU de Gordo y Pérez no les apartará de ninguno de sus cargos
La Presidencia Federal de IU vota hoy el expediente abierto a los portavoces en el Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid por incumplir las resoluciones de la dirección nacional. Sus ceses en el partido se dan por hecho, pero corresponde a IUCM destituirlos.
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MADRID.- La Presidencia Ejecutiva Federal de Izquierda Unida se reúne este viernes con un único punto en el orden del día: votar las conclusiones del expediente abierto a Ángel Pérez y Gregorio Gordo, portavoces de IU en el Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid. El mismo órgano aprobó por mayoría el pasado 30 de enero abrirles expedientes por una “falta muy grave” según el artículo 31.4 de los estatutos de IU [la actuación en contra de los acuerdos, decisiones o resoluciones expresamente adoptados por los órganos de la organización en el marco de sus competencias con consecuencias negativas para IU], en la que incurrieron cuando permanecieron en sus cargos pese a la exigencia de su relevo desde la dirección federal.
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Según las diferentes fuentes consultadas, la expulsión de ambos portavoces de la coalición se da por hecha, aunque ello no implica sus ceses como portavoces, algo que sólo corresponde decidir a la federación madrileña, cuyos órganos de dirección controlan tras 20 años al frente la organización. El federal dará un plazo de tiempo a IU-CM para que aplique la resolución, algo que ya han adelantado que no harán, acogiéndose al principio de federalidad por el que se reconoce la soberanía de cada federación que compone IU. El propio Ángel Pérez lo aclaraba en un vídeo en el que, de paso, criticaba al candidato de IU a La Moncloa, Alberto Garzón, que defiende su inmediata expulsión. Pérez ha advertido de que irá a los tribunales contra su propio partido.
Este tira y afloja entre la dirección federal e IU-Comunidad de Madrid ya se remonta a octubre del pasado año, cuando estalló el escándalo de los 15,5 millones de euros que los consejeros de Caja Madrid gastaron con tarjetas de crédito de la entidad nacionalizada sin declarar a Hacienda. Entre ellos había varios consejeros a propuesta de IU, como el vicepresidente de la caja, José Antonio Moral Santín, que dilapidó en gastos personales alrededor de medio millón de euros. Pese a su expulsión en 2012 por otros presuntos delitos de corrupción relacionados con su gestión en la caja, IU decidió lavar su imagen siendo el único partido que depurara responsabilidades políticas de los dirigentes de IU-CM que colocaron y defendieron a estos consejeros (Gordo y Pérez). Pero este gesto ha conseguido el efecto contrario, sacando a la luz las divisiones y luchas de poder entre las corrientes internas de la federación.