EXCLUSIVA | Las cloacas de Interior Villarejo hizo negocios en Arabia Saudí junto al narco Clemente Marcet y a Arespacochaga
Público accede en exclusiva a las imágenes de uno de los viajes que el comisario, ahora en prisión por la Operación Tándem, hizo estando como adjunto a la cúpula policial. Acudía a ver a los príncipes Naef y Saud Bin Fawaz Al Shaalan con el narco José María Clemente Marcet, buscado por Estados Unidos, Francia y España; y con el hijo del último alcalde franquista de Madrid, Joaquín Arespacochaga, imputado por el desvío a paraísos fiscales de 21 millones de euros de ayudas en la Bahía de Cádiz.
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madrid,
El negocio internacional, el que produce decenas de millones de euros que hay que blanquear y mover por los paraísos fiscales de Suiza, Delaware (EEUU) y Panamá, era una de las especialidades del comisario José Manuel Villarejo. Entre sus clientes no faltan narcotraficantes como el catalán José María Clemente Marcet, como demuestran las imágenes, obtenidas por Público en exclusiva, de uno de los viajes de los tres a Arabia Saudí. Clemente Marcet fue detenido y acusado de narcotráfico en diferentes países –EEUU, Francia, Italia, España, Suiza, Colombia–, pero hasta 2016 viajó e hizo negocios en varias ocasiones con uno de los comisarios de confianza de la cúpula policial del Ministerio del Interior que dirigía Jorge Fernández Díaz.
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Junto a ellos está Joaquín Arespacochaga, hijo del último alcalde franquista de Madrid, según le identifican fuentes gaditanas y de la Fiscalía. Este asesor fiscal de la jet set española, relacionado con la creación de sociedades offshore para narcotraficantes o grandes fortunas, es un hombre importante en Madrid, Cádiz y Luxemburgo, donde tiene fijada su residencia –según intenta convencer al juzgado número 4 de Cádiz, que le tiene imputado por el desvío a paraísos fiscales de 21 millones de euros de subvenciones para la reactivación de la Bahía de Cádiz–.
Sus anfitriones en Arabia Saudí son el príncipe Naef Bin Fawaz Al-Shaalan, yerno del ex viceministro de Defensa saudí, y su hermano gemelo, Saud. El hermano mayor, Nawaf, se casó con la hija del Rey Abdullah. El príncipe fue condenado por el Tribunal de Apelación de París, junto con Clemente Marcet, a diez años de prisión por el envío de 2.000 kilos de cocaína de Venezuela a París, vía Riad, en mayo de 1999. Sin embargo, ninguno de ellos ha entrado en prisión.
Las fuentes consultadas por Público datan las fotografías en torno a 2013, cuando Clemente Marcet ya había sido condenado por la Justicia francesa y era buscado para cumplir sentencia. Aunque el último viaje detectado del comisario junto a un miembro del despacho de Arespacochaga es de principios de 2016, cuando fueron acompañados por el ex jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, –ahora en prisión por participar en la trama rusa, según el FBI–, el magnate ruso del aluminio, Oleg Deripaska; y los empresarios españoles Adrián de la Joya y Juan Vilallonga, para vender sistemas de encriptación, como ya habían intentado hacer en China e Irán.
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Adrián de la Joya y Monzer Al Kassar, amigos comunes
Pero la relación entre Villarejo y Clemente Marcet puede datarse al menos desde 2006, cuando se desmanteló en Estepona (Málaga) el despacho del abogado cordobés Rafael Cruz Conde en la conocida Operación Hidalgo, donde quedaba al descubierto la trama que investigaba la Agencia Antidroga estadounidense (DEA) desde finales de los 90: las relaciones del catalán con los narcotraficantes colombianos Úsuga, del cártel de Medellín.
Los investigadores señalan que existe una estrecha relación de Marcet con el cordobés, ya fallecido, Rafael Cruz Conde, quien según la Policía habría participado de forma muy activa en la creación del entramado empresarial internacional que sirve de pantalla jurídica entre el propio Marcet y las propiedad inmobiliarias adquiridas por éste.
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En esa misma operación afloró información sobre otros grandes amigos del comisario Villarejo, quien representaba para hacer negocios de armas –como desveló Público– a Monzer Al Kassar y a Abdul Rahman El Assir, cuñado de otro compañero de viaje del policía ahora en prisión, el empresario Adrián de la Joya, y representante del holding hispano del traficante de armas Adnan Kashoggi. De la Joya, Al Kassar y Villarejo también han compartido abogado: Ernesto Díaz Bastién, cuyo hermano fue condenado en el caso Goldfinger, que investigó una trama de corrupción que operaba también en la zona de Marbella.
El Assir, De la Joya y Clemente Marcet comparten su afición por la estación invernal de Gstaad (Suiza), donde diferentes fuentes consultadas por Público han podido verles. También comparten estrechas relaciones con el rey emérito Juan Carlos I.
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Arespacochaga y el ex jefe de campaña de Donald Trump
Las relaciones de Villarejo con el despacho de Joaquín Arespacochaga también son intensas. El hijo del último alcalde franquista de Madrid está imputado en el juzgado número 4 de Cádiz por desviar a paraísos fiscales más de 20 millones de euros, pero participó con Villarejo, Adrián de la Joya y el ex jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, a través del abogado de su despacho Enrique Maestre Cavanna, en una fallida operación comercial internacional con la que intentaron burlar el embargo de alta tecnología de EEUU contra Irán.
Según desveló El País, este grupo junto con el ex presidente de telefónica Juan Vilallonga y un oligarca ruso intentaron vender sistemas de encriptación a China, Irán y a los países árabes junto con el comisario José Manuel Villarejo, estando este en activo bajo las órdenes de Fernández Díaz.
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El nombre de Arespacochaga también salió a la luz con la investigación de los papeles de Panamá, donde quedaron acreditadas sus capacidades para mover las grandes fortunas por sociedades offshore del empresario iraní Farshad Massoud Zandi o de los hermanos Cotoner Martos, grandes de España, hijos del exjefe de la Casa Real Nicolás Cotoner y Cotoner –marqués de Mondejar y durante décadas preceptor del rey Juan Carlos I– y dueños de un imperio inmobiliario.