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Elecciones 21-D Ciudadanos, a la caza del voto 'aznarista'

La situación en Catalunya ha permitido a los de Rivera poner el foco en su mensaje antiindependentista y entusiasmar al ala más ultra del PP. Los elogios del expresidente hacia el líder de Cs contribuyen a ello y molestan a Rajoy.

Albert Rivera participó hace unos meses en un acto del Instituto Atlántico donde José María Aznar organizó un máster de "liderazgo". Archivo EFE

Que "Ciudadanos ha adelantado al PP por la derecha" es una premisa muy repetida en los últimos tiempos. El antiindependentismo ha sido siempre la bandera fundacional de los naranjas, pero con la situación actual en Catalunya, los de Albert Rivera han sabido capitalizar mejor esa faceta que los de Mariano Rajoy. Especialmente, desde que en Cs se decidieron a presionar al Gobierno para que aplicara cuanto antes el artículo 155 de la Constitución.

En ese contexto, el líder catalán -una condición que él mismo destaca para reforzar sus propuestas- ha conseguido contentar al ala más ultra del PP que pedía al presidente mano dura contra el Govern de Carles Puigdemont y que, a día de hoy, lamenta incluso la pronta convocatoria de elecciones. Es decir, los aznaristas que todavían quedan en las filas populares y, sobre todo, también entre su electorado.

El discurso de los naranjas en contra del "adoctrinamiento en las escuelas" o sus posicionamientos con tintes recentralizadores como su 'no' al cupo vasco son sólo algunas de las semejanzas que tienen en común, por ejemplo, con parte del ideario de Faes.

Similitudes con Faes

Ya en diciembre de 2015, en las primeras elecciones generales del bipartidismo, Ciudadanos llevaba en su programa una propuesta de reforma de la Constitución que abogaba por "definir con claridad" las competencias del Estado, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, así como por "revisar el actual sistema del cupo" para evitar "desigualdades". Un argumentario similar se encuentra, por ejemplo, en un artículo del secretario general de la Fundación de Aznar, en el que también aboga por "reivindicar los acuerdos fundacionales de la Transición", al tiempo que considera que "otro cupo es posible".

Del mismo modo, Faes se define en sus 'Principios' como una organización que "cree en España como nación unida y plural", que "considera la nación española es una realidad histórica sólidamente afirmada" y que "defiende la profundización en los vínculos entre todos los españoles y el aprecio de nuestra lengua común". Ciudadanos, por su parte, "defiende una España unida y diversa que reconoce su historia, sus lenguas y su cultura como patrimonio de todos, sin hacer de esa riqueza lastre o arma política que ponga en riesgo nuestro futuro juntos", según rezan sus 'Valores'. 

Así ha sido desde los inicios de ambas organizaciones. Faes nació en 2002, mientras que Ciudadanos, como partido, lo hizo en 2006. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando el partido parece haber logrado más sacar réditos electorales de ese discurso. Las últimas encuestas le colocan no sólo como segunda fuerza en Catalunya -la primera de los partidos del bloque "constitucionalista"- sino como un fuerte rival del PP de Mariano Rajoy en unas futuras elecciones generales.

El último elogio de Aznar al líder de Cs: "A mí me parece que Rivera es una persona que tiene unas condiciones políticas muy positivas y muy relevantes"

El trasvase de voto que llega a Ciudadanos lo hace también desde PSOE e, incluso, Podemos, pero según varios análisis demoscópicos- también ha recabado el voto popular más ultra y que, como Aznar, criticaba a Rajoy por su inmovilismo ante el avance del nacionalismo en Catalunya

A ello contribuyó el propio expresidente, que no ha dejado de encumbrar a Rivera en los últimos meses. Su buena relación se hizo patente desde que Aznar le invitó en junio -a él y no a su sucesor ni a ningún alto cargo del PP- a participar en un máster de liderazgo que él mismo organizaba en el Instituto Atlántico de Gobierno (IADG). Desde entonces, el expresidente no duda en deshacerse en elogios hacia el líder de Cs cada vez que tiene ocasión. La última, su entrevista en la Cadena Ser: "A mí me parece que Rivera es una persona que tiene unas condiciones políticas muy positivas y muy relevantes", valoró.

En Génova han tachado su actitud de "deslealtad" y lamentan sus ataques directos a Rajoy -de los que el jefe del Ejecutivo también se defendió desde la Cadena Cope-como en el que Aznar le invita a no permanecer más tiempo en el Gobierno una vez termine su legislatura. Un discurso que también ha mantenido siempre Rivera, que incluso pactó con él la limitación de mandatos

Rivera: "Voy a defender la Constitución sin complejos. Ser español no es ser de derechas"

En Ciudadanos, por su parte, eluden cualquier comparativa al respecto. Rivera, que desde sus primeros discursos tras la implantación nacional del partido siempre ha legitimado las presidencias de Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar (y no las de José Luis Rodríguez Zapatero ni Mariano Rajoy), agradece los elogios de Aznar, pero quiere evitar polémicas. "A mí ahora lo que me preocupa es que Catalunya siga siendo España", eludió la pregunta en su última entrevista en Onda Cero.

No obstante, también aprovechó para hacer campaña de cara al 21 de diciembre y reforzar su discurso en contra del independentismo: "Voy a defender la Constitución sin complejos", le lanzó la pulla a Rajoy tras haberle presionado durante semanas para aplicar el 155. Aun así, defendió: "Ser español no es ser de derechas".

Desde su equipo tampoco quieren responder sobre esa posible influencia de los aplausos de Aznar en su subida en las encuestas, algo a lo que restan toda importancia. También a las similitudes de su discurso con el de Faes. "La gente ya debería conocer que el discurso de Ciudadanos en este tema ha sido siempre el mismo", se queja un miembro de la Ejecutiva en una conversación con este diario. "Igual los que nos han copiado han sido ellos", bromea otro sin querer entrar en detalles. 

En Génova confían en que la "mayoría silenciosa" mejore los resultados del PP en las urnas

Mientras tanto, en el PP consideran que el suflé naranja se acabará desinflando con el voto oculto. Es más, restan importancia al último barómetro del CIS por estar elaborado antes de la aplicación del 155 -"cuando Rivera apremiaba a aprobarlo y el sector más extremo del PP también lo quería así", argumenta un alto cargo popular. "La gente en la calle se ha dado cuenta ya de que Rajoy hizo lo correcto en el tiempo correcto", defiende en relación a la espera del presidente para no actuar en Catalunya sin el apoyo del PSOE. Además, en Génova confían en que la "mayoría silenciosa y silenciada" termine respondiéndoles en las urnas el próximo 21-D.

De momento, las relaciones entre ambas formaciones, aunque apelan a la "unidad" frente al soberanismo, no pasan por su mejor momento. Prueba de ello es su enfrentamiento de esta semana con relación a la votación del cupo vasco o su duplicidad -en lugar de un acuerdo- a la hora de presentar sendas iniciativas sobre el "adoctrinamiento" en las escuelas catalanas. PP y Ciudadanos se dan mutuamente una de cal y otra de arena y así parece que será de aquí al 21-D, cuando llegará la última encuesta electoral: la de las urnas.

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