‘Estampas de aldea’, un libro infantil republicano arrebatado a la censura franquista y al olvido
Maestro rural e intelectual republicano
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MADRID. Durante la Segunda República (1931-1936), el país experimentó la mayor renovación educativa conocida hasta entonces: aulas abiertas; bibliotecas; conversaciones; aprender haciendo; talleres o autogestión, entre otros métodos propios de la escuela nueva de Maria Montessori y Ovide Decroly, y de la Institución Libre de Enseñanza. La escuela rural se convirtió en el objetivo de la remodelación docente, e iniciativas como las Misiones Pedagógicas llevaron la cultura a los núcleos con mayores necesidades de alfabetización.
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En su año de publicación, 1935, vendió más de 400 copias. La mayoría, a maestros que lo utilizaban como recurso educativo en sus clases. El dibujo de la portada era obra de Miguel Prieto, un importante ilustrador republicano exiliado en México y autor, también, del diseño del Canto general, de Pablo Neruda.
Ahora, una iniciativa de los investigadores José Manuel Estebaranz y Ainhoa Zufriategui ha rescatado este libro clandestino, primero, y olvidado, después, reeditando un facsímil de la publicación original. Sin ayudas institucionales, el proyecto salió adelante gracias al micromecenazgo de particulares y asociaciones.
Maestro rural e intelectual republicano
Con la ayuda de Soledad de Andrés, la última hija de Cobos, Estebaranz y Zufriategui bucearon en el archivo familiar del maestro para trazar su historia de vida y explicar su papel protagonista en la renovación pedagógica de la República. “En Estampas de Aldea, él pretende hacer un homenaje a la vida rural, pero también facilitar al maestro un material pedagógico moderno, de calidad y rompedor con el tipo de contenido escolar que se venía haciendo”, aclara el investigador.
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Recorrió centros de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia y Bilbao que ya implementaban los métodos de la escuela nueva, y a su vuelta publicó ‘Un viaje por las escuelas de España’, reflejando las buenas prácticas docentes que había testimoniado en su periplo. Dirigió un orfanato y un grupo escolar en Madrid, y formó parte activa en la reforma de la enseñanza primaria. “Fue una referencia en la renovación pedagógica española y uno de los mayores pensadores de la República”, defiende Estebaranz.
Sobrevivió una decena de ejemplares
El golpe de estado militar contra el gobierno republicano sorprendió a Cobos en La Granja, Segovia, con su familia. Fue detenido el 21 de julio y encarcelado. No recobró la libertad hasta octubre de 1940. En su vivienda de Madrid conservó algunos ejemplares de Estampas de aldea, pese al peligro de guardar libros prohibidos por el franquismo. “Había circulares que instaban a los maestros a expurgar de las bibliotecas ese libro y que se remitiera a las autoridades educativas provinciales. Toda persona que lo ocultara corría riesgo”, anota Estebaranz.