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¿Por qué ha elegido Sánchez a Noruega, Irlanda, Eslovenia y Bélgica como aliados para reconocer Palestina?

El presidente del Gobierno encabeza un movimiento para arrastrar a más países de la UE a reconocer el Estado palestino. Sánchez se apoya en el debate de la ONU para considerar que este es el momento adecuado para dar ese paso. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sale de una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 10 de abril de 2024, en Madrid
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sale de una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 10 de abril de 2024, en Madrid. Eduardo Parra / Europa Press

Noruega, Irlanda, Eslovenia y Bélgica. Son los países que ha elegido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para una gira que comienza este viernes. El motivo principal es apuntalar el reconocimiento del Estado palestino y dar pasos en favor de la solución al conflicto en Oriente Medio. Sánchez está decidido al reconocimiento de Palestina durante este primer semestre. ¿Por qué estos países? ¿Por qué ahora es el momento?

El PSOE defiende desde hace más de una década el reconocimiento del Estado palestino y la solución de los "dos Estados", que incluye además un reconocimiento de muchos países árabes de la existencia de Israel. Frente a la petición desde la izquierda, con Sumar y Podemos a la cabeza, de que España diera ese paso, en Moncloa argumentaban que había que buscar el momento adecuado. 

Tras meses de diferentes contactos y viajes, Sánchez y su equipo consideran que hay diferentes factores que han evolucionado desde el pasado mes de octubre. En aquellos primeros momentos el foco principal de la comunidad internacional casi sin excepción se puso sobre los atentados de Hamás y su condena. 

Ya en el mes de noviembre, durante su viaje a Israel y Palestina, Sánchez tuvo la oportunidad de pedir a Benjamin Netanyahu que se protegiera a la sociedad civil de la franja de Gaza. Allí ya habló del reconocimiento del Estado palestino, lo que desembocó en una reacción de protesta de Israel, que llegó a llamar a consultas a su embajadora en España. 

En ese citado viaje estuvo acompañado por el primer ministro de Bélgica, Alexandre De Croo. Desde entonces ha sido uno de los principales aliados de Sánchez en este sentido. Por eso es una de las personas elegidas para apuntalar este movimiento que lidera el presidente del Gobierno. Bélgica, además, ostenta la presidencia de turno de la UE en estos momentos y hasta el mes de julio. Sánchez y De Croo se reunirán la semana que viene poco antes del Consejo Europeo. 

La gira empieza este viernes en Oslo, capital de Noruega. Sánchez se verá con su primer ministro, Jonas Gahr Støre. Es otro de los países aliados y además con una carga simbólica muy potente. Allí se celebraron los llamados Acuerdos de Oslo en 1993, un primer intento importante para el proceso de paz entre Israel y Palestina. Su parlamento ha aprobado recientemente el reconocimiento del Estado palestino y el país nórdico auspicia uno de los pocos foros de interlocución abiertos entre ambas partes. 

Desde allí el presidente se desplazará también el viernes a Dublín, capital de Irlanda. Simon Harris es el nuevo primer ministro, en sustitución de Leo Varadkar. La alianza con este país para reconocer a Palestina ya se puso encima de la mesa a finales del pasado mes de marzo con un comunicado conjunto también firmado por Malta y Eslovenia. Este último país será visitado por Sánchez el martes que viene para mantener una reunión con su primer ministro, Robert Golob. 

El objetivo de esta gira, según fuentes de Moncloa, es dar continuidad al movimiento que ya está en marcha. En la UE hay muchas diferencias y por ejemplo Alemania está lejos de reconocer a Palestina. Pero la Francia de Emmanuel Macron podría variar. Según destacan fuentes del Gobierno, hay una masa no menor de países europeos que están esperando a otros para sumarse. Las mismas fuentes destacan que uno de los objetivos que tiene Sánchez en mente es crear una masa crítica para arrastrar a otros Estados. Moncloa no descarta más reuniones de este tipo próximamente con países menos convencidos. 

Fuera de las fronteras de la UE también existe un factor importante para que España haya considera que ahora es el momento. Se trata del debate en la ONU para incluir a Palestina como miembro de pleno derecho. Una reflexión intensa que, para Moncloa, proporciona factores y elementos a tener en consideración para dar los pasos que quiere Sánchez. 

Desde el equipo de Sánchez reivindican la soberanía española para tomar sus propias decisiones. Lo hacen frente a la posición del PP y Alberto Núñez Feijóo que ahora pide esperar a que se sumen "más países de peso". Le contestó el propio Sánchez en el Congreso este martes y fuentes de Moncloa ratifican que España no necesita otros países que le digan qué hacer con este conflicto. 

El Gobierno destaca también que la iniciativa de reconocer el Estado palestina debe servir a contribuir al proceso de paz. Pero como punto de partida y no como resultado. La argumentación, que no es compartida por todos los países de la UE, es que solo de esa manera ambas partes podrán negociar en igualdad de condiciones. Si no sucede eso, una de las partes, Palestina, estaría tratada de forma desigual. "La comunidad internacional no puede ayudar a Palestina si no reconoce su existencia", dijo Sánchez este miércoles en el Congreso. 

Otros países, según indican en Moncloa, consideran que el reconocimiento de Palestina debería ser el resultado de unas negociaciones bilaterales. Algo que a juicio del Gobierno de Sánchez daría a Israel el derecho de veto con su contraparte negociadora.

Esperando a Portugal

Más allá de la alianza de países que visitará Sánchez, a los que hay que sumar Malta, el presidente se reunirá este lunes en Moncloa con Luis Montenegro, nuevo primer ministro de Portugal. En este caso, la reunión no es específica sobre Israel y Palestina sino una primera toma de contacto entre ambos líderes. Montenegro es conservador y sustituye a un gran aliado de Sánchez, el socialista Antonio Costa. 

Está por ver si Portugal se sumará a las posiciones de Sánchez sobre Palestina. En cualquier caso, la voluntad de Moncloa es continuar con  la buena sintonía y entendimiento entre los dos países vecinos. Creen que eso no tiene por qué perderse pese al cambio ideológico en el Gobierno portugués.

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